Papá adoptó a la "niña en la ventana" y cambió su vida, a pesar de que le advirtieron que la dejara
La vida de Danielle Crockett cambió mucho para mejor cuando fue adoptada por Bernie y Diane Lierow. Conocida como la "niña en la ventana", esta niña fue víctima de descuido y abandono.
Los primeros años de su vida, Danielle sufrió sin que casi nadie supiera de su existencia. Durante los primeros 7 años de su vida, vivió confinada a una habitación diminuta en una vivienda alquilada en Florida, donde pasaba hambre y vivía como niña salvaje.
Danielle al momento de su rescate. | Foto: Facebook.com/tampabaycom
Su madre biológica, Michelle Sara Crockett, tenía dos hijos adolescentes de una relación previa. Se mudó a Tampa Bay cuando Danielle era bebé. No tenía recursos para mantener a la familia y solía volver a casa en estado de ebriedad tras pasar el tiempo en los casinos.
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Los dos hermanos mayores de Danielle la vigilaban, y nadie entre los vecinos sabía que Michelle tenía una hija. Había nacido el 21 de septiembre de 1998, pero no fue sino hasta que cumplió 7 años que un vecino vio su rostro pálido a través de una ventana rota. La rescató el detective Mark Holste, quien dijo a los medios sobre Danielle:
"Fue el peor caso de abandono que me ha tocado ver".
Holste trabajaba para la Policía de Plant City, y encontró a Danielle el 13 de julio de 2005. Llegó a la casa respondiendo a la denuncia de un vecino que reportó un caso de severo maltrato infantil. La niña salvaje yacía en un colchón maltrecho, con un pañal como única vestimenta.
Cuando el detective le preguntó su nombre, la niña se quedó en silencio. La investigación revelaría que Danielle nunca había salido de la habitación oscura del tamaño de un armario en la que estaba. No solo nunca había ido a la escuela: ni siquiera había tenido interacción con nadie ni había comido alimentos sólidos en toda su vida.
Danielle al momento de su rescate. | Foto: Facebook.com/tampabaycom
Fue enviada de inmediato al Hospital General de Tampa Bay, donde los médicos constataron que no podía caminar, hablar ni comer sin asistencia. Su estado de desarrollo se asemejaba al de un bebé.
En octubre de 2007, fue adoptada por Bernie y Diane, quienes se la llevaron de un orfelinato. El matrimonio empezó a llamarla Dani, y la llenó del afecto que nunca había recibido de su madre biológica. Los Lierow tenían cinco hijos, pero su afecto por Dani era infinito.
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Incluso escribieron un libro sobre la experiencia de adopción. "Si al narrar la historia de Dani otros niños consiguen hogar, su sufrimiento habrá valido de algo", expresaron al Daily Mail.
La pareja expresó que la llegada de Dani les cambió la vida para mejor. Sintieron una gran conexión con ella desde que la vieron en el hogar de huérfanos. Bernie expresó que siempre había querido una hija, y que agradecía a Dios por haberle dado a Dani.
Tras adoptar a Dani, la pareja adoptó más hijos. Bernie siempre hizo todo lo que estaba a su alcance para asegurarse de que Dani no se hiciera daño a sí misma ni a la casa. Incluso intentó enseñarle lenguaje de señas.
Danielle, ya adolescente, junto con su padre adoptivo Bernie. | Foto: Facebook.com/tampabaycom
"Me dije, así son las cosas. La adoptamos. Nunca me daré por vencido con mi bebé", afirmó.
Todo se complicó para Bernie cuando Diane lo dejó. Se divorciaron en 2015, pero él nunca culpó a su hija adoptiva de ello. Eso sí, se le hacía muy difícil cuidar solo de ella, que requería acompañamiento permanente.
Cuando Dani cumplió 18, pudo acceder a la Seguridad Social y a la cobertura de Medicaid. Después de Navidad, la llevó a una residencia grupal, y la dejó con sus juguetes y su ropa. Le dijo que la amaba, pero no podía cuidar bien de ella solo.
Esto no quiere decir que la haya abandonado. En la residencia cuidan de ella, pero él la visita regularmente y pasa tiempo con su hija adoptiva. Asegura que, de tener que elegir de nuevo, volvería a elegir ser su padre.