La historia de superación de Loretta Harmes, la joven cocinera que lleva 6 años sin poder comer
Aunque no ha podido comer por varios años ni probar sus recetas, la joven ha mantenido su pasión por la cocina.
Cuando Loretta Harmes era pequeña, ella y su abuela, Mavis, procuraban replicar las recetas del programa de juegos de cocina ‘Ready Steady Cook’.
Todos los jueves su familia se reunía para comer. La joven cocinera recuerda con cariño sentarse alrededor de la gran mesa del comedor mientras degustaba asados y mousse de frambuesa.
COCINABA PARA SU FAMILIA
Cuando tenía 11 años, Loretta preparaba la cena para su familia todos los martes por la noche mientras su madre trabajaba hasta tarde.
Tenía una peluquería en el garaje y sus clientes ya estaban acostumbrados a que la niña se acercara de vez en cuando con una cuchara de madera llena de salsa para que su progenitora la probara.
“Tenía rienda suelta en la cocina y me encantaba la idea de crear algo desde cero para que mi familia lo disfrutara”, dijo la joven a BBC.
Comenzó replicando las pastas horneadas con tomate de su madre, pero pronto pasó a cocinar guisos y pasteles. La ensalada de pollo y las albóndigas de Loretta eran los platos predilectos de la familia.
Ganó concursos de cocina en la escuela secundaria, incluso llegó a las eliminatorias regionales. Preparaba cosas como ternera bourguignon y lomo de cerdo adobado. Su madre, Julie, dijo al medio de comunicación que su hija era muy creativa y disfrutaba mucho cocinar.
PROBLEMAS DE SALUD
Cuando Loretta tenía 15 años padeció de anorexia, aunque la joven aseguró que esa condición duró menos de un año. Durante su adolescencia, también se quejó de problemas digestivos, que a veces se agravaban.
Sin embargo, se las arreglaba para cocinar y comer felizmente, con Julie simulando ser la sous chef cuando su hija no podía arreglárselas sola. Al final de la escuela, la joven logró ingresar en una de las mejores universidades de artes culinarias de Londres.
Sin embargo, solo logró completar un año del curso que duraba tres años debido a sus problemas de salud. Cuando tenía 19 años, padecía tanto dolor que pasaba la mayor parte del tiempo en cama.
“Las cosas fueron cuesta abajo dramáticamente. No podía comer ni ir al baño, y luego los siguientes cinco años se convirtieron en una pesadilla de la que no podía despertar”, dijo Loretta a BBC.
VIVIÓ UNA PESADILLA
Esta pesadilla inició con el diagnóstico de un médico que estaba convencido de que la joven estaba padeciendo de anorexia nuevamente y que ese era el motivo de su rápida pérdida de peso.
Los servicios de salud mental no tardaron en involucrarse y la joven cocinera pasó más de dos años en unidades de trastornos alimenticios. En un momento dado, llegó a pesar solo 25 kilos.
Aunque el dolor que le infligía comer era severo, parecía que obligarse a hacerlo para poder ganar peso era la única forma de salir del ciclo.
Se sentía desesperada y ese sentimiento a veces se convertía en rabia. Incluso intentó suicidarse varias veces debido a la desesperanza que sentía por no recibir ningún tratamiento para su dolor.
FINALMENTE DESCUBRIERON SU PROBLEMA
En 2015, cuando tenía 23 años de edad, Loretta llevaba bastante tiempo sobreviviendo con comidas licuadas. Casi nunca se unía a su familia en la mesa de la cena.
Ese día, un consultor intestinal le había pedido que comiera alimentos sólidos, que quería entender por qué comer le causaba tanto dolor a Loretta y por qué tampoco podía ir al baño durante semanas o incluso meses.
Entonces la joven cocinera masticó una patata asada y saboreó su interior esponjoso. A los pocos minutos comenzó a dolerle el estómago, como siempre ocurría cuando comía o bebía algo. Se sentía dolorosamente llena y enferma. Como si su estómago fuera a estallar.
Sin embargo, trató de no enfocarse en eso para poder disfrutar el momento en la cocina junto a su familia, pues era el lugar donde sus habilidades culinarias habían florecido durante su niñez.
“Sentarme a comer con mi madre y mi hermana me pareció increíble y surrealista. Intentamos actuar como una familia normal para variar”, contó a BBC.
Ese mismo día, Loretta había acudido al Hospital St Mark's en Londres para que le pasaran un grueso tubo naranja por la nariz hasta el intestino delgado, para controlar la función nerviosa de su sistema digestivo.
Finalmente, después de años de incredulidad de los médicos y haber hecho diagnósticos erróneos, alguien estaba investigando sus problemas adecuadamente.
