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Un hombre encontró un lindo cachorro refugiado en un zapato y le dio una nueva vida

Valeria Garvett
28 ago 2021
18:00

Un hombre escuchó unos pequeños llantos, sin imaginarse que provenían del perrito más pequeño que sus ojos habían visto. ¿Lo más descorazonador? El animalito se estaba refugiando detrás de un zapato.

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Goran Marinkovic, un buen samaritano oriundo de Serbia, suele alimentar a animales callejeros cada vez que puede. De hecho, cuando sale de casa, lo hace con una bolsa de alimento por si se cruza con un peludito que necesite una mano amiga.

El año pasado, Goran transitaba por una vía angosta cuando escuchó unos sonidos extraños viniendo de unas rocas al costado de la carretera. Intrigado y sospechando de qué se trataba, se acercó más y más hasta que pilló una creatura del tamaño de su mano.

Era una perrita diminuta en evidente estado de abandono, sin su madre cerca. El animalito lloraba mientras se refugiaba detrás de una bota vieja. Había basura a su alrededor, y claramente, la cachorrita estaba en grave estado.

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De inmediato, Goran supo qué hacer. El buen samaritano tomó un poco del salami que cargaba consigo y lo colocó en el suelo, cerca del animalito: “Tenía frío, hambre y sed”, recordó el serbio sobre su encuentro.

Sabiendo que la perra era muy joven para estar sola, Goran miró por los alrededores, por si su madre aparecía. No obstante, no había rastro de otros perros en la zona.

Cuando se acercó a la cachorra, ella se acostó de inmediato y le mostró su barriguita. ¿Era una señal de auxilio?

"Ella estaba exhausta. Sabía que yo podría ser su única oportunidad, así que se acostó y se rindió al destino", relató Goran.

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Claro que no podía dejarla atrás, así que el hombre la tomó en sus manos y la llevó al veterinario. No sabía si sobreviviría después de haber vivido en esas condiciones quizás durante toda su vida, pero valía la pena intentarlo.

La adorable mestiza, a la que Goran llamó Coco, se comportó como toda una luchadora. Nunca se rindió y superó sus baches de salud.

A medida que la cachorra recuperó su fuerza, su amorosa personalidad comenzó a salir a flote: "Ella ama a la gente y siempre está alegre", comentó su rescatista.

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Después de recuperarse, era momento de encontrarle un hogar. A través de su cuenta de Facebook, el serbio relató la situación de Coco. Inmediatamente, muchos se ofrecieron a adoptarla.

Increíblemente, una familia alemana fue la elegida para darle un nuevo hogar. Ha pasado un año desde su rescate, y ahora Coco vive una vida plena y llena de amor, el amor que siempre mereció.

"Cada perro rescatado de la calle que encuentra un hogar es una victoria para mí", dijo Goran.

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