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Pareja de recién casados | Foto: Shutterstock
Pareja de recién casados | Foto: Shutterstock

Pobre chica embarazada desaparece tras su boda: el esposo conoce a su hijo 53 años después - Historia del día

Vanessa Guzmán
04 feb 2022
18:20

Durante mucho tiempo, Manuel buscó a su esposa, quien desapareció unos meses después de su boda. Estaba embarazada y él no tenía idea de lo que había sucedido. Pero, recibió un mensaje y no podía creer quién lo envió.

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“Esto no puede estar pasando. Carlos Garrido tiene que estar mintiendo”, susurró Manuel mientras leía el mensaje que acababa de recibir en Facebook.

Aunque tenía 78 años, sabía manejar una computadora y todo tipo de redes sociales. También sabía que algunos se aprovechaban de las personas mayores a través de Internet y debía tener cuidado.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Muchos conocían que Manuel había estado buscando a su esposa durante años. Los estafadores tenían todo tipo de tácticas para engañar a sus víctimas. No estaba dispuesto a caer en algo así. Por otro lado, comenzó a tener esperanza.

Muchos años antes...

A los 17, Manuel conoció a Naomi en la secundaria. Era una excelente estudiante y la persona más emocionante que jamás había conocido. Soñaba con convertirse en diseñadora de ropa y montar un desfile durante la Semana de la Moda.

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Manuel también sentía atracción por lo artístico, pero sus padres eran importantes magnates de la ciudad y lo presionaron para que se formara en negocios. También querían que obtuviera una Maestría en Administración de Empresas. El camino de él estaba trazado, pero Naomi era libre de soñar.

Se sintieron atraídos el uno por el otro de inmediato, pero los padres de Manuel pronto descubrieron su relación y la desalentaron. Su padre estaba furioso por eso.

“No puedes andar con chicas así, Manuel. Tenemos un nombre que mantener”, dijo su papá con desdén cuando su hijo trató de hablarle sobre Naomi.

Manuel odiaba cómo sus padres miraban a otras personas solo porque no tenían mucho dinero. Tampoco le importaba lo que pensaran, así que él y Naomi comenzaron a salir.

Sin duda la odiaban, pero dejaron pasar su relación para evitar problemas. Pensaron que se desenamorarían una vez que estuvieran en la universidad.

Pero eso no sucedió. Manuel y Naomi se registraron en universidades diferentes y distantes una de la otra. Se veían tanto como les era posible. Cuando se graduaron, él le propuso matrimonio y comenzaron a planear la boda.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Naturalmente, los padres de Manuel se sorprendieron y le dijeron que no siguiera adelante, pero él amenazó con no hacerse cargo del negocio familiar y desaparecer de su vida.

Sus padres siempre estaban preocupados por lo que pensarían los demás, y la desaparición de su hijo sería lo peor para ellos. Por lo tanto, aceptaron a regañadientes su compromiso. Al menos, eso es lo que Manuel creyó todo el tiempo. No sabía por lo que pasó Naomi.

De todos modos, se casaron a los 24 y fueron felices. Naomi anunció su embarazo un año después y no podrían haber estado más felices. Pero un día, Morris llegó a casa y faltaba algo. Nada parecía estar mal, pero sintió un vacío que no podía describir.

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Finalmente, se fue a su habitación. El bolso de Naomi no estaba. Tampoco su pasaporte. Ella se había ido. Manuel se dio cuenta de que había dejado algunas cosas sobre la cama, incluyendo su anillo de bodas.

Manuel se arrodilló junto a su lugar de descanso, agarró el anillo y comenzó a llorar. Sabía que probablemente nunca la volvería a ver.

En el presente...

Manuel recordó ese día en que Naomi se fue y casi comenzó a llorar de nuevo. En aquel entonces, cuando desapareció, lloró durante dos horas y luego se puso de pie.

Hizo todo lo posible por encontrarla, pero en aquella época no tenían teléfonos celulares. No tenían internet, y no había nada que pudiera hacer sin una dirección. Ella podría haber dejado el país por completo, y él nunca lo sabría.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Pero Manuel no quería darse por vencido. Contrató a un investigador privado, pero no pudo rastrearla. Imprimió anuncios y publicó sobre su desaparición en el periódico y no hubo respuestas.

Habló con todos los que la habían conocido, pero la mayor parte de su familia también había desaparecido. Los que se quedaron en la ciudad se negaron a hablar con él. Era una pesadilla, y dondequiera que mirara se convertía en un callejón sin salida.

Eventualmente, sus padres lo instaron a que se detuviera. Le consiguieron una nulidad, pero se negó a firmarla. Estaba casado, y eso fue todo.

Nunca lo convencieron de que se casara con nadie más. Y ahora, 53 años después de la desaparición de su esposa, acababa de recibir un mensaje de un hombre llamado Carlos Garrido que decía ser su hijo.

Tuvo que leer el texto una vez más:

Sr. Manuel Manrique,

Mi nombre es Carlos Garrido. Soy el hijo de Naomi Garrido, y creo que también soy tuyo. Me crio en Hawái y nunca me habló mucho de ti hasta hace unos meses cuando me explicó varias cosas increíbles. Finalmente, la convencí para que me dejara encontrarte, y lo hice.

