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Una tumba con flores | Foto: Shutterstock
Una tumba con flores | Foto: Shutterstock

Hombre visita tumba de sus padres con ramo de tulipanes rojos y ve a una mujer con las mismas flores allí - Historia del día

Diego Rivera Diaz
29 nov 2021
20:40

Un hombre que había vivido una vida muy triste estaba visitando la tumba de sus padres cuando se encontró a una mujer con las mismas flores que él.

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Arturo Méndez nunca había sido feliz. Con 60 años, ya había perdido todo lo que podía perder, menos la vida. Perdió a sus padres, a los 30 años, cuando el crucero en el que iban se hundió.

Cuando se enteró, Arturo estaba cambiando los pañales de su hija. Llamó a su mujer para darle la noticia, y rompió en llanto. Ella se fue temprano del trabajo para ir a casa a secarle las lágrimas.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

"Tranquilo, mi amor", dijo Megan, mientras él lloraba desconsolado. "¡Es mi culpa!", gritó una y otra vez Arturo. "No, amor, no es tu culpa. Tú solo querías ser un buen hijo", replicó su esposa.

"Quería que disfrutaran el crucero juntos, para que pudieran reparar su relación", dijo Arturo entre lágrimas. "Lo sé, mi amor, lo sé", respondió Megan gentilmente.

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"No pienses mucho en eso, amor. Ya pasó. No hay nada que podamos hacer al respecto. Y siempre nos tendrás a nosotros. Siempre tendrás a tu familia", agregó Megan.

Tristemente, una década más tarde, Megan y la pequeña Trudy murieron en un terrible accidente de tránsito. Trudy tenía casi once años, y venía de hacerse las uñas en un salón de belleza con su mamá por primera vez.

Arturo se había quedado trabajando desde casa ese día. Cuando recibió una llamada de la policía para ir a identificar los cuerpos de su esposa e hija, su mundo se vino abajo.

Fue una experiencia traumática de la cual nunca se recuperó del todo. Siempre había sido un hombre introvertido, pero la pérdida de su esposa e hija lo hizo retraerse más profundamente.

"Ahora estoy verdaderamente solo en este mundo", se dijo a sí mismo el día del entierro.

A partir de ese momento, Arturo parecía una sombra. Se enfocó en su trabajo para distraerse, pero no servía de mucho. En cuanto terminaba de trabajar, solo podía pensar en su familia y en la muerte.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

Un día, estaba particularmente triste, así que decidió visitar la tumba de sus padres. Llevó un ramo de tulipanes rojos, la flor favorita de su madre.

Cuando llegó al cementerio, Arturo se dirigió lentamente a la tumba de sus padres. Sin embargo, tras dar unos pasos, notó a una mujer mayor parada ante la tumba de sus padres. Tenía un ramo de tulipanes rojos en la mano.

Arturo pudo ver que decía unas palabras antes de agacharse a dejar el ramo sobre la tumba. Acto seguido, dio media vuelta y se marchó. Cuando la mujer ya estaba lejos, Arturo se acercó y confirmó que, en efecto, eran tulipanes rojos.

"Tiene que haber conocido a mi madre", pensó. "Pero... ¿quién demonios es?"

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Arturo se quedó pensando sobre lo que vio por largo tiempo. Eventualmente, recordó que su padre le había sido infiel a su madre en cierto punto. Su madre le había dicho que la otra mujer casi destruye su matrimonio.

Pensando en eso, Arturo decidió que si volvía a ver a la mujer, la confrontaría. Comenzó a visitar la tumba de sus padres con cada vez más frecuencia.

Una mañana, volvió a ver a la mujer. Esta vez no llevaba tulipanes. "¡Oiga! ¡Señora!", exclamó mientras se acercaba a ella. La mujer lucía sorprendida y asustada por la hostilidad de su voz.

"Primero, casi arruina su matrimonio, y ahora que están muertos, ¡no puede dejarlos tranquilos!", espetó Arturo.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

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"¿Disculpe? No entiendo de qué está hablando", dijo la mujer. "No se haga la loca, señora. Sé que Ud. se acostaba con mi papá. Mi mamá me contó todo. Casi arruina su matrimonio", replicó Arturo.

"¿Cómo? Yo no hice nada de eso, señor. Usted está confundido. La mujer que yace en esta tumba es mi madre", reveló la mujer.

Arturo quedó mudo al escuchar sus palabras. Momentos después, ambos se sentaron bajo un árbol a charlar. La mujer le dijo que se llamaba Rebeca, y que era la primera hija de la madre de Arturo.

Nació fuera del matrimonio, por lo que Susana, la madre de Arturo, tuvo que esconder el embarazo y enviarla a un orfanato. "Pero no la odio por eso. Eran otros tiempos"; dijo Rebeca.

Claro, le tomó un tiempo tener la madurez para pensar de esta forma. Y para cuando tuvo edad suficiente para entender y perdonar a su madre, se enteró de que ya había muerto en aquel crucero.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

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Tuvo que lidiar con el dolor de haber perdido a su madre antes de realmente conocerla. Comenzó a tratar de aprender más sobre ella, para sentirla más cerca. Fue entonces cuando se enteró de que le gustaban los tulipanes rojos.

Al poco tiempo comenzó a llevarlos a su tumba, y se convirtió en hábito. Arturo escuchó la historia con atención, y luego compartió la suya. La muerte de sus padres, de su esposa y de su hija.

Rebeca entendió su dolor y lo consoló, y los dos se convirtieron en buenos amigos. Con el tiempo, Arturo llegó a conocer a su familia y fue como un abuelo más para sus nietos.

Gracias a Rebeca y su familia, Arturo ya no se sentía tan solo en el mundo. Una vez más, había encontrado un lugar al cual pertenecer, y Rebeca había hallado el último vínculo a su madre.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Es importante perdonar. Rebeca nació fuera del matrimonio y Susana la puso en un orfanato sin mirar atrás. Cuando creció, supo lo que su madre había hecho, pero aún así la perdonó. Eso le permitió conocer a Arturo en el cementerio.
  • Trata de no sacar conclusiones precipitadas. Cuando Arthur vio a Rebeca en el cementerio, asumió que era la amante de su padre. Estaba equivocado, y pudo haber espantado a Rebeca con su reacción.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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