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Un bebé | Foto: Shutterstock
Un bebé | Foto: Shutterstock

Mujer se hace prueba de ADN para probarle a otra mujer que es la madre biológica de su recién nacido - Historia del día

Vanessa Guzmán
18 ene 2022
14:30

Samantha se sorprendió cuando una mujer extraña apareció en su puerta y dijo que su bebé no era suyo. Ella no lo creía, pero la prueba de ADN reveló algo impactante y su esposo le confesó una horrible verdad.

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"¿Hola puedo ayudarte?", le preguntó Samantha a la mujer que había aparecido en su puerta. La extraña la miró con ojos preocupados. Su cabello estaba desordenado y su comportamiento era un poco raro.

Pero la madre de Samantha le había enseñado modales y ella saludaba a todos cortésmente. Después de todo, en su ciudad, la gente era encantadora.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

“Sí, ¿eres Samantha Hernández?”, interrogó la mujer de repente.

"Sí lo soy. ¿Qué puedo hacer por ti?".

“Esto va a sonar horrible, y puede que sea la peor noticia de tu vida, pero diste a luz en el Hospital de la UBA, ¿verdad? Creo que te llevaste a mi bebé”, reveló la extraña.

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Samantha quedó atónita y, a pesar de sus modales, comenzó a reír. “Escuche, señora. No sé cuál es tu juego, pero te sugiero que te vayas ahora mismo antes de que llame a mi esposo”, le dijo a la mujer en su puerta.

La mujer comenzó a llorar. “Sé que suena loco. Pero tengo un presentimiento. Los médicos dijeron que mi bebé murió, pero estaba completamente sana cuando la cargué por primera vez. Algo pasó en el hospital. ¡Lo sé!".

Samantha casi se encogió ante las palabras que salieron de la boca de la mujer. Ella y su esposo, Henry, tuvieron dificultades para quedar embarazadas. Sufrieron varios abortos espontáneos y pasaron por angustiosas rondas de FIV.

El parto había sido complicado, pero ahora finalmente tenían a su bebé, Graciela. Ella era perfecta. Vibrante. La imagen de la salud. Todo valió la pena. Y ella le pertenecía.

"Algo podría haber pasado en el hospital, pero no veo cómo eso me incumbe", dijo Samantha, comenzando a enojarse con la idea de que alguien quisiera llevarse a Graciela.

"¡Por favor! ¡Te lo ruego! ¿Qué harías en mis zapatos? Mi amigo en el hospital me dio la lista de todos los bebés nacidos ese día hace dos semanas, y la tuya era la única otra niña. ¡Por favor! ¡Ayúdame!". La mujer rogó y sollozó.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

"¿Qué quieres que haga?", dijo Samantha.

“Hágase una prueba de ADN. ¡Por favor! En todo caso, probará la verdad, y podría obtener algún cierre. ¡Por favor! No puedo quitarme este sentimiento de las entrañas. Estoy muriendo. ¡Por favor!", expresó la extraña.

"Lo pensaré", ofreció Samantha en voz baja y cerró la puerta principal en la cara de la mujer. Estuvo furiosa por esta situación durante varios días y no quería decirle nada a Henry al respecto. Estaba tan feliz con la bebé.

Sin embargo, Samantha cedió y le contó sobre la extraña visitante. Ella esperaba que él reaccionara mal y llamara loca a la mujer, pero su esposo enloqueció. Empezó a gritar sobre llamar a la policía y alejarse de inmediato. También comenzó a sudar y tomó una actitud nerviosa.

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Samantha sabía que quería proteger a Graciela, pero su reacción fue un poco exagerada, en su opinión. Además, ella no quería mudarse ni lastimar a la mujer. La extraña obviamente estaba afligida por la pérdida de su hija, y ella sabía lo que era estar en su lugar.

Por lo tanto, ella tomó una decisión. Una prueba de ADN no podría hacer daño y calmaría las preocupaciones de todos. La mujer encontraría un cierre, y todos podrían dejar ese tema.

Desafortunadamente, los resultados derribaron a Samantha. Graciela no era su hija biológica ni la de Henry. Abrió la carta en su sala de estar y luego se dejó caer en el sofá. Sus lágrimas rodaron por largo rato sobre sus mejillas.

