Las similitudes entre el "caso José Bretón" y la desaparición de las niñas de Tenerife
Al igual que en el caso Bretón, no se han encontrado rastros de sangre en el automóvil del sospechoso.
La desaparición de Anna y Olivia hace aproximadamente un mes conmocionó a toda España. Su padre, Tomás Gimeno, las recogió la tarde del martes 27 de abril y desde entonces, se desconoce el paradero de las pequeñas.
Todo apunta a que el motivo del secuestro fue una venganza contra la madre, Beatriz Zimmerman. Esta desaparición de las niñas guarda muchas similitudes con el caso de José Bretón que tuvo lugar hace nueve años.
LAS HIPÓTESIS
Los investigadores responsables del caso de las niñas de Tenerife manejan varias hipótesis. En un principio se creyó que el sospechoso pudo haber cometido filicidio y posteriormente haberse suicidado.
La teoría surgió por una llamada en la que Gimeno advertía a su expareja que no volvería a ver otra vez a sus hijas. También se comunicó con su entorno más cercano en un tono de despedida, lo que reforzó la hipótesis del suicidio.
Sin embargo, la Guardia Civil maneja la posibilidad de que el sospechoso puede haber recibido ayuda durante su fuga por vía marítima. Esto explicaría por qué Tomás transfirió la suma de 55 mil euros justo antes de desaparecer del mapa.
También explicaría su necesidad de cargar el móvil la noche que zarpó del puerto de Santa Cruz. Allí, cargó una maleta y dos bolsas del tamaño suficiente para trasladar los cuerpos.
FALTA DE EMPATÍA
La incertidumbre por la desaparición de Anna y Olivia hizo recordar al trágico final sufrido por Ruth y José Bretón hace casi una década. Los niños, de seis y dos años, fueron asesinados por su padre en una venganza contra Ruth, su madre.
Fue el 8 de octubre de 2011 cuando José Bretón llamó a emergencias para reportar la desaparición. El hombre explicó a la policía que se sentó en una banca del parque Cruz Conde de Córdoba y perdió de vista a los pequeños.
Tiempo después, las cámaras de seguridad del parque demostrarían que sí había estado allí, pero sin sus hijos. Los investigadores tardaron 11 meses en confirmar el hallazgo de los restos mortales de Ruth y José.
Durante la búsqueda, los funcionarios de la Guardia Civil notaron una completa frialdad y falta de empatía en el sospechoso. Por si fuera poco, se mostró alegre y bromista mientras se realizaba una búsqueda en la plantación de sus padres, Las Quemadillas.
GEOLOCALIZACIÓN DEL MÓVIL
Al igual que ocurrió en el caso Bretón, se utilizó la geolocalización del celular de Gimeno para conocer sus pasos. Esta tecnología se ha convertido en una de las últimas esperanzas para resolver la desaparición.
Las autoridades han obtenido la información gracias a un duplicado de la tarjeta del teléfono móvil, mismo método usado para resolver el caso Bretón.
El geoposicionamiento de Tomás delimita un área del océano donde la Guardia Civil hará un rastreo con un buque oceanográfico. El vehículo cuenta con un sistema de sonda multihaz y un robot submarino que facilitará la búsqueda.