40 años sin Federica de Grecia: la vida y la trágica muerte de la influyente madre de la reina Sofía
La abuela de Felipe VI falleció a causa de un infarto mientras se realizaba un procedimiento estético.
Sofía de España aprendió de su madre todo lo necesario para ser una buena reina consorte. Lamentablemente, Federica de Grecia terminó convirtiéndose en una monarca sin reino que experimentó la peor cara del exilio.
Ella vivió lo suficiente para ver la caída de una monarquía y presenciar el resurgimiento de otra. Este mes recordamos los 40 años del fallecimiento de la reina helénica que murió durante un procedimiento estético.
Federica de Grecia en Atenas, el 9 de enero de 1938. | Foto: Getty Images
MUERTE INESPERADA
Si por algo es recordada Federica de Grecia es por su personalidad jovial y apasionada. La consorte de Pablo I vivió para ver la disolución de una monarquía y el resurgimiento de otra nueva.
Sobrevivió dos guerras mundiales y los golpes militares que apartaron a su hijo del poder. Sin embargo, fue un procedimiento estético lo que acabó con su vida el 6 de febrero de 1981.
Todo ocurrió mientras su hija Sofía, quien todavía no se convertía en soberana, se encontraba de vacaciones en Baqueira Beret. La reina madre acudió a la clínica madrileña La Paloma para remover quirúrgicamente unas manchas antiestéticas en sus párpados.
Durante la intervención, la abuela de Felipe VI sufrió un infarto del miocardio del que no pudo ser salvada. Ante tal situación, doña Sofía apresuró su regreso de Baqueira Beret para así poder organizar el funeral de su madre.
Federica de Grecia en la Abadía de Westminster cuando, con su esposo, rindió homenaje en la tumba del Guerrero Desconocido. | Foto: Getty Images
Las exequias de Federica no escaparon a la polémica, pues el primer ministro griego, Constantinos Karamanlís, pretendió prohibir el acto. En aquellos años se había proclamado una frágil democracia y la monarquía fue vetada de Grecia.
No obstante las gestiones de su yerno, don Juan Carlos, hicieron posible que la reina descansará en paz sobre suelo heleno. Gracias a ello se cumplió el último deseo de Federica de ser enterrada junto a su marido, según informó la revista Vanity Fair.
La Reina consorte de Grecia como esposa del rey Pablo, Frederica de Hannover, Reino Unido, 19 de junio de 1969. | Foto: Getty Images
REINA TEMIDA
A pesar de su limitado papel en la realeza, siempre se interesó por la política. En más de una ocasión fue acusada de ejercer demasiado control sobre su hijo, el rey Constantino II.
“Decían que le gustaban las intrigas, que manejaba los hilos por detrás. No era cierto”, contó Sofía según Vanity Fair.
Federica de Grecia saluda a los simpatizantes cuando llega con su esposo, el rey Pablo, al hotel Claridge's. | Foto: Getty Images
El general Franco también desconfió de ella desde el momento que puso un pie en España, a pesar de que creció influenciada por el régimen nazi y se consideraba anticomunista hasta el tuétano.
Doña Sofía reveló en su biografía, escrita por Pilar Urbano, que su madre no ejerció demasiada influencia sobre ella. Era su padre, el rey Pablo, quien tenía una personalidad más afín a la de ella.
Federica de Grecia asistiendo a un banquete griego en Claridges, Londres, el 11 de julio de 1963. | Foto: Getty Images
SU INFLUENCIA
Si bien se llevaba mejor con su progenitor, esto no significa que la madre de Felipe VI no reconociera sus buenos consejos: “No tengas rencor, aunque estés bien segura de que alguien te ha hecho mal”, recordó la monarca.
La abuela del actual rey español fue una mujer que se desenvolvió activamente en su condición de reina consorte. Muestra de ello fueron las gestiones que realizó para que su país fuera beneficiario del Plan Marshall.
Sofía de Grecia con su madre la reina Federica, en Mallorca, Islas Baleares, España. | Foto: Getty Images
Ella incluso apoyó las operaciones de la CIA durante la guerra fría en territorio heleno, hechos que ayudaron a forjar el carácter de una mujer única en su estilo.