logo
página principalMedios
Shutterstock
Shutterstock

Anciana desaparece de la residencia y los médicos revisan las cámaras de seguridad - Historia del día

Diego Rivera Diaz
12 oct 2021
03:00

La desaparición de una señora mayor en un ancianato causó caos luego de que las imágenes de una cámara de seguridad revelaran la razón de su enigmática partida.

Publicidad

Susana era enfermera en un ancianato local, además de ser madre de una niña enferma. El padre de la pequeña Rubí falleció en un accidente vial, por lo que Susana debía cuidar de su hija por su cuenta.

Entre trabajar turnos extra y cuidar de Rubí, Susana no tenía tiempo para el romance. Además, le costaba mucho cubrir el costo de los tratamientos de su hija.

Enfermera y residentes en un ancianato. | Foto: Pexels

Enfermera y residentes en un ancianato. | Foto: Pexels

Rubí tenía un tumor en el cerebro. Podía ser extirpado con una cirugía, pero Susana simplemente no tenía suficiente dinero para eso. Entretanto, sometió a su hija a quimioterapia para al menos poder reducir el tumor.

Era un antídoto temporal. Los doctores la instaron a llevar a su hija al quirófano para aumentar sus probabilidades de sobrevivir. Y eso era lo que Susana quería hacer más que nada en el mundo, pero sin dinero, era imposible.

Publicidad

Las cosas cambiaron cuando una mujer mayor fue ingresada al ancianato un día. El personal hospitalario que la dejó en el ancianato ofreció muy poca información sobre la nueva residente.

La mujer pasó un tiempo inconsciente, y aparentemente en coma. Susana, quien estaba a cargo de su tratamiento, comenzó a familiarizarse con ella y su archivo médico poco a poco.

Todo parecía estar en orden, excepto una cosa: la edad de la mujer. Según los papeles, la mujer se llamaba Olivia, y tenía 80 años de edad. Pero para Susana, parecía ser mucho más joven que eso.

La enfermera decidió no compartir sus dudas con nadie, por los momentos. Supuso que alguien debió esforzarse mucho para lograr enviar a una mujer joven a un ancianato.

Mujer en cama de hospital. | Foto: Pixabay

Mujer en cama de hospital. | Foto: Pixabay

Publicidad

Susana hizo lo mejor que pudo por cuidar de Olivia. Tras varios días en el ancianato, la mujer finalmente abrió los ojos y comenzó a comunicarse con el personal.

Lo primero que hizo fue rogarle a Susana que no le informara a su familia que había despertado. La enfermera accedió, aunque no entendía del todo la situación. Eventualmente, le preguntó a Susana la razón de su secretismo.

"Mi querida Susana, esa es una larga historia", dijo Olivia, reacia a compartir sus motivos.

"¡Qué bueno que tengo tiempo!", respondió Susana, curiosa y determinada.

Olivia decidió confiar en ella, y le contó todo. Al día siguiente, antes de que Susana entrara a su primer turno de trabajo, la anciana había desaparecido. El ancianato era un caos cuando Susana llegó.

"¿Qué está pasando?", le preguntó a una colega. "Olivia desapareció", le respondieron varios compañeros al unísono.

Camas de hospital vacías. | Foto: Pixabay

Camas de hospital vacías. | Foto: Pixabay

Publicidad

"¡¿Qué?!", exclamó Susana.

"Ella simplemente no estaba en su habitación durante el pase de lista y nadie la ha visto desde entonces. Todos estamos un poco preocupados porque no hay forma de que ella se haya movido por su cuenta, lo que significa que debe haber sido secuestrada".

"Los médicos han solicitado las imágenes de las cámaras de seguridad para ver qué sucedió". Susana fingió sorpresa, pero discretamente se escabulló hacia la cabina de seguridad.

Todos los doctores estaba parados detrás de los guardias de seguridad, que monitoreaban las grabaciones de las cámaras del ancianato de esa mañana. No había rastro de Olivia.

