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Joven quedó embarazada a los 18 años y decidió dar al niño en adopción

Después de quedar embarazada cuando era adolescente, una joven madre decidió dar a su hijo en adopción. Ella considera que fue la mejor decisión que tomó.

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Mientras sus compañeros luchaban por escalar en sus estudios universitarios y obtener un título, Kaytlin Costa Jensen se enfrentó a una dura realidad. Lo que le ocurrió la obligó a abandonar la escuela.

Su historia comenzó en 2016 cuando la estudiante universitaria de 18 años quedó embarazada mientras vivía con su entonces novio. Más detalles abajo.

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LA OPCIÓN DE DARLO EN ADOPCIÓN

Su pareja, que ya estaba teniendo dificultades para mantener a un hijo que había tenido de una relación anterior, no se sintió agradado ante su situación.

Confundida, la adolescente informó a sus padres sobre lo que había ocurrido. Entonces se vio obligada a abandonar su primer semestre en la universidad y regresar a casa.

Sus progenitores le sugirieron que considerara la adopción, pero al padre de su hijo no le gustó la idea. Alrededor de ese tiempo, volvió a vivir con él y comenzó a mantener múltiples trabajos para valerse por sí misma y por la vida que crecía dentro de ella.

Meses después, cortó todos los lazos con su pareja debido a su estilo de vida rebelde y regresó con sus padres. Estaba completamente preparada para aceptar poner su hijo en adopción.

“Algunos me dijeron que esta era la salida más fácil, que era una elección egoísta y, de alguna manera, fui una cobarde”, compartió.

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ENCONTRÓ A LOS PADRES ADECUADOS

Tras semanas de cambios hormonales, oraciones y autodescubrimiento, Jensen finalmente encontró a los padres adoptivos adecuados para su hijo. A partir de ese momento, su embarazo se había vuelto soportable.

La futura madre adoptiva llegó un mes antes del parto y estuvo presente para presenciar la llegada del recién nacido al mundo. Durante 36 horas, Jensen yació en su cama de hospital, creando un vínculo con su pequeño.

Cuando finalmente llegó el momento de despedirse, se derrumbó justo después de entregar el bebé a su nueva mamá. A pesar de estar destrozada, la madre adolescente sabía que era lo correcto y una de las mejores decisiones que había tomado.

“Sabía que la decisión que había tomado era la correcta, pero nunca había sentido, ni volveré a sentir la alegría del cielo y el dolor del infierno, todo en un momento”, explicó.

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CONSIDERÓ QUE ERA LO MEJOR

Cinco años después, Jensen todavía se siente de la misma manera, segura de que hizo lo mejor para ella y su hijo.

Admite que extraña a su pequeño todos los días. Incluso pasa algunas noches encerrada en el baño de su dormitorio, llorando por su pérdida.

Pero nunca ha sentido una pizca de arrepentimiento por su decisión porque sabía que el bebé estaba en un lugar mejor con sus padres adoptivos.

Ahora ayuda a otras mujeres y madres adolescentes que atraviesan situaciones similares a comprender el proceso y superar la fase difícil.

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