logo
página principalHistorias Inspiradoras
La fachada de una mansión | Foto: Shutterstock
La fachada de una mansión | Foto: Shutterstock

Empleada doméstica pobre se hace prueba de ADN y descubre que es hija de magnate - Historia del día

Mayra Pérez
17 ene 2022
00:40

Una joven que trabaja como empleada doméstica para la familia de un multimillonario se hace una prueba de ADN y descubre que es su hija.

Publicidad

Elisa Barrios era muy pobre, pero había crecido rodeada de lujos. Su madre había sido ama de llaves de un multimillonario de Wall Street, Kevin Duval, desde antes de que ella naciera.

La joven a menudo espiaba a la única hija del magnate, Raquel, a quien veía como una princesa de cuento de hadas. Deseaba usar vestidos bonitos como ella, hablar con ella, y ser su amiga. Pero la niña siempre la trató con desdén.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

A medida que crecían, Elisa comenzó a trabajar a tiempo parcial como empleada doméstica en la mansión. Las diferencias entre ellas se hicieron aún más notables, y la niña rica se volvió desagradable, arrogante y exigente.

Cuando Elisa terminó la escuela secundaria, sabía que no había dinero para la universidad. Si quería seguir estudiando tendría que trabajar, así que se inscribió en clases nocturnas en una escuela de oficios local y comenzó a trabajar tiempo completo para la familia Duval.

Publicidad

A Elisa le parecía que Raquel se esforzaba por hacerle la vida más difícil, y así se lo dijo a su madre. La Sra. Barrios se negó a tomar partido. “Es el derecho de la señorita Raquel pedirnos que la sirvamos…”

“¡Mamá, ella no tiene que ser tan HORRIBLE conmigo!”, protestó Elisa.

“Escúchame, hija”, dijo la Sra. Barrios, “Durante los últimos 25 años, la familia me ha tratado bien, y es gracias a este trabajo que he puesto comida en la mesa para ti y tus hermanos…”

“Mamá”, dijo Elisa enojada, “ellos no te está haciendo un favor, tú TRABAJAS por cada centavo que te pagan, ¡y algo más! Kevin Duval es…”

“¡No hables mal de él!”, exclamó su madre. “¡NUNCA! El Sr. Duval es un buen hombre, es justo. Cuando tu padre no pudo trabajar, fue él quien me ayudó. ¡Así que no lo critiques!”.

Elisa estaba furiosa, y cuando terminó su turno de trabajo, se fue molesta. En clase, terminó contándole todo a su amiga más cercana. “¿Puedes creer que ella DEFENDIÓ a este tipo?”, preguntó indignada Elisa.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Publicidad

“¡No le des importancia!”, exclamó su amiga Patricia. “¿Adivina qué? ¡Los resultados de mi prueba de ADN de Ancestry acaban de llegar y es GENIAL! Tengo primos en Inglaterra, ¿puedes creerlo?”.

“¿En serio?”, preguntó Elisa. “¡Vaya, tal vez yo también debería hacer eso! ¡Quizás encuentre algunos parientes ricos y ya no tenga que adular al magnate!”.

Y ese fin de semana, Elisa tomó una muestra de su ADN y la envió. Nunca imaginó que ese simple gesto transformaría su vida.

Cuando llegaron los resultados dos semanas después, Elisa estaba emocionada, hasta que vio que tenía una medio hermana. Según el sitio, la mujer había dado permiso para el contacto, y cuando Elisa vio el nombre, casi se desmaya.

“¿Raquel Duval? ¿Mi medio hermana es Raquel Duval? ¡DIOS MÍO!”, gritó Elisa, agarrándose la cabeza. Su madre se asomó a su habitación.

“¿Elisa, estás bien?”.

Elisa miró a su madre. “¿Cómo pudiste?”, preguntó con lágrimas en los ojos. “¿Y nunca me lo ibas a decir?”.

“¿A decir qué?”, preguntó la señora Barrios, sorprendida.

Publicidad

“¡Ese Kevin Duval es mi padre!”, espetó Elisa. La Sra. Barrios parecía asustada y rápidamente cerró la puerta del dormitorio detrás de ella.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

“Elisa, por favor, baja la voz…”, susurró. “Tu padre…”

“¿Mi padre? ¡Oh, eso es ridículo!”, dijo furiosa. “¡Será mejor que tengas una explicación!”.

Y la Sra. Barrios le contó todo. Poco después de que su esposo quedara paralítico en un accidente de trabajo, la esposa del Sr. Duval había fallecido.

Una noche, la Sra. Barrios encontró al Sr. Duval llorando amargamente en la oscuridad, y ella se acercó para consolarlo. De alguna manera las cosas habían progresado hacia la intimidad, un evento de una sola vez que nunca se repitió.

Publicidad

Ni la Sra. Barrios ni el Sr. Duval habían vuelto a hablar de eso, y luego descubrió que estaba embarazada. “No podía decírselo”, susurró su madre. “Sabía que él querría que llevaras su nombre, y no podía hacerle eso a mi esposo…”

De alguna manera, saber que el millonario era su padre, y que Raquel era su hermana, hizo que su situación fuera aún más difícil de soportar.

Una tarde, Elisa entró en la habitación de Raquel y encontró un hermoso vestido tirado descuidadamente sobre la cama. Lo recogió para colgarlo y cedió a la tentación de sostener el vestido de diseñador contra ella y mirarse en el espejo de cuerpo entero.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Publicidad

“¿Qué estás haciendo?”, le gritó Raquel, mientras salía del vestidor. “No toques mis cosas”, dijo. “¡Tú, repugnante pedazo de basura!”.

Y fue entonces cuando Elisa estalló. “¡Soy tan basura como tú, monstruo pedante! ¡Soy tu hermana!”. Raquel miró fijamente a Elisa y se dio la vuelta y salió a toda prisa, mientras llamaba a su padre.

Regresó arrastrando a Kevin Duval por el brazo. “¡Despídela, papi!”, ordenó Raquel. “¡Es una asquerosa mentirosa! ¡Dice que es tu hija!”.

Pero la reacción de su padre no fue la que ella esperaba. Se estremeció y extendió una mano hacia Elisa. “¿Eres mi hija? Pero tu madre... Ella nunca dijo…”

Elisa negó con la cabeza. “Ella no quería lastimar a mi padre”.

“Oh, Elisa”, dijo emocionado. “Lo siento mucho. ¡Ojalá lo hubiera sabido!”.

“¿Es cierto?”, preguntó Raquel. “¿Tuviste una aventura con su MADRE? ¡Eso es repugnante!”.

Duval se volvió hacia su hija. “¡No le faltes al respeto a la Sra. Barrios, y no le faltarás el respeto a tu hermana si sabes lo que es bueno para ti!”. Y Raquel, que era muy consciente de que todo su estilo de vida estaba sostenido por los miles de millones de su papá, se calló.

Publicidad
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Kevin acordó no hacer pública la paternidad de Elisa, pero inmediatamente cambió su testamento, dejándole la mitad de su patrimonio. Anunció que iría a la universidad de su elección con una beca de su compañía, y con una asignación tan generosa como la de Raquel.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • A veces la verdad no es tan simple como pensamos que es. Elisa descubrió que su padre biológico era un multimillonario y que su madre le había ocultado todo.
  • Todos somos iguales y debemos tratarnos con amabilidad y respeto. Raquel se sorprendió al saber que la humilde empleada doméstica era su media hermana.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Publicidad

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares