Me casé solo para dar celos a mi ex-prometido y casi arruino mi vida - Historia del día
Me casé con el chico perfecto. Pero mi corazón todavía pertenecía a mi ex y terminé cometiendo el mayor error de mi vida.
No me malinterpretes, pero creo que las personas que tienen una alta autoestima no tienen nada de malo. Soy una mujer muy atractiva y guapa, siempre lo fui.
En la escuela secundaria, tenía muchos pretendientes que me ofrecerían paseos, me compraban flores y chocolates, pero yo tuve solo un amor. Y ese era Pedro.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
Pedro y yo llevamos juntos un año, siempre he estado enamorada de él. Es un hombre muy guapo y tuvo muchas novias antes de que tuviéramos la oportunidad de salir.
Es un hombre de negocios y, a veces, necesita viajar por asuntos de trabajo. En ocasiones pasaba meses fuera de casa mientras desarrollaba algún proyecto.
"No quiero que te vayas... te voy a extrañar", dije entre lágrimas antes de su último viaje.
"No estés triste, mi amor. ¡Regresaré antes de lo que piensas y nos casaremos tan pronto como vuelva!", manifestó Pedro.
El proyecto se amplió y lo esperé durante todo un año. Cuando volvió me dio una impactante sorpresa.
"Conozcan a mi esposa, Helen".
Vi toda la escena desde mi ventana cuando presentó a esa rubia falsa a sus padres. Su familia vive al otro lado de la calle de mi casa.
No podía creer lo que veía. Así que salí e hice una escena completa. “¡¿Qué diablos, Pedro?! ¿Cómo pudiste hacerme esto? Prometiste... yo... te esperé un año entero”. Estaba llorando, abofeteándolo y todos se sorprendieron.
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Esteban, mi vecino, tuvo que venir y separarnos.
"Lo siento Laura, pero conocí a Helen y nos enamoramos".
"¡Eres un sinvergüenza!", le grité.
Esteban me tomó de los brazos y dijo: "Vamos, Laura, no te mereces esto. Deja a este pícaro aquí".
"¿Qué estás haciendo aquí?", le pregunté.
“Vi todo y decidí ayudar. Y vi cuando Pedro llegó con esa chica rubia".
"Es un falso y poco hombre”, expresó Laura.
"Lamento todo esto. Pedro es un tonto por dejar a una chica como tú por esa rubia".
A partir de ese día, mi perspectiva de Esteban cambió. Era un gran hombre y con muy buen corazón, así que decidí darle una oportunidad y empezamos a salir juntos.
Un día, estaba sentada en un restaurante con Esteban y Pedro entró con su esposa. Esteban me estaba hablando, pero no pude evitar notar cómo nos miraba mi ex.
Ese día, decidí casarme con Esteban para fastidiar a Pedro. Estaba tan cautivada con la idea de venganza que me quedé atrapada en mis propios pensamientos durante la cena. "Te arrepentirás de perderme", dije, sin darme cuenta de que lo expresé en voz alta.
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"¿Qué dijiste?", me preguntó Esteban, claramente confundido.
"Lo siento, estaba pensando en voz alta".
Esa noche, decidí hablar con mi novio. "Dime, ¿realmente te gusto?", le pregunté.
"Me gustas, Laura, de verdad", respondió.
"Entonces, ¡Vamos a casarnos!", manifesté.
Pero Esteban fue cauteloso. "Simplemente no quiero ser tu chico de repuesto... ¡Quiero ser algo más para ti que el hombre con el que le das celos a Pedro! De esto se trata, ¿verdad?".
Esteban me pidió un tiempo y argumentó que ambos estábamos confundidos. Pero ese fin de semana, cuando salí con mis amigas, Esteban estaba en el mismo bar y vio a muchos chicos coqueteando conmigo.
Se puso celoso. Tenía miedo de perderme y me preguntó si podíamos volver a estar juntos, y le respondí que sí.
Pronto, aceptó mi oferta de matrimonio y nos casamos. Pocos días después de la boda, unos amigos me dijeron que Pedro se puso muy celoso y eso me encantó… conseguí lo que quería.
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Pasó el tiempo y yo estaba viviendo una vida de casada. Esteban fue el marido perfecto para mí. Pero la cosa es que todavía estaba enamorada de Pedro.
Un día, Pedro me pidió perdón. Su esposa lo había dejado por otro hombre.
"Lo siento mucho, Laura. Solo me doy cuenta ahora de lo que te hice y de lo importante que eras para mí. ¡Por favor perdóname!".
Este era el momento que había estado esperando. "¡Te extrañé mucho, Pedro!", le dije.
Nos abrazamos y pasamos la noche juntos. Me desperté en medio de la noche y volví a mis sentidos. Esteban me llamó y me envió un mensaje de texto varias veces, pero ni siquiera revisé mi teléfono una vez.
Entonces me di cuenta de lo que había hecho. ¡Pedro era el hombre perfecto solo en mi imaginación! Una vez que llegué a casa, no tuve que decir una palabra. Estaban lo sabía. Sabía lo que hacía y con quién estaba. Traté de explicarle, pero él no quiso escuchar.
“¡No puedo creer que hayas cambiado a nuestra familia por una aventura de una noche con él! Esto es suficiente, Laura. Mañana me voy de esta casa".
Un sueño falso me costó lo más preciado de mi vida. Mi felicidad estaba justo frente a mí, pero la vi demasiado tarde.
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Mantente fiel a tu pareja: Ser honestos el uno con el otro en lugar de ser infiel puede salvarte a ti y a tu pareja de mucho dolor innecesario.
- No idealice a las personas que no valen la pena: Pedro le mostró a Laura desde el principio qué tipo de persona era él. Laura lo idealizó porque todavía sentía algo por él y terminó cometiendo un gran error.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.