Pedro Infante: las dificultades que enfrentó su familia tras su muerte
Con solo 39 años y una carrera en ascenso, el intérprete perdió la vida a bordo de un avión que trató de pilotear. Sus familiares quedaron económicamente comprometidos.
La temprana muerte de Pedro Infante causó mucho dolor en México. No obstante, los más afectados tras este suceso fueron los miembros de la familia del cantante y actor que dependían de él.
Y es que el ídolo sinaloense, que tenía un corazón generoso, mantuvo a sus hijas, esposas, sobrinos, a su madre y a quien lo necesitara. No solo disfrutó de los lujos que le permitieron sus éxitos, sino que compartió su dinero para el bienestar de los demás.
El 15 de abril de 1957, México quedó de luto cuando se conoció la trágica muerte del popular artista, en la ciudad de Mérida (Yucatán). Infante trató de conducir una aeronave que él mismo rentó para regresar lo más pronto posible a Ciudad de México. Lamentablemente, el avión cayó, al parecer por sobrecarga.
Pedro Infante también fue bien conocido por sus conquistas. Su muerte fue especialmente dolorosa para Irma Dorantes, protagonista de un triángulo amoroso que existía entre ella, el artista y su primera esposa. Infante se casó con ella ya estando unido en matrimonio con María Luisa León, por lo que fue acusado del delito de bigamia.
DISFRUTABA AYUDAR A LOS DEMÁS
“Pedro Infante era una persona muy bondadosa, increíblemente bondadosa. Se hizo cargo de todos nosotros (su familia), y no solo de nosotros, sino de otros. Nos daba escuela, nos daba todo”: así lo contó Antonio Infante, sobrino del actor, en el documental ‘Historia detrás del Mito’ sobre la vida del intérprete de "Me cansé de rogarle".
De hecho, los parientes del artista calcularon que Infante mantenía por completo a 50 personas, por lo cual fue muy difícil para ellos comenzar una vida sin el histrión.
Además, la fortuna que había amasado Infante quedó en manos de su representante, Antonio Matouk, y su administrador, Ruperto Prado Péres. Se dice que estos se negaron a darle algo a la familia del fallecido actor de cine, pues sus bienes quedaron intestados.
Cuando los familiares finalmente entendieron que ídolo mexicano no volvería para solucionar sus problemas, se dedicaron a buscar trabajo para llevar la comida a la mesa.
“Nosotros dejamos de creer en Santa Claus cuando murió Pedro Infante. Algunos terminamos de estudiar, otros no, trabajamos. Trabajamos muy jóvenes y vimos otra realidad”, reveló Margarita Infante, otra de sus sobrinas.
Otros se dirigieron a las propiedades de Infante para tratar de sacar cualquier objeto de valor. El objetivo era venderlo, o simplemente quedarse con algún recuerdo de quien tanto les ayudó.
Hubo quienes pensaron en la matriarca de la familia, Refugio Cruz Aranda, y le llevaron las cosas que consiguieron en las viviendas del cantante nacido en Sinaloa. Doña Refugio falleció dos años después de la trágica muerte de su hijo.
Hoy, 64 años después de la tragedia, las hijas de Pedro Infante son las únicas que reciben las regalías de las películas y temas del actor. Sin embargo, nunca pudieron habitar sus propiedades. Estas fueron demolidas o vendidas a personas que las acondicionaron como hoteles o museos.
Pedro Infante en foto de archivo. | Foto: Getty Images
Infante no solo protagonizó importantes películas del cine mexicano, sino también muchos idilios apasionados con mujeres del espectáculo, entre las que destaca Blanca Estela Pavón. Ambos formaron uno de los grandes romances de la gran pantalla en ese país.
Su sorprendente química ante las cámaras los convirtió en auténticas leyendas del cine hispanoamericano. Juntos participaron en seis proyectos, entre los cuales se encuentran 'Nosotros los pobres' y 'Ustedes los ricos'.