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Una línea de cajas de una tienda | Foto: Shutterstock
Una línea de cajas de una tienda | Foto: Shutterstock

Niña paga víveres de mendigo: su papá recibe $520.000 de él para tratamiento de su esposa al día siguiente - Historia del día

Mayra Pérez
17 abr 2022
23:30

Jorge decidió vestirse como un mendigo para ver quién querría ayudarlo, y solo Lily, de 11 años, lo hizo. También dijo algo que le resultó intrigante. Al día siguiente, él fue hasta su casa y reveló algo impactante a su padre.

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A los 78 años, Jorge estaba listo para redactar su testamento. Lo había estado posponiendo por años, y este era el momento de hacerlo. Pero no creía que sus hijos o nietos merecieran su considerable fortuna. Así que se le había ocurrido un plan.

Se vistió con la ropa más pobre que pudo encontrar y se sentó en la calle con un sombrero frente a él, esperando que alguien le diera algunos centavos. Ayudaría a la primera persona que le mostrara caridad.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Su esfuerzo fue infructuoso. La gente en las calles del pequeño pueblo donde vivía pasaba junto a él sin siquiera mirarlo. Todos lo habían ignorado, y en ese punto Jorge estaba considerando dar su fortuna a alguna organización benéfica escogida al azar.

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Era hora de darle un milagro.

Antes de irse a casa, pasó por el supermercado con la intención de comprar una magdalena y un poco de leche para disfrutar a solas de las cosas simples de la vida. Solo había una niña en la caja.

“No se preocupe, señor. Yo pagaré”, dijo la chica y le hizo señas al cajero para que le cobrara los víveres de Jorge.

“¿Qué? No puedes pagar esto por mí”, dijo Jorge, pero la chica no parecía dispuesta a aceptar un no por respuesta.

“Insisto”, dijo ella y le regaló una sonrisa amistosa.

“Ok”, respondió Jorge y agarró sus víveres. Esperó a la niña, que no podía tener más de 11 años, y comenzó a hacerle preguntas mientras caminaba a su lado. “¿Cuál es tu nombre? ¿Y por qué pagaste la compra de un desconocido?”.

“Mi nombre es Lily. Mi mamá siempre me ha dicho que debo ayudar a la gente siempre que pueda, porque Dios premia a las personas que son generosas. Y realmente necesitamos un milagro en este momento”, le dijo la niña.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“¿Un milagro?”, preguntó el hombre.

"Está enferma. Me refiero a mi mamá. Y aunque mis padres no querían que lo supiera, los escuché decir que los tratamientos son demasiado costosos. Están hablando de vender nuestra casa e irnos a vivir con la abuela”, le explicó Lily.

Una idea comenzó a formarse en la mente de Jorge. “Eso es terrible”, expresó.

“Así que ahora voy por ahí siendo muy amable con todos para que Dios vea que somos buenas personas”, terminó Lily y se dio cuenta de que casi habían llegado a su casa. “Esta es mi calle. ¡Adiós!”, dijo.

La niña corrió con sus compras hasta una linda casita. Jorge llamó a su asistente para que lo recogiera. Ya sabía lo que debía hacer.

Era hora de darle un milagro.

***

Al día siguiente, el padre de Lily abrió la puerta de su casa y vio a un hombre mayor con traje parado allí. “Buenos días”, saludó con amabilidad.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“Hola, muy buenos días. Mi nombre es Jorge Marrero. ¿Puedo pasar?”, preguntó el anciano con una gran sonrisa en su rostro.

“Disculpa, ¿Te conozco? ¿Cómo puedo ayudarte?”, quiso saber.

“No, discúlpame tú; estoy haciendo todo mal”, dijo Jorge, riendo. Había estado visualizando ese momento a lo largo de la noche y se había dejado llevar por la emoción. “Eres el padre de Lily, ¿cierto?”.

“Sí. ¿Conoces a mi hija?”.

“La conocí ayer en la tienda de comestibles y ella pensó que yo era un mendigo. Yo iba muy mal vestido. Tuvo la amabilidad de pagar mis artículos y quiero devolverle el lindo gesto”, explicó Jorge.

“Ya veo. Lily es así”, respondió el hombre, riéndose también e invitándolo a entrar.

“Por cierto, soy Tomás”, dijo, ofreciendo su mano para estrechar la de Jorge. “Un placer conocerlo”.

“Igualmente, Tomás. Vayamos al grano”, dijo Jorge. “Quiero pagar el tratamiento de tu esposa. Lily me dijo que necesitaban dinero y yo necesito a alguien a quien darle toda mi fortuna”.

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“¿Qué dices?”. Tomás estaba impactado.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

“Hablo completamente en serio. Además de pagar el tratamiento de su esposa, quiero darle mi patrimonio a Lily. Por supuesto que le dejaré algunas cosas a mi familia, y así evitaré que los molesten luego de que se lea mi testamento”, explicó Jorge.

Tomás estaba sin aliento. Se sentía completamente confundido por lo que aquel inusual visitante le decía.

“Entiendo tu sorpresa, pero puedes confiar en mí”, aclaró Jorge. “¿Cuánto cuesta el tratamiento de su esposa? Deme un número”.

“Nos han dicho que necesitamos alrededor de 520 mil dólares”, dijo Tomás distraídamente y entró en pánico cuando vio a Jorge sacar su chequera. “¡No! ¡No! Señor, no puedo aceptar esto”.

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“Sí, claro que puedes. Tu hija está haciendo buenas obras porque espera que Dios le conceda un milagro. Yo soy el milagro. Por favor, acéptalo”, insistió Jorge y escribió el cheque.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Tomás aún estaba en estado de shock cuando vio llegar a su esposa, Wendy y Lily. Ellas tampoco podían creer lo que estaba pasando.

Wendy quiso rechazar la oferta, pero Jorge fue muy convincente. Les entregó el cheque y les dijo que recibirían una llamada de su abogado cuando falleciera. Así, los Romero pudieron hacer frente al tratamiento médico y conservar su hogar

Unos años más tarde, Lily recibió la herencia de Jorge, para sorpresa de la familia Marrero. Sin embargo, el testamento del anciano era férreo, y la niña y su familia nunca más tuvieron que preocuparse por el dinero.

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Ayudar a otros puede hacer que te ocurran cosas increíbles. Siempre que se pueda, hay que ayudar sin esperar nada. Te pueden pasar cosas hermosas cuando eres una persona generosa.
  • Nuestras acciones pueden cambiar las vidas de otras personas. Jorge quería hacer algo valioso con su riqueza y eso lo llevó a salvar a una familia de una deuda extrema.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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