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Una madre cuyo hijo desapareció hace 30 años recibe una nueva esperanza

Mayra Pérez
27 jul 2021
21:20

La pesadilla que viven los padres que han perdido a alguno de sus hijos no termina hasta tener alguna respuesta. A tres décadas de su desaparición, la madre de Ben Needham ve renacer sus esperanzas.

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El pasado 24 de julio se cumplieron 30 años del día en que el pequeño de 21 meses desapareció de la casa de sus abuelos maternos, en la isla de Kos. Su madre se encontraba trabajando.

A lo largo de tres décadas, son muchas las veces que la policía ha recibido pistas sobre el posible paradero del niño; ninguna ha sido efectiva. Ahora resurge la esperanza para esta angustiada madre: su hijo podría estar vivo.

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NUEVAS PISTAS

En 2017, los activistas del grupo de Facebook Help Find Ben Needham recibieron una nueva pista muy alentadora. En ella se mencionaba que tenían información sobre la isla de Corfú.

Dicha isla se encuentra a casi mil kilómetros del lugar de desaparición del niño. Aun así, el relato es suficientemente alentador como para que Kerry Needham, madre de Ben, se sienta ilusionada.

“Me siento como un árbol en medio de un tornado. Estoy tratando desesperadamente de no hacerme ilusiones, pero no puedo dejar de pensar en eso”, expresó Kerry, según cita Mirror.

El testigo contó que cuando él y su primo eran unos adolescentes, una de las personas que trabajaban en la cocina del campamento donde estaban llegó con un niño de la mano. Dijo que lo había encontrado en la playa.

El niño lloraba desconsolado, estaba muy sucio y lucia muy angustiado. Sus pies estaban descalzos, usaba un pañal, por lo que podría tener entre 1 y 2 años, y una franela blanca de algodón.

El niño era rubio y hablaba en inglés. Aparte de los primos, dos personas más recuerdan el episodio. Dalida Messian, recepcionista del campamento, y el dueño del mismo.

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SOBRE LA MUJER

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Al no encontrar entre los presentes a los padres del niño, la mujer dijo que iría a la policía. Pero nunca más volvió al trabajo. Posteriormente alguien se la encontró y confesó haberse quedado con el pequeño.

El grupo de Facebook pudo localizar a la mujer y aparentemente dijo no recordar el episodio, lo cual les resultó cuando menos inusual. Ahora, esperan que la policía de South Yorkshire tome acciones.

“Es el no saber. Solo trato de seguir con mi vida porque cuando te golpeas la cabeza contra una pared de ladrillos duele después de un tiempo. Nos ha destruido a todos”, dice Eddie, abuelo del niño.

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