La vida de Stéphanie de Mónaco: de su carrera como diseñadora a ser testigo de la muerte de su madre
Siendo cantante, modelo y diseñadora, la menor de los Grimaldi se ganó el apodo de "La Princesa rebelde".
En 1985, Stéphanie de Mónaco se estrenó como diseñadora y modelo de una línea de trajes de baño que se robó la atención de los principales medios de comunicación, marcando el inicio de una carrera prodigiosa en el mundo del entretenimiento.
¡Hola!, Vanity Fair y Vogue se lucieron poniéndola en sus portadas, y millones de personas se deleitaron escuchándola cantar en los dos discos de estudio que lanzó. Pero no todo fue color de rosa para la hija menor de Grace Kelly.
UNA JOVEN BRILLANTE
Durante su juventud, la hermana de Caroline de Mónaco se destacó por un enorme talento que salpicó casi todas las plataformas del entretenimiento en aquel momento. Muchos aún recuerdan el exitoso sencillo "Ouragan", número uno en las listas musicales francesas.
Autora de su propio perfume y encantadora como nadie, la llamada "Princesa rebelde" tenía el mundo a sus pies, por lo cual no era de extrañar que los solteros más cotizados de Europa cayeran rendidos a sus pies. Sin embargo, la joven llevaba un amargo recuerdo en su memoria.
Grace Kelly posando en 1954. │Foto: Getty Images
UN LÚGUBRE PASEO
En 1982, Stéphanie estaba esforzándose en hacerse un puesto en la industria de la moda. Su madre, la renombrada actriz Grace Kelly, era una de sus principales apoyos, por lo que el 13 de septiembre de ese año se ofreció para llevarla al trabajo que tenía como becaria.
Madre e hija abordaron una Rover 3500 cuyo asiento trasero estaba lleno de ropa. Con la actriz al volante y la aspirante a trabajar en la casa de moda Dior en el puesto del copiloto, emprendieron viaje alrededor de las 9:00 de la mañana.
Stéphanie de Mónaco el 19 de noviembre de 2016. │Foto: Getty Images
FUE TESTIGO
Por desgracia, cuando iban vía Mónaco-La Turbie, el vehículo se salió de la carretera y cayó 40 metros hasta estrellarse con el estacionamiento de una zona residencial aledaña, dejando a la estadounidense en estado crítico y a su hija con fractura cervical y un trauma que la marcó de por vida.
El autor Jeffrey Robinson pudo hablar con Caroline a escasos días del siniestro que acabó con la vida de Kelly a los 52 años de edad, luego de una cirugía de emergencia que, por desgracia, no tuvo éxito.
Stéphanie de Mónaco con sus hijos, el 19 de enero del 2020. │Foto: Getty Images
FUE ACUSADA POR LA MUERTE DE SU MADRE
"Stéphanie me contó: ‘Mamá me decía todo el rato que no podía frenar, que los frenos no funcionaban’. (...) Stéphanie tiró del freno de mano, pero el coche no se detuvo”, dijo Caroline para el libro 'Rainier and Grace: An Intimate Portrait', según reseñó El País.
Stéphanie, quien para entonces tenía 17 años, fue culpada por el accidente luego de que un testigo asumió que era ella quien iba manejando al verla salir por la puerta del conductor.
Stéphanie de Mónaco con Daniel Ducruet, el 9 de diciembre de 1994. │Foto: Getty Images
LA VERDAD SALIÓ A LA LUZ
Pasaron 32 años para que las acusaciones que caían sobre la hija de Rainier se deshicieran, luego de que Bertrand Tessier investigó los hechos para su libro, 'Grace, la princesa desarraigada'.
El periodista verificó que, en efecto, la joven tuvo que salir del vehículo por la puerta del conductor porque la del copiloto quedó aplastada contra el suelo.
Afortunadamente, sus momentos oscuros quedaron atrás. Ahora disfruta de días tranquilos junto a su hija Camille Marie, en un ático del Principado, mientras dirige varias asociaciones sociales y culturales, dejando en evidencia su admirable calidad humana y artística.