logo
página principalViral
Youtube.com/KATC
Youtube.com/KATC

Mujer de 90 años se reencuentra con su hija 70 años después de haberla dado en adopción

Vanessa Guzmán
27 nov 2021
11:00

Paradas espalda con espalda, una madre biológica y una hija se preparaban para darse la vuelta y mirarse a los ojos por primera vez.

Publicidad

Wanda LeBlanc es fotógrafa y nieta de Elizabeth Pullen de Louisiana, que cumplió 90 años en 2019. La profesional de la cámara quedó sorprendida cuando ella y otros miembros de la familia recibieron kits de ADN para Navidad.

La idea era bastante frívola: conocer su ascendencia para después cocinar algunas comidas típicas relacionadas con la cultura de la que resultaran herederos.

Elizabeth Pullen y Lynne Wray están emocionadas de verse. | Foto: Youtube/KATC

Elizabeth Pullen y Lynne Wray están emocionadas de verse. | Foto: Youtube/KATC

RAMAS OCULTAS EN EL ÁRBOL FAMILIAR

LeBlanc notó un nombre que no reconoció cuando hizo la prueba: Lynne Wray de Carolina del Norte. Luego decidió investigar más.

Descubrió que la misteriosa mujer de 70 años era su tía y la hija de Pullen, a quien su abuela dio en adopción a fines de la década de 1940.

Publicidad

Esta información impactó mucho a la nieta, quien eligió poner a las dos en contacto y las ayudó a concertar una cita para conocerse. Sería la primera vez que las dos iban a verse en persona.

Una emotiva Lynne Wray. | Foto: Youtube/KATC

Una emotiva Lynne Wray. | Foto: Youtube/KATC

LA REVELACIÓN FINAL

El 6 de mayo de 2019, el Día de la Madre, las dos finalmente se conocieron en persona en Youngsville, Luisiana. Adorablemente, se pusieron espalda con espalda y esperaron para darse la vuelta y verse a los ojos.

Esta peculiar reunión fue idea de Wray, quien dijo: "Pensé que esta sería una forma única de verse por primera vez".

Publicidad

La nieta recordó que Pullen estaba muy ansiosa y le resultó difícil enfrentarse a quien había perdido hace mucho tiempo. Sin embargo, lo hizo, y fue un momento fantástico para las dos mujeres.

Cuando se dieron la vuelta y se miraron, ambas comenzaron a reír, llorando de felicidad y gritando de emoción. Se dieron un enorme y fuerte abrazo.

Agarrándose las manos con fuerza y ​​con lágrimas en los ojos, la madre biológica habló sobre ella y el reencuentro que tuvo con su hija.

Pullen declaró: "Si no la hubiera visto aquí en la tierra, me habría reunido en el cielo, y lo sabía, así que sabía que algún día ella volvería a mi vida".

Desde que se conocieron, madre e hija han estado hablando y divirtiéndose. Esperamos que los buenos tiempos para estas extraordinarias damas sigan avanzando.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares