Muere el padre de Adele a los 57 años: su problemática relación marcada por el alcoholismo y el abandono

El padre de la talentosa cantante británica ha pasado a mejor vida a los 57 años de edad. Su relación con su famosa hija siempre estuvo marcada por la distancia y el abandono.

Mark Evans, el padre de 57 años de la icónica cantante británica Adele, falleció el pasado 10 de mayo de 2021, víctima del cáncer intestinal. Evans luchó por años contra esta condición.

Por los momentos, Adele no se ha pronunciado sobre la muerte de su padre. La relación de la cantante con su progenitor fue siempre distante y conflictiva, tanto en su infancia como en su adultez.

MALA RELACIÓN

El padre de Adele dejó a su familia cuando la niña tenía apenas tres años de edad. Su ausencia marcó los primeros años de vida de Adele, quien fue criada por su madre y sus abuelos maternos.

Las cosas empeoraron cuando el padre de Evans murió en 1999. Mark cayó en una fuerte depresión, pues su relación con su padre siempre fue muy difícil y no pudo repararla antes de que muriera.

Poco tiempo después, Evans buscó refugio en el alcohol. Desarrolló una fuerte adicción al alcohol. "Fui un padre pésimo cuando ella realmente me necesitaba", admitió en una entrevista de 2011, según recoge The Sun.

Adele y su abuelo paterno tenían una gran relación. Según Mark, ella adoraba a su abuelito. La niña tenía apenas 12 años cuando el padre de Mark falleció, y necesitaba el apoyo de su propio padre.

En vez de eso, Mark se dedicó a consumir enormes cantidades de alcohol. Su estado de ebriedad permanente lo hacía sentir tanta vergüenza que prefirió no darle la cara a su hija por años, para que no pudiera ver las condiciones en las que vivía.

En aquella entrevista de 2011, Mark comentó que las experiencias de Adele con el abandono seguramente le impedían tener relaciones románticas estables. La cantante se sintió profundamente indignada de que su padre hablara sobre ella con la prensa de esa forma.

"Estaba lista para intentar tener una relación con él. Pero lo destruyó todo. Nunca volveré a dirigirle la palabra", dijo a la revista Vogue en 2012.

PADRE SUSTITUTO

En 2015, gracias a la influencia de la abuela de Adele, Rose, padre e hija intentaron reconectarse. El cáncer intestinal de Evans inspiró la compasión de la abuela, quien insistió hasta que Adele accedió a hablar con su padre.

Mark dijo en aquel entonces que su relación se había reparado y que todo estaba bien. Afirmó que habían resuelto sus malentendidos, y no ofreció mayores detalles. La prensa interpretó esto como señal de una creciente intimidad entre padre e hija.

Sin embargo, el error de Evans al traicionar la confianza de su hija con la prensa en 2011 llevó a Adele a buscar figuras paternas en otros lugares. Uno de los más importantes "padres sustitutos" que tuvo fue su mánager, Jonathan Dickins.

En su discurso de aceptación en los premios Grammy 2017, Adele dijo que ama a su mánager como a un padre. Al mismo tiempo, aclaró que no amaba a su padre, pero que ama a Dickins como si fuese su padre.

Estos comentarios hicieron a muchos dudar de la supuesta reconciliación de 2015. Algunos fans criticaron a Adele por decir semejante cosa sobre su propio padre en un espacio tan público como los premios Grammy.

CÁNCER Y MUERTE

A Evans le fue diagnosticado un cáncer intestinal en 2013. Vivió con esta fatal condición por más de ocho años.

En 2019, tras seis años luchando contra el cáncer, un reportaje reveló que Mark había tenido que abandonar su trabajo como plomero. Estaba ahora fungiendo de repartidor, ganando el sueldo mínimo.

Hacia el final de su vida, fuentes indican que tenía el corazón roto por su mala relación con su hija, y que deseaba ser un abuelo "normal" para el hijo de la cantante, Angelo Adkins.

Evans murió el 21 de mayo, apenas un par de semanas después de que Adele cumpliera los 33 años, el pasado 5 de mayo.