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Chiste del día: una mujer se atascó en el asiento del inodoro recién pintado

Stef Colina
17 may 2021
14:00

Un hombre quiso sorprender a su mujer con un gesto especial, pero las cosas no resultaron como esperaba.

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El esposo estuvo esperando el momento perfecto para pintar el asiento del inodoro, pero como ella siempre lo usaba, no podía cumplir su objetivo.

Una pareja afligida. │Foto: Shutterstock

Una pareja afligida. │Foto: Shutterstock

APROVECHÓ LA OPORTUNIDAD

Por suerte, su esposa decidió salir de la ciudad para visitar a su prima, quien acababa de dar a luz a una niña. En algún punto la mujer dijo que alargaría su estadía unos días más.

El hombre sintió que era el momento perfecto para darle un toque fresco a su baño y pintar el asiento del inodoro para hacerlo más atractivo. Fue al taller de pintura de la calle y compró los materiales para hacer el trabajo.

FUE INESPERADO

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Después de terminar su trabajo, cerró el baño para esperar a que se secara el asiento del inodoro. Calculó que tardaría entre ocho y 10 horas en estar listo.

Después de un rato, escuchó un golpe en su puerta. ¡Era su esposa! Había regresado de su visita antes de lo esperado. Explicó que su prima se iba a su casa de campo con el recién nacido y que no estaba preparada para el largo viaje.

NO RESULTÓ COMO ESPERABA

Entró al baño y se sentó en el asiento del inodoro. Cuando intentó levantarse, se dio cuenta de que el asiento se le había pegado al trasero.

Atemorizada, le pidió a su esposo que la llevara al hospital. Cuando llegaron la mujer le preguntó al médico si había visto algo así. Él respondió: "Sí, pero nunca enmarcado".

Mujer con apariencia pensativa. │Foto: Getty Images

Mujer con apariencia pensativa. │Foto: Getty Images

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LOS TRES SOBRES

En otra historia, un hombre moribundo le dio a su mujer tres sobres con instrucciones. En el primero había 5.000 dólares con los que la viuda debía comprar un buen traje y un lindo ataúd para el cadáver.

En el segundo había 10.000 dólares para organizar un lindo funeral. La mujer asumió los designios de su marido y le concedió sus últimos deseos. A la ceremonia asistieron familiares y amistades que rindieron sus honores al hombre.

En el tercer sobre había 20.000 dólares para costear una costosa piedra que sirviera de lápida. Haz clic aquí descubrir qué hizo la mujer con el resto del dinero.

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