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Rocío Carrasco y Antonio David recibieron la nulidad eclesiástica por “un caso claro de inmadurez”

Stef Colina
09 abr 2021
11:20

El matrimonio fue anulado casi un año después de la muerte de la cantante Rocío Jurado.

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Rocío Carrasco compartió detalles de cómo fue el proceso de anulación eclesiástica de su enlace con Antonio David Flores, un evento que ella catalogó como uno de los más felices de su vida.

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UNA DECISIÓN CONTUNDENTE

Continuando con el contundente relato que mantiene a España atenta, Rocío compartió algunos de los argumentos que usó para solicitar la anulación de su matrimonio con el ex Guardia Civil.

Según reveló en el sexto episodio de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva', comenzó el proceso de nulidad cuando consiguió la custodia de sus dos hijos, Rocío y David.

LOS ARGUMENTOS

Uno de los principales argumentos que usó Rocío para conseguir su objetivo de la nulidad eclesiástica fue que cuando estaba embarazada de su segundo hijo, Antonio David le pidió que abortara.

Juan de la Rosa apoyó a su sobrina ante el tribunal de la Rota, donde la madre de Antonio David aseguró, según recoge el documental, que el estilo de vida de Rocío durante el embarazo causó problemas en el desarrollo de su nieto.

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UN CASO DE INMADUREZ

"Es cierto que mi segundo nieto nació con ciertos problemas, achacables a la vida poco decente que su madre tuvo durante el parto. (...) su padre murió de un infarto y mi marido lleva dos años con Alzheimer por culpa de la vida desarreglada de Rocío”, dijo Luisa, según Telecinco.

En 2007 el tribunal hizo efectiva la nulidad alegando que el matrimonio fue "un caso claro de inmadurez", pues cuando se casaron en 1996 Rocío tenía 18 años de edad, mientras que Antonio David apenas iba pisando los 20.

¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

Según reseña Vida Nueva, el canon 1.095 del Código de Derecho Canónico aplica cuando se considera que los contrayentes carecen del uso de razón suficiente como para emprender una vida de casados, pues tienen un "grave defecto de discreción de juicio" para mantener los deberes y derechos esenciales de un matrimonio.

Este fundamento no estaría muy lejos de realidad, tomando en cuenta que 25 años después de dicha unión los protagonistas siguen en una lucha que parece no tener tregua.

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