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Mi esposa acarició a un recién nacido, pero no tenía idea de que era nuestro hijo - Historia del día

Vanessa Guzmán
28 sept 2021
08:00

Mi esposa tuvo un embarazo difícil y sucedió algo terrible en el hospital. Cuando le mostré a nuestro hijo, ella no tenía idea de quién era y los médicos no me dieron esperanzas.

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Mercedes y yo quedamos embarazados a principios de 2018. Estábamos muy emocionados de formar una familia después de intentarlo durante varios meses.

Pero su embarazo dio un giro inesperado. Después de unos meses, ella tuvo que estar de reposo absoluto en cama. Su condición se volvió peligrosa.

Bebé recién nacido. | Foto: Shutterstock

Bebé recién nacido. | Foto: Shutterstock

Un médico dijo que sería más seguro interrumpir el embarazo y utilizar una madre sustituta. "¡No! ¡No mataré a mi bebé!", se lamentó ella ante esa opinión.

“Cariño, podría ser mejor así. No quiero perderlos a los dos si ocurre lo peor", sugerí.

"Luis, no podemos hacer eso. ¿Y si no podemos tener otro hijo? Este es mi bebé. Ya me siento conectada con él o ella. No puedo. No puedo. No puedo", expresó Mercedes.

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"Está bien, cariño", acepté de mala gana. "Pero vayamos a otro médico para una segunda opinión".

Visitamos a otro especialista y nos dio un poco de esperanza.

“Mire, este embarazo es extremadamente riesgoso tanto para usted como para el bebé. Es por eso que su otro médico sugirió la terminación. Pero podemos solucionarlo. Tienes que estar de reposo en cama de inmediato y seguir exactamente mis instrucciones”, dijo el médico.

Sí, doctor Machado. ¡Haré lo que sea!", respondió Mercedes emocionada. Yo no estaba tan seguro de esto, pero fue principalmente su decisión. Era su cuerpo.

"Existe una gran posibilidad de que entre en trabajo de parto temprano, y en ese caso tiene que llegar rápido. La medicina no hará mucho. Tendrás que hacer todo, y si crees en algún Dios, es hora de orar para que todo salga bien”, finalizó el galeno.

Pareja esperando un bebé. | Foto: Pexels

Pareja esperando un bebé. | Foto: Pexels

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Salimos de su consultorio con un poco más de esperanza, sabiendo que podríamos tener este bebé. Pasaron unos meses y seguimos sus instrucciones al pie de la letra. Pero alrededor del séptimo mes, Mercedes de repente entró en labor de parto y salimos rápido al hospital.

El Dr. Machado logró detener sus contracciones. Pero dijo que sería mejor que Mercedes se quedara en el hospital por el resto de su embarazo. “Queremos mantener al bebé adentro el mayor tiempo posible”, explicó el médico.

Solo salía del hospital para ir a trabajar y recoger algo de ropa. Pero dormí allí todas las noches hasta que mi esposa me dijo que lucía demasiado cansado. “Necesitas dormir en casa hoy”, me dijo.

"No, cariño. Quiero estar aquí por si pasa algo”, contesté.

“No ha pasado nada durante días. Esa cama plegable se ve muy incómoda. Vete a casa y duerme en nuestra cama esta noche”, insistió.

Desafortunadamente, ella tenía razón. Mi espalda me estaba matando después de varios días en la cama plegable del hospital. Estuve de acuerdo y me fui.

Mujer en consulta médica. | Foto: Pexels

Mujer en consulta médica. | Foto: Pexels

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Pero mi teléfono empezó a sonar en medio de la noche. Era mi suegra. Me comunicó: “El hospital me llamó porque no pudieron localizarte. Mercedes va a parir y algo más que no pude entender. ¡Vamos en camino!".

"¿Qué pasó, Dr. Machado?", exclamé cuando llegué.

“Mercedes comenzó a sangrar sorpresivamente. Luego la llevamos de urgencia a cirugía. Su hijo está sano y perfectamente. Pero ella…”, manifestó el doctor.

"¡¿Qué?!", dijo llorando la mamá de Mercedes.

“Fue un parto difícil. Su cerebro sufrió una hemorragia, pero el neurocirujano lo reparó. Sin embargo, existe la posibilidad de que Mercedes haya perdido algunos recuerdos debido a la ubicación del sangrado cerebral", explicó el profesional de la salud.

"Pero estará bien, ¿verdad?", pregunté.

"Ella está estable por ahora. Tendremos que ver cómo va”, dijo el médico al salir de la habitación. Me senté junto a su cama prometiendo no irme nunca más. Después de unas horas, sus padres tenían que ir a trabajar, pero regresarían más tarde.

De repente, Mercedes abrió los ojos. "¿Quién eres tú?", me dijo mientras se quejaba del dolor. Llamé al médico, quien la examinó y confirmó que sufría de amnesia. Traté de refrescar su memoria, pero su cerebro no registró esas cosas por mucho tiempo.

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Bebé recién nacido. | Foto: Pexels

Bebé recién nacido. | Foto: Pexels

Entonces decidí llevarla a la sala de recién nacidos. Le mostré a nuestro hijo, Eugenio, y ella lo acarició. "Qué hermoso bebé. ¿Es tuyo?", preguntó mientras le palmeaba la espalda.

"Sí, y también es tu hijo", le dije, esperanzado.

"No tengo un hijo", indicó Mercedes, y su mirada se quedó en blanco. Bajó la mano y miró hacia el pasillo. Fue así durante muchos días. Pero le traía a Eugenio y le hablaba de nuestras vidas constantemente.

Un día, ella me miró con complicidad. "No recuerdo tu nombre, pero recuerdo que te amo", dijo. Lloré de felicidad. Poco a poco, comenzó a mejorar y a retener las cosas, aunque el médico dijo que era posible que sus recuerdos nunca regresaran.

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De cualquier forma, esto era un progreso. Mejoraría recordando su presente. Finalmente, la llevé a casa y nos convertimos en una gran familia.

Madre con su bebé. | Foto: Pexels

Madre con su bebé. | Foto: Pexels

¿Qué podemos aprender de esta historia?

El embarazo es arriesgado: Cualquier embarazo conlleva riesgos, pero a veces es peor para algunas personas. Habla sobre las opciones antes de comprometerte.

Tómate en serio “en la salud y en la enfermedad”: Luis siguió al pie de la letra sus votos matrimoniales porque ni una sola vez abandonó a Mercedes. Lamentablemente, no todos los maridos son así.

Comparta esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Esta es una obra de ficción. Nombres, personajes, negocios, eventos e incidentes son productos de la imaginación del autor. Cualquier parecido con personas reales, vivas o fallecidas, o hechos reales es pura coincidencia.

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