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Airbags de un auto | Fuente: Shutterstock
Airbags de un auto | Fuente: Shutterstock

Hombre sin hogar rescata a chica rica de auto en llamas: ella lo encuentra 15 años después - Historia del día

Vanessa Guzmán
21 ene 2022
12:50

Un hombre sin hogar que había empezado a robar tuvo la oportunidad de redimirse. Cuando vio un vehículo en llamas en el que viajaban una joven rica y su chófer, decidió actuar.

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Katty era una “princesa de hielo”, un nombre que sus amigos aduladores le dieron en la secundaria. Tenía solo 15 años, pero todas sus joyas eran de diamante y oro, lo que le valió el apodo.

Además de sus riquezas, también era encantadora, con unos brillantes ojos color zafiro que se iluminaban cada vez que sonreía. Sus padres eran personas adineradas que poseían un negocio de extracción de diamantes de nivel internacional, por lo que a Katty no le faltaba nada.

Tenía todo el entretenimiento que se le ocurría. Sus pasatiempos incluían una variedad de actividades divertidas reservadas para los millonarios, pero también le encantaba bailar y cantar.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Shutterstock

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Shutterstock

Con ese fin, a menudo asistía a clases de baile y canto en el centro de su ciudad. Por suerte para ella, la distancia no importaba porque tenía su propio chofer personal que la llevaba a todas partes.

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Su nombre era Eduardo Martínez, quien además de trabajar como conductor, asistía a clases nocturnas para obtener un diploma. Era una tarea desafiante y, a menudo, tenía que llenarse con bebidas energéticas para mantener su concentración cuando tenía que estudiar.

El hombre iba a sus clases nocturnas después de asegurarse de que Katty ya no saldría de la casa durante el resto del día. Regresaba a la mañana siguiente a las 6:00 a.m., pues la princesa era una persona madrugadora.

El padre de Katty, Arnaldo, también tenía su propio chófer, pero un día el empleado se enfermó y tuvo que quedarse en casa a pedido de su médico.

Raúl Pérez, el médico del personal de los Ruíz, explicó que debido a una subida de tensión el conductor debía ausentarse del trabajo hasta que se estabilizara.

Muy temprano al día siguiente, el padre de Katty necesitaba llegar al aeropuerto para tomar un vuelo y con su chofer ausente, le ordenó a Eduardo que lo reemplazara.

El aeropuerto estaba a varios kilómetros de la residencia, por lo que el viaje fue largo y, desafortunadamente para Eduardo, que había regresado a su cama solo dos horas antes, fue agotador.

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No quería nada más que cerrar los ojos porque tenía problemas para mantener abiertos sus pesados ​​párpados. De alguna manera, reprimió con éxito el impulso de cerrar los ojos y pudo llevar a Arnaldo al aeropuerto antes de regresar a recoger a la niña para la escuela.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Su cerebro pedía a gritos que descansara y sus ojos ardían de agotamiento. Aun así, continuó con su deber.

Una vez más se sentó al volante y emprendió el viaje a su escuela. No había muchos giros ni vueltas en la ruta, y era el camino habitual que él conocía. Lamentablemente, Eduardo se durmió sin darse cuenta.

El adormecimiento solo duró unos segundos, pero fueron suficientes para perder el control del auto y se volcaron por un puente hacia la carretera de abajo.

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Eduardo y Katty quedaron inconscientes por el impacto. La gasolina goteaba alrededor del automóvil, fluyendo lentamente hacia un pequeño incendio generado debajo del capó del auto.

Rápidamente atrajo a una multitud de personas que se apearon de sus autos para tratar de ayudar. Todo lo que podían hacer era llamar a la policía y esperar que llegaran antes de que hubiera una explosión.

"Creo que todavía están vivos, pero el humo los matará antes de que lleguen las autoridades", dijo una mujer.

De repente, un joven encapuchado apareció en la escena y valientemente corrió hacia el auto en llamas. Primero sacó a Katty y después al conductor.

Mientras los arrastraba a ambos, Kate abrió un poco los ojos para mirar a su salvador. Sin embargo, la mayor parte de su rostro estaba cubierto por su cabello y la sudadera con capucha que tenía sobre su cabeza.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

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Lo único que vio fueron sus profundos ojos oscuros que parecían tan negros como la noche. La apoyó a ella y a Eduardo contra un poste de luz y luego se fue antes de que la gente pudiera rodearlos.

Lamentablemente, Eduardo no sobrevivió a la terrible experiencia y falleció. Pero Katty, de 15 años, pudo recibir tratamiento y sanar las heridas que no eran de gravedad.

Antes de salir del hospital, tuvo que pasar por un largo período de recuperación. En medio de todo, lo único que quería saber era la identidad del hombre que le salvó la vida.

