Rafael Amaya salió de la rehabilitación y pasó la Navidad con su familia
El actor Rafael Amaya pasó meses internado en una clínica de rehabilitación para superar sus adicciones. Ahora ha sido dado de alta.
Esta es una Navidad muy especial para la familia de Rafael Amaya. El actor, de 43 años, confesó que llegó a tocar fondo, y que fueron sus seres queridos quienes buscaron una manera de ayudarlo.
Su amigo y compadre Roberto Tapia fue clave en este proceso. Lo hizo buscar ayuda, y colaboró con sus seres queridos para lograr que finalmente Amaya aceptara internarse en una clínica de rehabilitación.
El lugar elegido fue la clínica Baja del Sol, de Julio César Chávez. Además de ser un centro especializado, este lugar venía con la mejor de las garantías para el intérprete: lo dirige su propio primo, Carlos Appel.
En una entrevista para 'Ventaneando', Appel confirmó a la prensa que, tal como había anticipado Roberto Tapia, Amaya ya había sido dado de alta. Desde el pasado martes 22 de diciembre, el histrión ya está de vuelta con su familia, tras meses de lucha y recuperación.
"Él ya salió", confirmó. Pero no pudo dar detalles: "Nosotros como empleados colaboradores de la clínica nosotros tenemos firmado un contrato de confidencialidad".
Según Appel, pese a ser familiar directo del actor, él no puede hablar con la prensa sobre la vida personal de quienes están o han estado internados en la clínica en la que trabaja. De hacerlo, pondría en riesgo su trabajo.
"El propio paciente tendría que platicar", explicó. "Nosotros no tenemos esa autorización".
Lo que sí pudo confirmar, sin embargo, es que la salida del actor no se debe a un permiso temporal para las fiestas, sino a un alta. Amaya ya está listo para reconstruir su vida fuera del establecimiento, tras su lucha para librarse de las garras de las adicciones.
Ahora, Amaya podrá pasar las fiestas decembrinas en Culiacán, Sinaloa, junto a sus padres. Su amigo Roberto Tapia también planea ser parte de esta celebración.
En una entrevista para 'Sale el Sol', el cantante y amigo de Amaya contó que tenían planificada una celebración a la que asistiría una decena de personas. "Somos los de siempre", afirmó, según recoge Infobae.
"Será la primera Navidad que nos vamos a aventar juntos mi compadrito y yo", añadió con ilusión.
Es una luz de esperanza, y un recordatorio de que aún de lo más oscuro siempre es posible salir. Este año, Rafael Amaya ciertamente tiene mucho que festejar.
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