Señales de que a un hijo no le gusta la nueva pareja de su madre, según una psicóloga
El final de una relación siempre significa un nuevo comienzo, nuevas personas y experiencias. Puede que te sientas afortunada de conocer a alguien increíble, pero ¿tus hijos también están a gusto?
Ser madre conlleva una gran responsabilidad. Los objetivos cambian por completo, al igual que las prioridades, que pasan a resumirse en una sola pregunta: ¿Qué le conviene a mi hijo?
Cuando en tu vida aparece una nueva persona, esta interrogante se hace presente también de manera automática. Pero al final, es complicado saber qué pasa por la cabeza de los niños, aunque se lo preguntes varias veces.
Niña triste. | Foto: Pixabay
La psicóloga Mamen Jiménez explica que es normal que en un principio los pequeños manifiesten cierto rechazo al conocer a la nueva pareja de mamá. En este sentido, es importante saber cómo abordar esta situación y qué tanto debemos preocuparnos por lo que está sucediendo.
Aunque algunos progenitores tienen la auténtica suerte de experimentar una transición llevadera con el nuevo noviazgo y la actitud del infante. A otros, lamentablemente, les toca el camino más empinado.
Sin embargo, no siempre esta actitud de reticencia tiene que ver con la incipiente relación. La mayoría de las veces está vinculada a la separación de los padres en sí, y no con la llegada de un individuo desconocido a la familia.
LOS NIÑOS ALBERGAN ILUSIONES
Según su edad, los niños abordan el tema divorcio de formas diferentes. Cuando son bebés, pueden reaccionar con cierta ansiedad a la ausencia del progenitor que le tocó salir de casa.
Cuando están en edad preescolar, podrían adoptar comportamientos del pasado que ya se habían superado por completo. Por ejemplo, mojar la cama o hablar como un bebé nuevamente.
Los niños un poco más mayores experimentan ansiedad debido a los cambios que ellos imaginan que sufrirá su vida. En este sentido, sus preocupaciones pueden ser: ¿Dónde vamos a vivir?, ¿Cuándo veré a papá/mamá? ¿Cómo hablaré con mamá/papá?
Niña triste. | Foto: Pixabay
Los adolescentes, que son el público más difícil, tienden a revelarse en contra de ambos padres como muestra de su dolor hacia la separación. Muestran conductas de desobediencia o aislamiento.
Las conductas se diferencian mucho dependiendo de la edad, pero lo que todos ellos tienen en común es que al final albergan la ilusión de que sus padres volverán y todo será como era antes.
Sin embargo, cuando mamá o papá invitan a una persona diferente a sus vidas, no hacen más que recordarles y confirmarles que todo ha cambiado. Esto, sin duda alguna, generará un malestar que suele terminar en el disgusto hacia el nuevo huésped.
Para ayudarlos en la transición, lo más recomendable es mantener una comunicación fluida con ellos desde el primer día de la separación, e incluso antes. Así, los pequeños podrán entender la realidad que les tocará vivir de ese momento en adelante.
“Eliminando sus dudas favorecemos que generen unas expectativas realistas que les ayuden a afrontarlo de la mejor manera posible”, señala la psicóloga en el artículo del portal web Bebés y Más.
SEÑALES DE QUE ALGO NO ANDA BIEN
Aparte de las actitudes irregulares que se mencionaron anteriormente, si los niños sufren de insomnio, pesadillas, nerviosismo, rasgos depresivos (conductas agresivas), rechazo total hacia la nueva pareja, quiere decir que algo definitivamente no está bien.
Niño triste. | Foto: Pixabay
Lo importante es que siempre se puede hacer algo. En este caso, ellos necesitan saber que nunca dejarán de ser lo primero para ambos padres; que serán amados por encima de cualquier cosa y que eso no cambiará, porque nadie ha llegado para sustituirles.
No hay nada que los tranquilice más que hagas planes y una rutina con ellos, pues los patrones les sirve a los pequeños para sentir que su vida avanza con normalidad. Por su parte, la pareja se puede involucrar en la parte educativa, para que los niños lo perciban como un adulto de referencia.
También debemos observar la conducta de nuestra nueva pareja. Puede que esa persona tampoco se sienta cómoda con nuestros hijos, y existen muchas señales para darnos cuenta.
Por ejemplo, que no les habla directamente a ellos, sino que lo hace a través de nosotros; si en los planes no están incluidos los niños, entre otros. En estos casos, debemos abordarlo con nuestra pareja para buscar soluciones, o marcar el final.
Cuando una persona, sobre todo las mujeres, está enamorada, muchas veces no se da cuenta de que esa persona “maravillosa” no es la que en realidad le conviene.
Siempre hay que tratar de poner a un lado los sentimientos y analizar objetivamente si las intenciones del enamorado son las mejores. Para saber si esto es así, aquí hallarás señales infalibles que podrán ayudarte.
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