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Ella no tiene redes sociales y no sabe cómo manejarlas. Pero puedo enviarte fotos de nosotros como prueba si quieres. Solo responde a este mensaje. Tengo muchas ganas de conocerte, y creo que mereces saber lo que pasó.

Atentamente, Carlos.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Aunque Manuel temía que pudiera ser una estafa, tenía que estar seguro. Esta era la respuesta que había estado buscando todo este tiempo. Necesitaba saber si Carlos era su familia.

Los padres de Manuel habían muerto hace muchos años y él nunca se casó ni tuvo a nadie más en su vida. Tenía que intentarlo, así que hizo clic en el cuadro de mensaje de texto y escribió.

Después de varios mensajes, una llamada de Zoom y muchas fotos de Carlos mientras crecía, compró un boleto para Honolulu y salió a encontrarse con su hijo.

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Fue en el aeropuerto donde vio a Naomi, y fue como si no hubiera pasado nada de tiempo. Ella seguía siendo su primer y único amor. Entonces ella le sonrió como si pensara lo mismo. Se saludaron como si aún fueran adolescentes enamorados, y todos lloraron.

Después, abrazó a Carlos, que era igualito a él. “No puedo creer esto”, dijo Manuel, secándose las lágrimas después de alejarse de su hijo.

“¡Yo tampoco puedo! Pero aquí estamos. Tienes que conocer a mi esposa y a mis hijos, que se mueren por conocer a su abuelo”, reveló Carlos.

Lo llevaron a la casa de Carlos y celebraron una fiesta en su honor. Lo aceptaron en la familia como si siempre lo hubieran conocido, y Manuel no podría haber estado más feliz.

Pero todavía había algunas cosas que necesitaba averiguar. Entonces, cuando la fiesta terminó, llevó a Naomi a un lado y le hizo la pregunta que lo atormentó durante 53 años: "¿Por qué te fuiste?".

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“Creí que tus padres te lo habrían dicho”, comenzó Naomi y se detuvo, mirándose los pies.

“Nunca dijeron nada, aunque durante algún tiempo sospeché que era obra de ellos”, agregó Manuel. “Pero lo descarté. Pensé que si no podían separarnos cuando éramos jóvenes, no podrían después de que nos casamos y estuviéramos esperando un hijo”.

“Bueno, fueron ellos, Manuel. Y quiero que sepas que lo siento mucho. Resistí todo lo que pude. Me amenazaron durante años. Me ofrecieron dinero para dejarte, pero no lo hice. Pero cuando quedé embarazada, amenazaron a nuestro hijo”, reveló, y Manuel cerró los ojos por el dolor.

"Dios...", respiró, llevándose una mano a la cara.

“Sí, y ese era mi límite. Dijeron que el bebé nunca sería aceptado y que lo iban a secuestrar para que nunca lo viéramos. No sé lo que iban a hacer, pero no podía arriesgarme a eso. Tomé todo y me fui a un lugar tan lejos como pude pensar”.

“Por suerte, mamá y papá vinieron conmigo. Y a la mayoría de la familia le encantó la idea de Hawái, así que finalmente la siguieron. De hecho, cambié mi nombre legalmente aquí a Keilani Gámez, con la esperanza de que tú o tus padres no me encontraran”, dijo.

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“Mira, entiendo por qué corriste tras esa amenaza. Pero podríamos haber huido juntos”, dijo Manuel, pero Naomi negó con la cabeza inmediatamente.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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"No, no. Tus padres no te habrían dejado ir. Tenían mucho dinero y no tenían miedo de usarlo para arruinar vidas, Manuel. Tampoco podía arriesgar al resto de mi familia. Ellos también habrían accionado en su contra. Esta era la única opción”.

Naomi continuó hablando: “Hicimos una vida aquí, aunque al principio fue difícil porque tomamos los pocos fondos que teníamos para escapar. Fue la elección correcta para nosotros en ese entonces”.

“Me perdí tanto”, susurró Manuel y comenzó a llorar.

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“Y lo siento por eso. Debería haber tratado de encontrarte hace años cuando leí que tus padres habían muerto. Pero pensé que podrías haber formado una familia y seguido adelante.

“No lo hice. ¿Cómo podría? Nunca dejé de amarte”, dijo Manuel entre lágrimas. Naomi sonrió entrecortadamente y también lloró.

“Yo tampoco dejé de amarte”, murmuró y abrazó a su esposo.

Lloraron en los brazos del otro durante mucho tiempo, y Manuel supo en ese momento que se mudaría a Hawái. No podía perderse otro momento de su vida. Quería conocer a Carlos y sus nietos.

Puede que no tenga mucho tiempo en este mundo, y quería pasarlo con las personas que más le importaban. No había tiempo que perder.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • El verdadero amor trasciende en el tiempo y la distancia: Ni décadas de separación ni distancia lograron que Manuel y Naomi se olvidaran de su amor mutuo. Y este amor los volvió a unir al final.
  • No hay tiempo que perder: La vida es demasiado corta para que alguien le ponga pausa a su felicidad. Ve a buscarla y vive como si no hubiera un mañana.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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