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Una casa abandonada | Foto: Shutterstock
Una casa abandonada | Foto: Shutterstock

Padres encuentran a hija desaparecida: estaba inconsciente en casa abandonada cerca de cementerio - Historia del día

Georgimar Coronil
15 dic 2021
07:30

La búsqueda de una chica desaparecida lleva a sus padres a una casa abandonada cerca de un cementerio.

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Los Padilla eran la familia perfecta, o al menos eso es lo que la gente pensaba de ellos. Es lo que mostraban al mundo: Ana, la esposa cariñosa, Sergio, el marido orgulloso, y Sara, la hija linda.

Sin embargo, a puerta cerrada, los Padilla no estaban tan unidos. Sara tenía 14 años y muchas ideas sobre cómo debía vivir su vida.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pixabay

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pixabay

Naturalmente, esto provocó muchas disputas con sus padres, quienes no querían que su hija fuera tachada de caprichosa y maleducada.

A pesar de todo, Sara quería a sus padres, y el despliegue de amabilidad que mostraba en público no era en absoluto una actuación; era bastante sincero.

Un mes antes de que Sara cumpliera 15 años, sus papás descubrieron que había estado faltando a la escuela de danza. Su profesor, Teo Jerez, la delató.

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"Hola, señor Padilla", dijo Jerez por teléfono un sábado. "Su hija ha faltado a las clases de baile durante bastante tiempo, así que quería saber por qué retiró a una niña tan talentosa".

"¿Qué quiere decir?", preguntó Sergio Padilla.

“Escuché que algunos estudiantes la han visto pasando el rato en el cementerio dos calles más abajo, mi consejo es que averigüe qué está pasando exactamente”, dijo Jerez antes de colgar.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pixabay

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pixabay

Sergio inmediatamente se disculpó con el profesor por lo sucedido y le contó todo a su esposa. Los padres se dirigieron a la habitación de Sara para confrontarla.

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"Tienes prohibido salir de esta casa hasta nuevo aviso, jovencita", dijo su padre.

Sara pasó todo ese día castigada y encerrada, pero a la mañana siguiente, sus padres no la encontraban: había desaparecido.

Estaban buscándola cuando recibieron una pista de la vendedora de un supermercado que había visto a un hombre con una niña que se parecía a Sara. La estaba llevando a una casa abandonada cerca del cementerio.

Sergio y Ana entraron en pánico cuando escucharon eso, y rápidamente corrieron al lugar. Cuando entraron a la casa, vieron inmediatamente a Sara inconsciente envuelta en mantas sucias y rotas.

"Dios mío, despierta Sara, ¿qué te ha hecho?", gritó Ana.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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"Calla, viene alguien", dijo Sergio antes de taparle la boca y obligarla a agacharse.

"Llama a la policía", susurró mientras mantenía la mirada en el hombre que acababa de entrar a la casa. El hombre llevaba té y sándwiches en las manos, pero el padre de Sara se abalanzó sobre él con preguntas.

"¿Quién es usted? ¿Por qué tiene a nuestra hija?".

El hombre levantó la mano y dijo: "Basta de preguntas. Me llamo José y conozco a Sara desde hace unos meses: empezó a venir a verme casi todos los días después de la escuela para traerme algo de comida y ropa."

"Eso no explica por qué tiene a nuestra hija", dijo Ana.

"Anoche, cuando llegué a la casa vi a Sara tendida e inconsciente en la calle. Pensé que se había desmayado, así que decidí traerla para acá, porque afuera hacía mucho frío."

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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"¿Por qué no la llevó a un hospital?", preguntó Sergio.

"Tenía miedo de que me acusaran de hacerle algo. Ella ha cuidado de mí durante los últimos meses, así que no podía dejar de ayudarla."

Cuando Sara se despertó, confirmó que todas sus palabras eran ciertas.

"Había estado intentando practicar el baile mientras caminaba, pero cometí un error y me golpeé la cabeza al bajar", dijo a sus padres horas después. "José no tuvo nada que ver".

"Llevaba varios minutos a la intemperie cuando José la encontró, de no ser por su ayuda, la historia sería diferente", les dijo el médico que la atendió.

Los Padilla no podían creer lo que había estado a punto de suceder y estaban muy agradecidos. El padre de Sara, un acaudalado hombre de negocios, decidió mostrar su gratitud ayudando al mendigo.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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"Gracias por salvar a mi hija", dijo Sergio. "Me gustaría hacer algo por usted a cambio,".

"Comida y un techo es todo lo que puedo necesitar, señor", expresó José.

Impresionado por su modestia, Sergio le dijo: "Tengo un nuevo almacén donde se guardan los juguetes de los niños. ¿Cree que pueda ayudarme a vigilarlo como un guardia de seguridad?".

La pregunta dejó perplejo a José, pero consiguió responder afirmativamente. Esa misma noche, se unió a ellos para una cena familiar.

¿Qué aprendimos de esta historia?

  • Una disculpa puede anular la ira: Cuando el profesor Teo Jerez llamó a Sergio Padilla para denunciar a Sara, estaba muy enfadado; sin embargo, cuando Sergio se disculpó su ira cesó.
  • Una buena acción merece otra: Sara era muy buena con José, y por eso decidió ayudarla cuando la encontró desmayada en la calle. Podría haberse convertido en algo incriminatorio para él, sin embargo, la ayudó y al final esto dio sus frutos.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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