Fue criada como un varón, pero tras enterarse de que tenía un útero quedó embarazada
Durante toda su infancia sintió que era diferente y sufrió maltrato y acoso por eso. Ahora la vida le regala la oportunidad de hacer realidad su sueño.
La vida de Mikey Chanel nunca fue sencilla. Desde pequeña siempre sintió que no estaba cómoda con su género, sin lograr comprender en su totalidad cómo lidiar con eso.
Nacida como un niño, a Mikey le gustaban las actividades típicas de muchas niñas, como usar los labiales de su madre y divertirse caminando con los bolsos de su tía.
Tenía gestos muy femeninos, lo cual le generó no pocos problemas en el colegio, donde fue acosada y estigmatizada. Al acercarse a la adolescencia su cuerpo adquirió curvas femeninas y sentía franca atracción por los chicos.
A los 13 años se declaró gay. Pero quería más. Dentro de sí se sentía una mujer, por lo que consultó con sus padres la posibilidad de ser transgénero.
Equipo médico. | Foto: Pixabay
HALLAZGO SORPRENDENTE
En 2019, un problema al orinar la obligó a acudir a hacerse un reconocimiento médico. Al realizarle una ecografía a su sistema urinario, el médico le dio a Mikey una noticia sorprendente.
En la cavidad abdominal de Chanel estaban perfectamente definidos un útero, un par de trompas de Falopio y dos ovarios funcionales. El doctor le indicó, posiblemente en tono de broma, que podía embarazarse si quería.
"Primero pensé que era una broma. No sabía ni siquiera que podía ser posible. Y entonces me mostraron mi útero en la pantalla", dijo Mikey, según recoge The Sun.
El cuadro que presenta Chanel es conocido como Síndrome del Conducto de Müller Persistente (SCMP), y es una alteración que ocurre cuando se están diferenciando los genitales.
La falta de cierta hormona ocasiona en estos niños que los órganos sexuales tanto femeninos como masculinos se desarrollen, aunque genéticamente tengan cromosomas XY, asociados al sexo masculino.
UN SUEÑO POR REALIZAR
Luego del impacto inicial y de escuchar la recomendación médica sobre someterse a una histerectomía para evitar problemas subsiguientes como tumores e inclusive cáncer, Chanel sintió que tenía una oportunidad única ante sí.
“Siempre supe que quería ser madre, solía jugar con muñecas cuando era pequeña y siempre he visto niños en mi futuro, así que dije: 'es ahora o nunca’”, expresó.
Con esa decisión tomada, Chanel se sometió a una fertilización especial. Al no tener vagina, se optó por fertilizar sus óvulos in vitro con espermatozoides de un donante anónimo, y posteriormente se implantaron tres embriones por laparoscopia en su trompa de Falopio.
Aunque las posibilidades no la favorecían, resultó al primer intento y a sus 18 años Chanel está en su cuarto mes de embarazo y totalmente impaciente por recibir a su hijo para darle todo su amor.
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