Marella Caracciolo: princesa, heredera del imperio Fiat y uno de los "cisnes" de Truman Capote
La princesa Marella vino al mundo como miembro de la casa Caracciolo, y lo dejó como la viuda y heredera del imperio automovilístico italiano Fiat. Su vida estuvo marcada por graves altibajos.
Marella Caracciolo de Castagneto fue una de las más interesantes figuras de la nobleza italiana del siglo XX. La polifacética mujer fue aristócrata, socialité, ícono de estilo y coleccionista de arte, entre otras cosas.
Por si fuera poco, Caracciolo fue por décadas esposa del dueño de Fiat, el poderoso magnate Gianni Agnelli. Caracciolo falleció en 2019, a los 92 años de edad.
Marella Caracciolo en Leopolda, en la Riviera francesa, en 1963. | Foto: Getty Images
ORÍGENES
Marella nació en 4 de mayo de 1927, en Florencia, en el seno de la Casa de Caracciolo. Fue hija de Don Filippo Caracciolo, Príncipe de Castagneto, Duque de Mileto y Patricio de Nápoles. Su madre fue la estadounidense Margaret Clarke, oriunda de Illinois.
Tuvo dos hermanos, Carlo Caracciolo, heredero de los títulos de su padre y fundador del diario italiano La Repubblica, y Nicola Caracciolo, sucesor nobiliario de su padre y hermano. Desde joven, la princesa tuvo interés por el arte y la moda.
Marella Caracciolo en el Festival Internacional de Cine de Venecia en 1957. | Foto: Getty Images
JUVENTUD Y ESTUDIOS
En su juventud, la princesa persiguió su pasión por las artes. Decidió mudarse a París, donde cursó la carrera de Artes en la universidad. Posteriormente, se mudó a la ciudad de Nueva York, donde fue asistente del reconocido fotógrafo de modas Erwin Blumenfeld.
Al regresar a Italia, trabajó como fotógrafa y editora para Condé Nast. Sin embargo, su aventura como profesional fue breve, pues al poco tiempo contrajo matrimonio y sus prioridades cambiaron mucho, según detalló la propia princesa en sus memorias de 2014.
Boda de Gianni Agnelli y Marella Caracciolo en Francia en noviembre de 1953. | Foto: Getty Images
CISNES
El de "cisnes" fue el apelativo usado por el legendario escritor Truman Capote para referirse a un selecto grupo de mujeres de exquisita clase y refinación, todas de orígenes muy privilegiados. Capote las consideraba musas para muchas de sus historias.
Entre ellas, Caracciolo era conocida como "el cisne europeo número uno". Al enterarse de este sobrenombre, la princesa se habría sentido traicionada. No por el apodo, sino por el hecho de no ser la única en llevarlo.
Marella Caracciolo en Villa Agnelli en Italia en 1967. | Foto: Getty Images
ALTOS Y BAJOS
En sus memorias, la princesa contó algunos de los episodios más interesantes de su vida. Por ejemplo, la vez que pasó días en un yate con John F. Kennedy, en carreras de coches, o en fiestas exclusivas del jet set europeo.
Sin embargo, también conoció dolorosas tragedias. Uno de los puntos más bajos de su vida sería la muerte de su hijo, Edoardo Agnelli. Tras años de problemas con las drogas, el mayor de los hijos de Agnelli y Caracciolo se quitó la vida en el año 2000.
Edoardo y Marella Agnelli en su hogar en Italia en 1967. | Foto: Getty Images
SOLEDAD Y MUERTE
En 2003, Gianni falleció. Tras su muerte, fue recordado por sus contribuciones a la industria italiana, así como por su estilo de vida más bien libertina, repleta de conquistas románticas extramaritales.
Finalmente, la princesa Caracciolo falleció en su hogar en Turín, Italia, en febrero de 2019. Tenía 91 años de edad.
Gianni Agnelli y Marella Caracciolo en foto sin fecha c. 1990 en Italia. | Foto: Getty Images
Caracciolo es solo una de las figuras que conformó el inolvidable grupo de los "cisnes" de Capote. El periodista y literato reservó el apodo para sus más bellas y pudientes amigas.