Pero mientras su cuerpo no podía moverse, su mente iba a mil por hora. La extraña tenía razón. Algo sucedió en el hospital y Samantha supo que no fue un error ni una coincidencia.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Todavía estaba sentada en el sofá cuando Henry llegó a casa del trabajo. "Oye cariño. Como estuvo tu-".

"¿QUÉ HICISTE?", gritó Samantha levantándose rápidamente del sofá y mirando a su marido con el rostro lloroso. Henry la miró y sus ojos se posaron en los papeles que tenía en las manos. Su cara se llenó de pánico. Era completamente visible.

“Ahora, escúchame, Samantha. Tuve que. No podíamos soportar otra derrota. Nos merecíamos...”

“¡LE ROBASTE UN BEBÉ A OTRA MUJER!”. Gritó una vez más y cayó al suelo. Su cuerpo temblaba entre los sollozos.

Henry trató de justificar sus acciones y consolarla, pero sus palabras no se registraron. Samantha no podía lidiar con eso. Le robó un bebé a otra mujer. Era increíble, pero su esposo lo hizo. Y no podía ver cómo alguien haría algo tan despreciable.

De repente, sus palabras finalmente comenzaron a tener sentido. "Podemos irnos ahora mismo. He estado buscando casas en Santa Cruz. Ya tengo un trabajo esperándome. Vamos a empacar y nos vamos”, continuó Henry, planeando y luego se fue a buscar las maletas.

Tan pronto como dejó la habitación, Samantha se movió. Llamó al 911 y les contó la historia. La policía apareció en su puerta unos minutos después y ella repitió todo. Henry se sorprendió al verlos en la puerta y trató de resistirse al arresto.

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"¡No! ¡Samanta! ¡No puedes hacer esto! ¡Esta es nuestra oportunidad de tener una familia!”, le gritó a Henry a su esposa, mientras los policías lo arrastraban.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Samantha ni siquiera podía mirarlo. Pero pidió a los oficiales que la ayudaran a encontrar a la extraña mujer que la había visitado. Afortunadamente, el hospital cumplió, ya que este era un caso especial, y le dio el nombre: Melisa Montero.

A la mañana siguiente, los oficiales llegaron con Melisa y su esposo para llevar a su hija a casa. Samantha ya había empacado todo, incluso cuando su corazón se rompió en un millón de pedazos. Ella los saludó con Graciela en sus brazos.

Miró a Melissa, que estaba llorando y mirando a la bebita. “Siento mucho no haberte creído. Nunca imaginé que mi esposo haría algo así”, comenzó.

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"Gracias. Gracias por descubrir la verdad. Yo también lo siento mucho”, respondió Melisa y levantó los brazos para tomar a la bebé. Samantha hizo el intercambio, besando a Graciela por última vez.

Henry finalmente le confesó a la policía que se había colado en el ala de recién nacidos y vio que su bebé respiraba mal. Decidió intercambiarla con la otra niña recién nacida. El hijo biológico de Samantha murió esa noche a causa de una infección grave.

Posteriormente, fue condenado a varios años de prisión. Afortunadamente, Samantha no fue acusada porque había estado en el ala de maternidad recuperándose después de su difícil parto.

Pronto, solicitó el divorcio, que se concedió fácilmente. Pero lo más sorprendente fue que Melisa comenzó a visitarla con Graciela. Se hicieron amigas cercanas y, finalmente, fue nombrada madrina de la niña.

Samantha estaba contenta de estar involucrada en la vida de la bebé de una manera especial. Agradeció a Melisa por tener la amabilidad de incluirla.

Unos años más tarde, Samantha conoció a un hombre nuevo, se casó y adoptó a dos niños que necesitaban desesperadamente un hogar. Graciela se convirtió en una hermana mayor para ellos.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • La intuición de una madre no tiene comparación: Melisa tuvo el presentimiento de que algo extraño había sucedido en el hospital y decidió investigar. Samantha también sintió que algo andaba mal después de presenciar la reacción de su esposo.
  • Debes corregir y aceptar los errores, aunque sean horribles de imaginar: Samantha podría haber seguido el plan de su esposo y convertirse en criminal con él. Pero ella hizo lo correcto y devolvió a su bebé.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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