Mujer pobre encuentra vieja cámara perdida en el océano y revela fotos ocultas - Historia del día
Una humilde mujer fue a bucear un día y volvió a la superficie con una vieja cámara que encontró en el océano. En su interior halló fotos ocultas que cambiaron su vida.
Era un fin de semana soleado en una ciudad tropical. Un momento perfecto para ir a la piscina o a la playa. Mary Bermúdez fue una de las muchas personas que optaron por la segunda.
Mary era maestra de escuela, y estaba casada con un bombero. La pedagogía infantil era su pasión, pero tenía un pasatiempo que no tenía nada que ver con las aulas.
Maestra de escuela. | Foto: Shutterstock
A Mary le encantaba nadar, pero aún más que eso, le encantaba hacer esnórquel. Su casa siempre estaba lleno de inusuales piedras y conchas marinas que hallaba en sus sesiones de buceo.
Cuando salió de casa ese soleado fin de semana, Mary no tenía idea de lo que encontraría en su expedición. Eso era parte de la emoción para ella: la incertidumbre.
Al llegar a la playa, la vio tan animada como de costumbre. Vio a algunos conocidos en la multitud, pero solo tenía cabeza para sus planes. Fue directamente a una parte abandonada de la playa para comenzar a hacer lo suyo.
Le tomó casi 20 minutos, pero finalmente encontró un lugar donde no tenía que preocuparse por molestar a nadie con su buceo.
Se puso su equipo de respiración, verificó que todo estuviese en orden, y se sumergió. Siempre se maravillaba al poder ver claramente bajo el agua, viendo la paz y la belleza del océano.
Dando un vistazo a su alrededor, Mary notó algo que brillaba en la arena, a unos metros de distancia. El destello llamó su atención, y nadó en esa dirección para ver de qué se trataba.
"No puede ser una concha, está demasiado grande", pensó al acercarse. "¿Será una piedra?"
Pero al estar lo suficientemente cerca, Mary comprobó que no era una piedra, sino una cámara vieja y oxidada El hallazgo fue tan emocionante que decidió recoger sus cosas e irse a casa de una vez.
Vieja cámara en la arena. | Foto: Shutterstock
"Adivina lo que encontré hoy", dijo Mary emocionada a su esposo, Esteban, tan pronto como entró a la casa.
"No sé, amor. ¿Qué encontraste esta vez? Cuéntame", dijo con cariño. Estaba muy acostumbrado a la curiosidad de su mujer.
"¡Mira! Es una cámara vieja. ¿No es increíble?", respondió ella, entregándole el dispositivo con una sonrisa llena de emoción.
"¿Ah, una cámara?", dijo Esteban, tomándola en sus manos. "Parece estar un poco estropeada. No sé si todavía funcione, cariño", dijo.
"Sí, sé que se ve así, pero nunca sabremos si no lo intentamos", respondió Mary. "Vamos a probarla, ¿de acuerdo?".
"Por supuesto, mi amor. Pero necesito que me prometas que si no funciona, la vas a arrojar a la basura", dijo Esteban.
Mary accedió a sus términos. "Me encantaría saber sus secretos. ¿A quién se le perdió? ¿La desecharon? Quisiera saber, y si revelamos las fotos, podría ayudar", dijo.
Esteban no entendía muy bien el repentino interés de su esposa por la vieja cámara, pero tampoco iba a cuestionarla. Tomó la cámara y la llevó a una tienda de electrónicos para ser reparada.
Hombre pide ayuda en tienda de electrónicos. | Foto: Shutterstock
"¿Puedo arreglar esto?", le preguntó al encargado de la tienda.
El hombre, cuyo uniforme decía que se llamaba Juan, era un hombre de mediana edad, rodeado de todo tipo de dispositivos electrónicos. Tomó la cámara de las manos de Esteban y comenzó a examinarla.
Tras un minuto de inspección en silencio, Juan dio un silbido. "¿Algún problema?", preguntó Esteban.
"Esta cámara es un modelo retro. No, vintage, diría yo. Muchos fotógrafos matarían por tener un modelo así en su colección. Me encantaría dejarla como nueva, caballero. Será todo un placer", dijo Juan.
Esteban dejó la cámara en la tienda un par de días. Cuando Juan lo llamó para decirle que estaba lista, fue a buscarla, y luego llevó el rollo a un estudio fotográfico para revelar e imprimir las fotos.
Ese día, luego de cenar, Esteban y Mary se sentaron en el sofá a ver las fotografías. La primera foto que vieron mostraba a un anciano posando con una mujer joven en silla de ruedas.
La pareja estaba de pie ante una famosa estatua de la Virgen María. Esteban y Mary pudieron reconocer la locación, y supieron en qué ciudad se había tomado la foto.
Cuando Mary y su marido se acostaron a dormir esa noche, ella susurró entre las sábanas: "Quiero devolverla".
Pareja en cama antes de dormir. | Foto: Shutterstock
"La idea también me ha pasado por la cabeza", dijo Esteban. "El técnico que la reparó dijo que es un modelo antiguo, de colección, que a muchos les encantaría tenerla. Creo que es mejor dársela a su dueño".
"¿Te parece si nos echamos un buen viaje por carretera?", preguntó Mary.
"Oh Dios, sí. Me encantaría. Vaya que me hace falta", dijo Esteban.
El siguiente fin de semana, la pareja condujo por más de 8 horas para llegar al pequeño e icónico pueblo que reconocieron en la foto. Y allí se toparon con Alicia, la mujer en silla de ruedas de la foto.
Había envejecido desde que se tomó la foto. Pero cuando su mirada se posó sobre la cámara restaurada, los años parecieron desaparecer de su rostro.
Agradeció a Esteban y a Mary, con lágrimas en los ojos, y les contó la historia del origen de la cámara. "Esta cámara era el alma de mi esposo, Tomás", dijo Alicia.
"Murió hace mucho tiempo, durante una excursión. Me acaban de devolver una parte de él. Les estaré por siempre agradecida por eso", concluyó la mujer.
Mujer en silla de ruedas mirando el mar. | Foto: Shutterstock
"Tomás perdió la cámara un día que estábamos en la playa. Quedó devastado por eso. Tenerla de nuevo en mis manos, es como tenerlo a él", dijo.
Esteban y Mary usaron el resto del fin de semana para explorar la región y sus atracciones turísticas. Un par de semanas después, recibieron un sobre lleno de dinero en efecto, junto con una nota de Alicia.
"Esa cámara por sí sola vale miles de dólares, pero tuvieron la bondad de traérmela. Por eso estoy profundamente agradecida", rezaba la nota.
"Pude vender algunas de las fotos de Tomás, y sé que él hubiera querido recompensar su bondad, así que les envío las ganancias de la venta. Espero volver a verlos", terminó la nota.
Mary y Esteban quedaron impactados por la generosidad de Alicia. Pero decidieron pasar sus próximas vacaciones con la señora.
Sobre lleno de dinero. | Foto: Shutterstock
¿Qué aprendimos de esta historia?
Sé amable, eso nunca pasa desapercibido. Mary y Esteban pudieron haberse quedado con la cámara. En cambio, la repararon y la devolvieron a su dueña desinteresadamente, y su generosidad fue compensada.
El matrimonio solo funcionará cuando dos se convierten en uno. Esteban no entendía el deseo de su esposa por arreglar la cámara o hallar a su dueño, pero la apoyó en todo momento.
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