Le dijeron que no podía quedar embarazada: se convirtió en mamá de dos bebés con semanas de diferencia
Una mujer y su esposo sabían que un embarazo sería casi imposible, y más adelante le dieron la bienvenida a dos niños con solo unas semanas de diferencia.
Un día, Roman Gokhman recibió un correo electrónico que lo dejó sorprendido. El hombre todavía puede recordar lo que había estado haciendo justo antes: pintaba una pared en su casa de Concord, California, que comparte con su esposa, Jennifer.
La pareja se preparaba para el nacimiento de su primer hijo cuando recibió el mensaje. En él, una joven de Michigan decía que estaba embarazada de una niña saludable.
Ella creía que Roman y Jennifer serían buenos padres para su niña. Había llegado a esa conclusión tras leer el perfil de la pareja en un sitio web de adopción.
El correo los llenó de ansiedad, mientras intentaban decidir si estaban preparados para recibir a dos bebés con pocas semanas de diferencia. Tardaron solamente un par de horas en tomar una decisión: lo harían.
FORMANDO SU FAMILIA
La pareja se conoció en una clase de periodismo en la Universidad de Oregon en 2002, y después de salir durante cuatro años, se casaron con la expectativa de tener hijos y formar una gran familia.
Ninguno de los dos estaba preparado para los problemas de fertilidad que les tocó vivir, pero emprendieron ese camino, que los llevó a tener dos hermosos bebés que llegaron en rápida sucesión.
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Roman y Jennifer han querido compartir la experiencia que los llevó a tener a sus hijos, que en la actualidad tienen ocho años: su hijo August, concebido mediante fertilización in vitro, y su hija Isabel, acogida mediante adopción.
DECISIONES
Según le contó Jennifer a People, su historia comenzó cuando supieron que sería casi imposible tener hijos propios. La pareja buscó ayuda médica, y resultó demasiado costosa.
Eso los llevó a recurrir a la adopción, algo que ella siempre había querido hacer además de tener un hijo biológico. Se inscribieron en una agencia a principios de 2013, y les dijeron que podían tardar hasta 15 meses en ser contactados por una madre biológica.
Roman estaba impaciente, por lo que comenzaron el proceso de FIV casi al mismo tiempo. Había un 30% de posibilidades de que las cosas salieran bien y la pareja no tenía grandes esperanzas, pero en octubre de 2013, Jennifer quedó embarazada.
Dos meses después, fueron contactados por una madre dispuesta a entregar a su hija, y se lanzaron a ello porque era algo que deseaban. La situación fue muy desafiante; Isabel fue la primera, seguida de August siete semanas después.
Debido a que la cesárea de la madre biológica se retrasó, se perdieron el nacimiento de la niña por unos 20 minutos. Cuando llevaron a Isabel a la habitación, Jennifer y Roman supieron que todo había valido la pena.
COMO GEMELOS
Roman y su esposa llaman “gemelos” a sus hijos por la gran conexión que hay entre ellos. En la entrevista comentaron que, a veces, Isabel es la única que calma las rabietas de August.
El niño fue diagnosticado con autismo un par de años después de su nacimiento, lo que lo hace un poco diferente de su hermana, pero los dos se llevan muy bien cuando no están teniendo alguna pelea normal entre hermanos.
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