SÍNDROME DE EHLERS-DANLOS HIPERMÓVIL
La reacción de la joven a las patatas asadas fue lo que ayudó a que le diagnosticaran el síndrome de Ehlers-Danlos hipermóvil (hEDS). Se trata de una enfermedad genética que puede manifestarse de muchas formas diferentes.
La prueba que le indicó el consultor intestinal determinó que el estómago de Loretta está parcialmente paralizado y no puede vaciarse correctamente. Por eso, confinarla en una unidad psiquiátrica y obligarla a comer no tenía sentido.
Sus otros síntomas incluyen fatiga, migrañas, aceleración del corazón cuando se pone de pie o se sienta y un dolor de cuello por el que necesitará cirugía eventualmente.
Ha habido relativamente poca investigación sobre este síndrome y los otros 12 tipos de esta condición. Además, la afección aún no se comprende completamente.
Según reseñó BBC, el síndrome de Ehlers-Danlos es un grupo de trece trastornos que afectan al tejido conectivo. Se trata de un tejido que protege, sostiene y da estructura a otros tejidos y órganos del cuerpo.
En el caso de Loretta, hay daño en el tejido conectivo en la pared de sus intestinos y, como resultado, la comida viaja con menos fluidez a través de su sistema digestivo. Su parálisis estomacal es una condición separada pero vinculada.
NUNCA VOLVERÁ A COMER NI A BEBER
Después de seis años de su última comida, Loretta sabe que nunca volverá a beber ni a comer nada. Ahora se alimenta mediante nutrición parenteral total (NPT).
Esto significa que la joven cocinera permanece durante 18 horas al día conectada a una bolsa de alimento líquido pesado que evita el sistema digestivo y se infunde directamente en el torrente sanguíneo.
Un tubo que se conoce como línea Hickman atraviesa su pecho y llega a una vena grande que desemboca en su corazón.
Pero el NPT no está exento de inconvenientes. Incluso la partícula más pequeña de polvo puede contaminar la vía. Ha tenido sepsis en varias ocasiones, una reacción a una infección que puede causar insuficiencia orgánica o incluso la muerte.
Sin embargo, Loretta considera que, aunque tiene limitaciones, la nutrición parenteral total le ha dado más de lo que le ha quitado. Antes estaba tan debilitada que pasaba la mayor parte de su vida en la cama.
Su cuerpo necesitaba tanta nutrición que sus huesos se volvieron frágiles y porosos, y su ciclo menstrual se había detenido por completo. Pero para ella lo peor era el constante dolor.
REVIVIÓ SU PASIÓN POR LA COCINA
Esta ha sido una gran mejora en su salud y le ha permitido revivir su pasión por la cocina, aunque para ahorrar energía a veces cocina cosas por etapas y se mueve en una silla con ruedas.
Ser una cocinera que no come le dio la idea de crear una cuenta única en Instagram. Amy, su compañera de piso, es fotógrafa profesional. Ella prueba la comida y toma las fotos.
Ambas comenzaron a construir un negocio a partir de eso desde los primeros días del confinamiento por la pandemia. Trabajan con las marcas en el desarrollo de recetas y el estilo de los alimentos.
Loretta le dijo a BBC que el motivo por el que no se desanima por no poder comer es porque se siente muy aliviada de haberse liberado del dolor tras muchos años de padecerlo.
Agregó que lo que le gusta en sí es la cocina. La considera como una verdadera salida creativa para ella. Si se siente preocupada o ansiosa, cocinar hace que todo eso se desvanezca, pues se concentra en el plato que está preparando.
Para compensar no poder probar la comida, Loretta dedica mucho tiempo a prepararse y planificarse. Se basa en los años que pasó estudiando libros de recetas y experimentando en la cocina. También en su intuición.
Aunque algunas personas que dependen de la TPN mastican la comida y la escupen, a Loretta eso nunca le atrajo. La joven expresó que no siente anhelo por el sabor de la comida en sí, sino los recuerdos de lo que significa.
SU HERMANA ABBIE Y LOS RECUERDOS FELICES
Casi todos los recuerdos felices que tiene Loretta de la comida incluyen a su hermana Abbie. Durante su última comida, su hermana estaba grabando el momento en su teléfono y ayudando a que se sintiera especial.
En 2019, su Abbie y su madre visitaron a la joven cocinera en el hospital, donde estaba recuperándose de otro episodio de sepsis.
Pero, la hermana de Loretta falleció trágicamente en un accidente automovilístico cuando iba de camino a casa. Tenía solo 23 años. La joven cocinera siente que ahora debe vivir por las dos y esto la impulsa a aprovechar su vida al máximo.
En México el Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono ofrece atención a través del 0155 5259-8121. En Estados Unidos, puede llamar a la Red Nacional de Prevención del Suicidio al 1-888-628-9454. En España, llame al Teléfono contra el Suicidio a través del 911 385 385. Otras líneas internacionales de ayuda al suicida pueden encontrarse en befrienders.org.
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