Un hombre solo puede ver con impotencia cómo la marea se lleva su auto
En el Reino Unido, un turista que estaba conduciendo su vehículo a través de la playa tuvo que ver con impotencia como el auto era consumido por la marea.
Un turista que fue a la playa en automóvil para ver el mar de cerca tuvo que salir de su auto cuando la marea subió e inmovilizó el vehículo. El auto quedó totalmente sumergido en el agua.
El hombre intentó mover el auto, pero la arena empantanada no permitía al auto desarrollar tracción alguna. Solo podía ver con impotencia mientras la naturaleza reclamaba su propiedad.
Auto en la playa. | Foto: Pexels
El vehículo, un voluminoso Ford de siete puestos, era demasiado pesado como para reposar sobre la arena fangosa. Rápidamente el terreno comenzó a ceder, y gran parte del auto se hundió.
La trompa del vehículo fue la primera en hundirse en esta suerte de arenas movedizas. En este punto, el turista supo que sería totalmente imposible recuperar el auto por su cuenta.
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Voluntarios de la guardia costera llegaron al lugar un par de días después para ayudar al hombre. Sin embargo, testigos presentes en la escena dijeron que el hombre debería pagar los costos del rescate, que tomó más de una hora.
Tim Curtis, fotógrafo aficionado, vio al turista examinar el auto. Afirmó que se trata de una pérdida total, debido al daño sufrido por sobrellevar cuatro mareas a través de dos días.
El fotógrafo agregó que el turista se merece lo que sucedió. "La gente normal espera a que entre la marea, no sale a buscarla. El agua estaba a más de 300 metros de la costa y el idiota decidió conducir hasta ella", dijo.
"No puedo creerlo. Después de unos 100 metros de playa es barro suave, pero siguió 200 metros más antes de quedar atascado. Nadie puede creer lo lejos que condujo", agregó.
"Yo también tengo un auto 4x4, y cuando me salgo de la arena, el suelo se pone suave. Cualquiera con cerebro pondría el auto en reversa. Es sentido común. Hay muchos letreros en la playa (...) Tenía que ser un turista", acotó.
Los hechos ocurrieron en Somerset, Inglaterra. Según la guardia costera, es común que los turistas lleven sus vehículos hasta el borde del mar, y luego quedan atascados al subir la marea.