Al retroceder hasta la noche anterior, notaron algo inusual: una hermosa mujer en una bata médica de color blanco saliendo de la habitación de Olivia a altas horas de la madrugada.

"¡Haga un acercamiento a esa mujer!", ordenó uno de los supervisores del ancianato.

Personal de seguridad observando cámaras. | Foto: Getty Images

Personal de seguridad observando cámaras. | Foto: Getty Images

Publicidad

Cuando acercaron el video, todos quedaron mudos de la impresión. ¡La hermosa mujer era Olivia! De alguna forma, había cambiado su apariencia radicalmente.

Todo el personal del ancianato comenzó a postular alocadas teorías para explicar los hechos. En medio de toda esta especulación, Susana aprovechó para salir discretamente del recinto.

Esa noche, se encontró con Olivia en un lujoso hotel, muy lejos del ancianato.

"Gracias por toda tu ayuda, Susana", dijo Olivia. "No podría haberme zafado de esa sin ti".

"Está bien, estoy feliz de haber podido ayudar. Solo espero que cumplas con tu parte del trato", dijo Susana.

"¡Por supuesto! Ya verás", respondió Olivia.

Dos mujeres apretando las manos. | Foto: Pexels

Dos mujeres apretando las manos. | Foto: Pexels

Publicidad

Cada una se fue por su lado. Susana volvió al ancianato para trabajar el turno nocturno, y Olivia se fue directo a la estación de policía.

Resulta ser que Olivia es una poderosa ejecutiva de 60 años y sin herederos. Su único pariente era su sobrino, Juan, un hombre avaro con problemas de ludopatía.

Una semana antes de que Olivia terminase en el ancianato, Juan descubrió que Olivia iba a nombrar a su asistente como sucesor en la empresa. Eso lo llevó a ingeniar un malévolo plan para tomar su el negocio por la fuerza.

Un día, Juan fue a casa de Olivia y metió peligrosas pastillas en su bebida mientras ella estaba distraída. Las drogas le indujeron un infarto que Juan asumió que sería letal.

Incluso esperó varios minutos antes de llamar una ambulancia. Sin embargo, Juan no sabía que Olivia estaba en perfectas condiciones de salud, por lo que pudo sobrevivir al infarto.

Ambulancia. | Foto: Shutterstock

Ambulancia. | Foto: Shutterstock

Publicidad

Cuando despertó en el hospital, hizo que su doctor la declarara en coma. A Juan le encantó recibir esta noticia, porque significaba que no tenía que lidiar con la culpa de haber matado a su propia familia.

Rápidamente coordinó el ingreso de Olivia al ancianato donde conoció a Susana. El día que le contó su historia a la enfermera, Susana dijo que la ayudaría, dejando algo de ropa, dinero y maquillaje en la habitación.

Olivia usó estos implementos para transformarse en la hermosa mujer con bata de doctora que se escapó de la habitación sin que nadie lo notara. A cambio, Olivia prometió ayudar a Susana con la operación de su hija.

Poco después, Olivia pudo vengarse de Juan, quien fue arrestado por intento de homicidio. Además, cumplió su promesa a Susana, y pagó por la cirugía de su hija enferma con el mejor doctor de la ciudad.

Doctores y enfermeras llevando a paciente a cirugía. | Foto: Shutterstock

Doctores y enfermeras llevando a paciente a cirugía. | Foto: Shutterstock

Publicidad

¿Qué podemos aprender de esta historia?

La avaricia corrompe. Juan era avaro, y esa avaricia lo llevó a intentar quitarle la vida a Olivia. Si hubiese tenido éxito, habría tenido que lidiar con la culpa de ser un asesino el resto de su vida.

El bien con bien se paga. Susana y Olivia pudieron ambas resolver sus problemas al hacer un trato basado en confianza y buena voluntad. Susana ayudó a Olivia a escapar de su situación, y Olivia la ayudó a curar a su hija.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares