Recién nacido llora todo el tiempo sin que nada lo calme, y entonces sus padres revisan la cuna - Historia del día
Celeste y Kevin eran padres primerizos, y no entendían por qué su hijo no dormía bien, lloraba todo el tiempo y se irritaba cuando lo tocaban. Revisaron la cuna y descubrieron un misterioso amuleto.
Cuando Celeste quedó embarazada a los 18 años, todos le dijeron que se deshiciera del bebé, porque era demasiado joven. Su madre, Diana, dijo que un bebé arruinaría su vida.
Pero su novio, Kevin, dijo que apoyaría su decisión. Kevin tenía apenas 20 años. Al final, decidieron casarse, y tuvieron a su bebé, Jorge, meses después.
Se mudaron a la casa de la madre de Kevin. Florida. La señora Suárez fue muy amable, y los ayudaba con el bebé todo el tiempo.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels
Pero Celeste no sabía que ser madre sería tan agotador. "Nadie te dice nunca que el bebé no duerme ni un guiño en los primeros meses", se quejó con la señora Suárez una mañana.
Había pasado toda la noche en vela, abrazando al pequeño Jorge, que nunca paró de llorar. Ya era de día, no había dormido un segundo, y Jorgito aún estaba llorando. Celeste no sabía qué hacer.
"Ay, niña. De verdad que es horrible eso que estás viviendo. A mí no me tocó nada de eso, Kevin no era así. Y eso que yo era madre soltera", dijo la señora Suárez. "Deberíamos llevarlo al médico, por si acaso".
El pediatra examinó al bebé, pero no pudo encontrar ninguna causa física para sus síntomas. Les dijo que podía ser una etapa, y que son cosas que le pasan a ciertos bebés.
La señora Suárez trató de tomar a Jorge en sus brazos y mecerlo, pero el pequeño se había acostumbrado ya a los brazos de Celeste. Se negaba a dejar de llorar si alguien más lo sostenía.
Kevin era un esposo muy solidario, y ayudaba en todo lo que podía. Pero tenía dos trabajos a tiempo completo para mantener a la familia, además de estudiar en la universidad para darles un mejor futuro.
Por su parte, Celeste estaba desempleada, y había decidido posponer la universidad hasta que Jorge fuera mayor. La situación era muy difícil para todos.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock
"Voy a dejar que Jorge llore hasta que se duerma solo. Leí en foros en internet que muchos padres lo hacen, y el bebé se acostumbra rápido"; dijo Celeste a Kevin una noche.
"Creo que es una muy buena idea", dijo Kevin. "Es decir, el médico dijo que está sano. Quizás solo necesita dejar de ser tan mimado". Esa noche, dejaron al bebé llorar.
Fue horrible. Pasaron horas y seguía llorando, como si fuera a morir de dolor. "Amor, no puedo, voy a acostarme con él. Me da pena contigo y con tu madre", dijo Celeste mientras se levantaba de la cama.
"¿Estás segura, mi amor? Teníamos un plan", respondió Kevin. "Sí. Ya veré qué hago después. Pero tú tienes que dormir, y tu mamá no se merece tanto escándalo a su edad", dijo Celeste.
Al llegar al cuarto del bebé, encontró a la señora Suárez calmando al pequeño Jorge. Pero él no dejaba de llorar. "Lo siento, niña. Nada de lo que hago le gusta. Quiere a su mami", dijo.
Celeste tomó el bebé y se sentó en la mecedora. Pasaron juntos toda la noche. Se despertó agotada, pero Jorge al menos durmió unas tres horas, en sus brazos.
Kevin decidió darle un vistazo a la cuna. Era nueva, y la habían comprado en una tienda de lujo, pero quizás el colchón era incómodo o algo. Pero al revisar la pequeña cuna, algo cayó al piso. Era un extraño amuleto.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock
Parecía un atrapasueños, pero era muy pequeño, y tenía unos pequeños peces de metal colgando. "Celeste, ¿por qué pusiste esto debajo del colchón de Jorge?", le preguntó a su esposa.
"¿Qué? Nunca había visto eso en mi vida. ¿Estaba en su cuna?", respondió Celeste, aún en la mecedora. En ese momento, la señora Suárez se acercó y vio el amuleto.
"Oye, ¿qué pasa con el amuleto? Lo compré para Jorgito”, dijo la señora Suárez.
"¿Qué? ¿Tú pusiste esto en su cuna?", preguntó Kevin.
"Sí, ¿por qué? ¿Pasa algo? Eso ayuda a evitar las pesadillas, para que duerma mejor", dijo la mujer.
"¿Cuándo lo compraste? ¿Lo acabas de poner en su cuna?", indagó Kevin.
“No, lo compré el mismo día que compraste esa cuna. Estaba allí desde antes de que él naciera. ¿Nunca lo viste?", preguntó la señora Suárez.
"Mamá, creo que esta cosa le ha estado pinchando la espalda, y por eso no puede dormir", dijo Kevin. Celeste se levantó y le dio un vistazo al amuleto, aún sosteniendo a Jorge en sus brazos.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock
"Ay no. Qué pena con ustedes. Lo siento mucho, mijo", se disculpó la señora.
"Intentemos acostar a Jorgito en la cuna ahora", susurró Celeste, tratando de no despertar al bebé. Milagrosamente, el niño durmió horas sin ninguna interrupción.
“Ahora que está durmiendo bien, Jorge come mucho mejor. Creo que este niño es como aquella princesa que no podía dormir porque sentía un chícharo bajo el colchón”, dijo la señora Suárez, entre risas.
"Creo que eran los pececitos que lo estaban pinchando, mamá. No es que sea tan sensible como una princesa", dijo Kevin. Celeste sonrió. Finalmente había podido dormir bien. Hasta se duchó esa mañana.
Al poco tiempo, Jorge dejaba que cualquiera lo alzara, y dejó de ser tan quisquilloso. Colgaron el amuleto sobre la cuna, porque era un lindo gesto. Eso sí, lo pusieron a una buena distancia, para evitar que el bebé fuera a tragarse una pieza.
"No te preocupes, hijo. Podrás dormir tranquilo, y este amuleto ahuyentará cualquier pesadilla", le susurró Celeste mientras lo mecía en sus brazos, con una gran sonrisa.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Si tu bebé no está durmiendo, hay una razón. Revisa su cuna, su habitación, y todo su entorno. Si no hay nada, ve al médico. Los bebés lloran para intentar decirte algo.
- No pongas cosas en la cuna de un bebé sin avisar a los padres. La señora Suárez tenía buenas intenciones, pero Celeste estuvo agotada por meses porque el amuleto no dejaba dormir a Jorge.
Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.
Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.