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Cuatro niños en una playa | Foto: Shutterstock
Cuatro niños en una playa | Foto: Shutterstock

Familia con 1 solo hijo adopta trillizos: los niños van al mar a esperar a padres biológicos cada día - Historia del día

Vanessa Guzmán
08 abr 2022
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Mateo llevaba a sus hermanos a la playa cerca de su casa para esperar a sus padres biológicos a diario, pero un día no quisieron ir.

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Cuando Mateo tenía solo ocho años, sus padres, Sara y Carlos, decidieron adoptar trillizos. Sus padres los habían abandonado después de darse cuenta de que no podían criar a tres hijos de la misma edad.

Sara trabajaba en el orfanato donde habían dejado a los tres niños. Se encariñó con ellos y no quería que se separaran si otras personas los adoptaban. Habló con Carlos sobre la adopción de los tres niños y él estuvo de acuerdo. Los amaban como amaban a Mateo, y los criaron de la misma manera.

Cuando los trillizos tenían seis años, lentamente comenzaron a comprender el concepto de adopción. Entendieron que Sara y Carlos no eran sus padres biológicos y comenzaron a distanciarse.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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La única persona con la que se unieron los trillizos fue Mateo. Él hizo todo lo posible para que sus hermanos se dieran cuenta de que sus padres tenían buenas intenciones. Sin embargo, estaban seguros de que sus padres biológicos regresarían por ellos algún día.

Esta idea surgió después de que los trillizos encontraron una carta vieja entre las cosas que un día se llevaron a casa del orfanato. La misiva decía que sus padres habían ido a navegar en un barco pero que algún día regresarían.

Sus papás le pidieron al orfanato que cuidara de sus hijos, ya que algún día regresarían con ellos y vivirían una vida feliz.

Desde que descubrieron esa carta, los trillizos confrontaron a Sara y Carlos sobre su adopción. Dijeron que estaban mejor en el orfanato, porque así sus padres podrían encontrarlos fácilmente.

Pero Mateo tuvo una idea. Su familia vivía junto al mar, por lo que trató de convencer a sus hermanos de que esperaran junto al agua a que regresaran sus padres. "Esperemos todos los días en la orilla. ¡De esa manera, los verán de inmediato!", planteó.

Todos los días, desde entonces durante cinco años, los trillizos caminaron por la orilla con Mateo esperando que sus padres regresaran. Mateo también quería creer esto, mientras sus padres los veían caminar hacia la costa todos los días con lágrimas en los ojos.

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La verdad era que Sara y Carlos aún no podían decirles a los trillizos la verdad sobre sus padres biológicos, ya que eran demasiado jóvenes para entender lo que realmente sucedió.

Cuando Mateo tenía 13 años, sus padres decidieron sentarse con él. Le contaron toda la verdad sobre los padres biológicos de sus hermanos. Le explicaron cómo los progenitores de los trillizos no estuvieron dispuestos a dejar el estilo de vida despreocupado para criar a sus hijos.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Fue esa la razón por la que los verdaderos padres de los tres hermanos decidieron dejarlos en un orfanato. La carta fue solo su último esfuerzo para intentar que pareciera que no habían abandonado a sus hijos para siempre.

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"No creo que deban ocultarles esta verdad", dijo Mateo, dándose cuenta de lo dolorosa que era la realidad de sus hermanos menores.

"Es mejor que esperemos hasta que sean un poco mayores. Solo tienen 11 años y no podrían comprender la situación por completo", explicó Sara.

"Piensan que no los amas genuinamente y los adoptaste por lástima", admitió Mateo. Carlos negó con la cabeza y demostró su tristeza.

"Por supuesto que no, Mateo. Los amamos tanto como te amamos a ti. Todos ustedes son nuestros hijos, y siempre les desearemos lo mejor en la vida", respondió.

Al día siguiente, Mateo entró en la habitación de sus hermanos pensando que era hora de que hicieran su visita diaria a la playa. "Oye, ¿por qué aún no están vestidos? ¡Es hora de ir a la playa!".

Uno de los trillizos se negó. "No queremos esperar más por ellos".

En ese momento, Sara entró en la habitación y escuchó lo que decía el niño. Al ver a su madre allí, los niños decidieron revelar la verdad.

"Escuchamos su conversación ayer", dijo uno de ellos. “Si salimos a esperarlos y verlos, solo diremos que ya no queremos volver con ellos. Tenemos padres aquí que nos aman, y si abandonarnos fue la elección que tomaron, entonces eso es algo con lo que tienen que vivir para siempre".

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Sara lloró al escuchar esto. Había estado esperando el momento en que los trillizos finalmente la aceptarían como su madre, y ese momento finalmente había llegado.

"Los amamos mucho a ustedes tres y a Mateo ¡más que a nada! Lo siento, papá y yo pensamos que era demasiado pronto para que supieran la verdad, pero todos ustedes son niños brillantes; manejaron la verdad mejor que otros", manifestó Sara.

Carlos también entró en la habitación y se sentó entre sus hijos. "De ahora en adelante, no habrá secretos en esta familia, ¿de acuerdo? Comenzaremos de nuevo y disfrutaremos la vida juntos", dijo, dándoles un abrazo a cada uno.

"Y lo prometo: siempre los protegeré, chicos. Ustedes son mis hermanos y siempre estaré aquí para ustedes, pase lo que pase. ¡Los amo con todo mi corazón!", intervino Mateo.

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En ese momento, los trillizos saltaron de la cama para un amoroso abrazo grupal. "Muchas gracias por todo, y lamentamos haberlos alejado durante tantos años", susurró uno de ellos.

Desde entonces, la familia ha vivido junta felizmente. Aunque no eran ricos, disfrutarían de los lujos simples de la vida que podían permitirse, como hacer viajes por carretera, comer en deliciosos restaurantes en familia y tener noches especiales juntos en casa.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Una familia no siempre está formada por tus parientes consanguíneos: Sara y Carlos amaban mucho a sus hijos y trataban a todos por igual, sin importar si eran adoptados o no. Se aseguraron de criarlos en un hogar amoroso y seguro. Valoraron el tiempo de calidad entre ellos por encima de todo lo demás.
  • Nunca es tarde para empezar de nuevo: Aunque los trillizos alejaron a Sara y Carlos pensando que los compadecían en lugar de amarlos, terminaron reconstruyendo su relación para mejor.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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