“Su rostro estaba oculto por una sudadera con capucha que usaba, por lo que nadie vio su rostro”, le dijo el capitán del departamento de bomberos, que había respondido a la llamada con su equipo.

"Todo lo que hizo fue sacarte a ti y al conductor antes de marcharse del lugar", le dijeron testigos presenciales.

El trauma de ese accidente siguió a Katty durante varios meses, y su búsqueda del buen samaritano no tuvo éxito.

Finalmente, se dio por vencida y optó por ingresar al mundo de la filantropía. También sabía que necesitaba enriquecer otras vidas de la misma manera que un extraño había enriquecido la suya.

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Pudo persuadir a su padre para que se convirtiera en el fundador de una organización benéfica cuyo objetivo era ayudar a las personas sin hogar y necesitadas. Gracias a la institución benéfica, Katty comenzó a pasar mucho tiempo como voluntaria, ayudando a la gente de su vecindario.

Muchos años después, un hombre apareció en la puerta de la organización que ella había fundado. Llevaba un abrigo grande y una sudadera con capucha que ocultaba su rostro en las sombras.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Unsplash

"¿Cómo podemos ayudarle?”, le preguntó Katty. Él se quitó la capucha de la sudadera y dejó al descubierto una cara contorsionada por las quemaduras.

Sus compañeros de trabajo se quedaron boquiabiertos. Sin embargo, Katty se aseguró de no mostrar ninguna reacción ante la enorme marca de quemadura en su rostro.

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Ella caminó con valentía hacia él y, después de tenerlo cerca, se ofreció a ayudarlo. "¿Cómo te llamas?", preguntó la chica.

Avergonzado por su atención, el hombre dio un paso atrás y se subió la sudadera con capucha. "Estoy acostumbrado a las miradas que recibo debido a mis quemaduras, pero no me avergüenzo de ellas", dijo. "Me recuerdan que he pagado mis deudas".

"¿Cómo puedo ayudarte?", volvió a preguntar Katty mientras miraba fijamente al hombre.

"No tengo hogar y he tenido que robar, pero escuché que aquí en esta fundación, le dan a las personas sin hogar como yo un lugar dónde vivir".

"Ciertamente lo hacemos", precisó Katty antes de ser interrumpida. "¡No aceptaremos tus malos hábitos aquí!", dijo un trabajador.

"¿Por qué no escuchas lo que tiene que decir antes de juzgarlo?", manifestó Katty con una sonrisa. "Cuéntanos sobre ti".

“Hace 15 años, yo era un ladrón en fuga. Me metí con la gente equivocada e íbamos a robar una tienda. Lo hicimos con éxito, sin embargo, durante el escape, tuvimos un accidente y en lugar de rescatarme, mi compañero pensó en dejarme morir para no tener que compartir el dinero".

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Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

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"Las llamas me quemaron, pero logré escapar antes de que llegara la policía. He estado en las calles desde entonces. Un día, me encontré con un auto en llamas como el nuestro. Decidí ayudar porque sentí que nadie debía pasar por lo mismo que yo".

El hombre notó que Katty tenía los ojos cada vez más llorosos mientras hablaba, pero continuó rígido y volvió a bajar la mirada. "Para mí, rescatar al hombre y la niña en ese auto fue una forma de reparar mis pecados pasados".

Sus últimas palabras fueron recibidas con silencio porque en ese momento, los pensamientos de Katty volaron de regreso al día en que un hombre la salvó de un auto en llamas.

Estaba segura de que fue este hombre quien la salvó. Después de 15 años, finalmente se encontraban cara a cara. Katty comenzó a sonreír mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

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Entonces se acercó a él y lo abrazó suavemente antes de revelar que ella era la chica que había salvado. La revelación dejó al hombre sin hogar un poco confundido.

"Tu cabello era más corto", dijo en estado de shock, mientras la miraba con rostro de sorpresa.

La joven lo volvió a abrazar y le dijo: "Gracias por ayudarnos, nunca pude decir eso hasta ahora", agregó. Hablaron durante mucho tiempo y después ella le dio ropa limpia, comida y le ofreció alojamiento para pasar la noche.

Al día siguiente, después de pensarlo detenidamente y consultar con su padre, Katty le ofreció al hombre un trabajo en su organización benéfica, y lo ayudó a obtener una vivienda permanente. El hombre no pudo contener su alegría y logró cambiar su vida por completo.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • El pasado no determina el futuro: El hombre que Katty ayudó solía ser un ladrón. Él era un fugitivo cuando se encontró con su auto en llamas, pero eso no le impidió ayudarla.
  • No te exijas más de lo que puedes dar: Eduardo perdió su vida en su búsqueda por mejorarla. No descansaba lo suficiente y estaba tratando de hacer demasiadas cosas a la vez. Su historia es un ejemplo importante de por qué el descanso es necesario.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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