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De Natalia Figueroa a María Teresa Campos: recordando dónde estaban los famosos el día que murió Franco

Vanessa Guzmán
20 nov 2020
19:03

Fueron casi 40 años que los españoles estuvieron bajo su régimen. En el presente, millones de personas, entre ellas muchas estrellas, todavía recuerdan el fatídico anuncio.

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Hoy se cumplen 45 años de la muerte de Francisco Franco. El dictador mantuvo por unas cuatro décadas el poder absoluto de España. A propósito de la fecha, los famosos cuentan dónde estaban el día en que falleció el tirano.

En un reportaje realizado por Vanitatis, Natalia Figueroa, María Teresa Campos, Raphael, entre otras celebridades recuerdan cómo vivieron el 20 de noviembre de 1975.

Francisco Franco en 1936. | Foto: Getty Images

Francisco Franco en 1936. | Foto: Getty Images

ERAN MUY PEQUEÑOS

El chef Ferran Adrià era un niño todavía. Dice que todo era muy confuso para él, que veía a sus padres celebrar la muerte de Franco.

Señala que todo era contradictorio porque no entendía por qué festejaban el fatal hecho. No tenía conocimiento de quién era la persona que había fallecido.

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Lo mismo ocurrió con Colate Vallejo-Nágera, Anne Igartiburu y Nuria Roca. No saben dónde estaban aquel 20N porque era muy pequeños.

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RAPHAEL Y NATALIA FIGUEROA

El cantante español estaba en Australia. Cumplía compromisos profesionales en Perth y Melbourne. Sin embargo, en Madrid estaba su esposa con sus hijos y sintió miedo de lo que pudiera ocurrir.

El intérprete de “Mi gran noche” solo quería volver a su casa para estar al lado de su familia. No puedo evitar anclarse al televisor para estar pendiente de las noticias.

Por su parte, Natalia Figueroa se encontraba trabajando en Madrid. Tenía un puesto en el diario ABC. Ella y Raphael estaban en constante comunicación telefónica. Jacobo y Alejandra eran unos niños. Manuel no había nacido todavía.

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ÉL SE PEGÓ A LA TV, PERO ELLA ESTABA DE FIESTA

Alfredo Fraile recordó que todo el tiempo estuvo pegado a la televisión. La imagen de Arias Navarro dando la noticia no se borra de su mente. Se encontraba en Madrid.

En el caso de Marina Castaño, ella estaba en una fiesta. Aunque vivía en La Coruña, aquel 20 de noviembre estaba en Madrid porque se casaba una amiga.

"Yo era una adolescente. La boda se celebró igualmente y no prestamos demasiada atención a la muerte de Franco", dijo.

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ESPERANZA E IÑAQUI

Esperanza Aguirre tenía 23 años y estaba estudiando. Sobre la muerte de Franco recuerda que por el luto oficial le dieron tres días libres que le sirvieron para estudiar y aprobar el segundo ejercicio del técnico en Información y Turismo del Estado.

Entre tanto, para Iñaki Anasagasti, la desaparición física de Franco era esperada. Era responsable del PNV clandestino. Junto a unos compañeros sacó un comunicado clandestino por la muerte del dictador.

El aviso que informaba la partida del tirano, fue redactado por Xabier Arzalluz y lo armaron en paquetes y lo repartieron a los ciudadanos.

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ELLA ESTABA EN CASA Y ÉL EN EL TEATRO

Sobre el 20 de noviembre de 1975, María Teresa Campos contó que estaba en su casa en Málaga con sus hijas. Comentó que su marido llegó y dijo que había muerto Franco y que mañana no había colegio. De inmediato Terelu preguntó si no podía haber muerto otro día porque tenía clase de gimnasia.

Tras la noticia se fueron a su residencia en el Rincón de la Victoria y como no tenían TV vieron el entierro del dictador en la televisión que tenía en casa su amigo Fernando García del Río.

Por su parte, Pedro Ruiz le dijo a Vanitatis que ese día estaba en el teatro Victoria de Barcelona. Actuaba al lado de Mary Santpere en un espectáculo que le había censurado. Pasó unos cuatro días de luto obligado y precisó que el ambiente era muy raro.

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JIMMY GIMÉNEZ-ARNAU CORRIÓ A RESGUARDAR A UN AMIGO

El periodista Jimmy Giménes-Arnau recibió la noticia por teléfono. Su amigo Féliz Grande lo llamó diciéndole que Franco había muerto y que temía que los guerrilleros fueran a asesinarlo.

De inmediato tomó su carro y lo fue a buscar. Lo recogió a él y a su mujer. A ambos les brindó resguardo en su casa para que se calmaran. Luego de unas copas de vino, el terror se convirtió en risas. Precisó que poco le importó ese día.

“El castellano es sabio: el muerto al hoyo y el vivo al bollo”, expresó.

Lo cierto es que hay quienes prefieren no hablar sobre aquel día y olvidar los años en los que Francisco Franco los sometió a una cruel dictadura.

Sin embargo, muchas otras personas recuerdan cómo vivieron la muerte del tirano. Aunque algunos les dio miedo y otros se fueron de fiesta, el alivió era un sentimiento en común. Todos estaban ansiosos por lo que comenzaría a vivir España.

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