Mujer de 32 años se convierte en mamá de trillizas tras resignarse a no ser madre después de dos trágicos abortos
Una mujer dio a luz a tres pequeñas grandes alegrías tras tener dificultades para ser madre durante años. Su milagro llegó cuando ella ya se había dado por vencida de su sueño de ser mamá.
Natasha y Ryan O'Grady son una pareja inglesa que tuvo problemas para procrear. Natasha perdió dos embarazos alrededor del onceno mes, y los O'Grady ya se habían resignado a que no concebirían por medios naturales.
Natasha y Ryan O'Grady con sus trillizas. | Foto: Instagram.com/la_sidhu
Todo cambió cuando ella volvió a quedar embarazada y fueron a realizarse un control para ver la salud del bebé. No solo encontraron un latido saludable: ¡eran tres! Fue un momento muy emotivo para esta pareja.
Pese a haber pasado el momento del embarazo en el que las cosas habían ido mal otras veces, no querían hacerse ilusiones. Se mantuvieron escépticos, con temor de que todo volviera a resultar en pérdida y dolor.
Natasha admite que esos sentimientos la acompañaron desde que supo que estaba nuevamente embarazada. Los abortos espontáneos anteriores le dejaron una herida en el corazón.
"Fue extremadamente traumático tanto mental como físicamente, y empecé a pensar que nunca sería mamá. Cuando quedé embarazada por tercera vez no hubo abrazos de celebración", reveló.
Las primeras semanas fueron de pánico. La pareja esperaba otro aborto espontáneo de un momento a otro, y solo se relajaron un poco cuando los controles a las 14 semanas salieron bien.
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El miedo no los abandonó, de todos modos, sino hasta que dieron la bienvenida a sus tres angelitos. Dar la bienvenida a sus hijas Onyx, Maddox y Quinn lo cambió todo para esta familia, que ahora vive en Londres.
"No es sino hasta que lo vives que te das cuenta de que esto sencillamente no es lo que le pasa a una gran parte de la sociedad. Nada nos podía preparar para nuestra incursión a la paternidad", dijo Natasha.
Admite que siempre creyó que el embarazo sería fácil, hasta que experimentó los abortos espontáneos. Nunca había imaginado que las cosas serían así.
Su primer embarazo fue en 2019 y la llenó de ilusión. Pero en la semana 11, un control reveló que el corazón de su bebé no latía.
La pérdida hundió a Natasha en un pozo de angustia. Pero ella y su entonces prometido decidieron hacer borrón y cuenta nueva.
Con 32 años, la joven pareja puso todas las energías en planificar su boda, que sería en agosto de ese año. Natasha quería mantenerse en positivo.
Meses después, estaba embarazada de nuevo. Quiso ignorar las señales de que las cosas no iban bien, pensando que concentrarse en lo bueno haría que lo otro se solucionara solo. No ocurrió.
A las 11 semanas de embarazo, se desmayó en su casa. Volvió a perder el embarazo, lo que la sumió en una profunda depresión.
Con ayuda profesional, pudo salir de ese momento oscuro. Pero no le quedó confianza para el tercer embarazo, que lo vivió con miedo a otra pérdida.
Afortunadamente, esta vez todo salió de maravillas. Y para sumar milagro a la historia, tuvo trillizos, algo que muy rara vez ocurre con embarazos que no se dan por fertilización asistida.
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