Carolina de Mónaco y Stéfano Casiraghi: recordando su hermosa historia de amor que terminó trágicamente
El italiano falleció en un accidente náutico mientras defendía su título de campeón mundial de offshore.
Carolina de Mónaco es uno de los miembros más discretos de la familia Grimaldi. Aunque se ha casado tres veces y actualmente es la esposa de Ernst de Hannover, los medios y fuentes cercanas a ella coinciden en que su amor verdadero ya no está con vida.
En 1983, la Princesa dejó atrás una vida de fiestas y desenfoque para unirse en matrimonio con el que fue segundo, y más querido esposo, Stéfano Casiraghi, el italiano con el que vivió una época idílica y tuvo a sus tres hijos mayores.
Caroline de Mónaco y su esposo Ernst August de Hannover en la entrega del "Premio de música Herbert Karajan" en octubre de 2017. | Foto: Getty Images
AMOR VERDADERO
Luego de su maltrecho matrimonio con Philippe Junot, la hija del príncipe Reinier III entró en un momento oscuro de su vida, pues dos años después de su divorcio, su madre, Grace Kelly, falleció en un accidente de tránsito que la dejó sumida en la desolación.
Para su buena suerte, en el verano del 83 conoció a Stéfano Casiraghi, un joven italiano, tres años menor que ella, cuyo carisma la conquistó como nadie nunca lo había hecho.
UNA BODA APURADA
Pasaron tan seis meses para que los tórtolos decidieran caminar hacia el altar. Los medios y el público se preguntaron por qué tanta prisa. La respuesta fue muy sencilla. Carolina estaba embaraza de su primer hijo y además, estaban muy enamorados.
El enlace que tuvo lugar el 29 de diciembre de 1983 ocupó la primera plana del New York Times. Ella, radiante, usó para la ocasión un vestido de Marc Bohan, de la casa Christian Dior que deslumbró aún más a su novio, cuya emoción quedó en evidencia en cada fotografía de aquel mágico día.
UNA FAMILIA FELIZ
En junio del 84 los recién casados le dieron la bienvenida a Andrea, su primer retoño. Dos años más tarde llegó Charlotte y en 1987, Pierre, quien llegó para completar el cuadro perfecto que, por desgracia, tan solo duró siete años.
Carolina y Stéfano fueron una pareja idílica, artífice de una hermosa familia, donde el menor de los tres hermanos heredó la pasión deportiva del padre, aunque solo convivieron juntos durante tres años.
Stefano Casiraghi y Carolina, en Nueva York, 1982. | Foto: Getty Images
EL CAMPEÓN DEL MUNDO
Casiraghi era un hombre dedicado a sus negocios, a su familia y amante del offshore, una disciplina náutica en la que se convirtió en campeón mundial en 1989, aunque a su mujer no le gustaba mucho, por el peligro que implica practicarla.
Un año después del campeonato, Stéfano volvió a competir para defender su título. Lamentablemente, los miedos de Carolina se hicieron realidad el 3 de octubre de 1990, cuando una ola gigante volteó la embarcación de su marido en las aguas que están entre Cannes, Montecarlo y Niza.
UN DOLOR PROFUNDO
Aunque el copiloto de la nave sobrevivió, el italiano falleció al instante, tenía 30 años de edad. Carlota estaba en París cuando se enteró de la amarga noticia. Con el corazón roto, la Princesa que se marchó con sus hijos a un pueblo de la Provenza francesa llamado Saint-Remy.
Desde entonces, aunque se volvió a casar y tuvo a su cuarta hija, Alejandra, muchos coinciden con que a Carolina nunca le han vuelto a brillar los ojos de la misma manera que con Stéfano.