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Un hombre durmiendo en un banco | Foto: Shutterstock
Un hombre durmiendo en un banco | Foto: Shutterstock

Indigente halla anillo antiguo en su taza y corre a buscar a la mujer que lo llevaba puesto - Historia del día

Vanessa Guzmán
03 may 2022
10:10

Un anciano sin hogar se sorprendió al ver un anillo antiguo de aspecto costoso dentro de su taza mientras mendigaba en la calle. Se dio cuenta de que la mujer que acababa de pasar lo dejó caer accidentalmente. Decidió apresurarse a encontrarla y sucedió algo que no esperaba.

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Joshua vivió en las calles durante años después de que los miembros de su familia se negaran a aceptarlo. Se sentaba en la acera todos los días con una taza frente a él. Esperaba que los transeúntes fueran lo suficientemente amables como para darle algo de dinero.

La mayoría de las veces, la gente ignoraba a Joshua, pero había algunas excepciones. Una mujer en particular se detuvo para hablar con él: su nombre era Olivia Cáceres.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Olivia tenía 60 años y experimentó la pobreza y la riqueza a lo largo de su vida, por lo que entendía mucho la situación de Joshua. Después de que pudo recuperarse hace años, se propuso ayudar a los necesitados que pasaban por lo mismo que una vez vivió ella.

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Todos los días, Olivia usaba un anillo antiguo que era una reliquia familiar. Lo recibió de su abuela y quería pasárselo a su nieta algún día.

El anillo significaba mucho para ella, ya que era su motivación para trabajar duro hasta que ya no tuviera que preocuparse por encontrar dinero para poder comer todos los días. Se esforzó hasta que ascendió en las filas de una empresa local que eventualmente la convirtió en una de sus directoras.

De camino a casa desde el supermercado, Olivia colocó un par de billetes de diez dólares en la taza de Joshua. Sorprendido por la enorme cantidad, Joshua levantó la vista y le sonrió.

"Gracias, amable señora", dijo. Esa había sido una de las pocas veces que la gente le dio algo más que monedas o billetes de un dólar, y estaba asombrado.

"¿Cuál es su nombre, señora?", preguntó Joshua. "Nunca la he visto por aquí".

La mujer sonrió. "Mi nombre es Olivia Cáceres. Vivo en la casa frente a la floristería. Tal vez no nos hemos encontrado en el pasado", respondió ella.

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"Probablemente", dijo Joshua. "Nadie me ha ayudado como usted. Gracias, amable señora".

"No te preocupes. Creo que la amabilidad siempre regresa", dijo Olivia con una sonrisa y se alejó.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Un par de minutos después, Joshua decidió sacar los billetes de diez dólares de la taza. Cuando los levantó, también encontró un anillo adentro. Lucía antiguo y de mucho valor.

Inmediatamente, recordó a Olivia y se dio cuenta de que podría haberlo dejado caer mientras ponía los billetes. Se levantó del suelo y corrió tras ella. Sin embargo, ya había desaparecido sin dejar rastro.

Curioso por saber cuánto costaba el anillo, decidió entrar en una casa de empeño. Le entregó el anillo al empleado, quien, asombrado, dijo que era una pieza antigua, rara por la que estaba dispuesto a darle 6 mil dólares.

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La mente de Joshua comenzó a llenarse de pensamientos después de escuchar que por el anillo le darían $6000. Podría ayudarlo a encontrar un hogar durante un par de meses y asegurarse de no pasar hambre por mucho tiempo.

Sin embargo, Olivia volvió a cruzar por su mente y sus palabras resonaron en su cabeza: "Creo que la amabilidad siempre regresa". Sacudió la cabeza y se negó a aceptar el dinero.

En cambio, tomó el anillo y lo guardó de forma segura en su bolsillo. Juró seguir buscando a Olivia para poder devolverlo. Entonces, de repente, recordó que ella le había dicho que vivía justo enfrente de la floristería.

Caminó hacia la calle donde estaba la floristería y vio una casa blanca simple pero hermosa frente a ella. Llamó a la puerta y, después de un rato, Olivia abrió.

Al principio, la mujer no lo reconoció. Sin embargo, cuando sacó el anillo de su bolsillo, de repente recordó y comenzó a llorar.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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"¡Oh! ¡Dios mío, trajiste mi anillo! Pensé que lo había perdido para siempre. ¡Lo he estado buscando por todas partes!", comentó, con lágrimas en los ojos.

Olivia miró a Joshua con admiración. Ella acababa de conocerlo un par de horas antes y él estaba necesitado, pero prefirió devolverle el anillo. Tenía una sonrisa en su rostro, sabiendo que podía alegrarle el día a Olivia.

"¿Por qué lo trajiste de vuelta? Quiero decir, podrías haberlo guardado o vendido por una gran suma de dinero", le preguntó.

"Creo que la amabilidad siempre regresa", respondió Joshua. Olivia no pudo evitar sonreír. No creyó que sus palabras resonarían en Joshua, pero lo hicieron.

"Me ayudó y yo también quería ayudarla. Esto le pertenece y pensé que debería estar entre sus posesiones", explicó Joshua.

Olivia agradeció el amable gesto e invitó a Joshua a entrar a su casa para tomar un refrigerio y un té caliente. Sin embargo, Joshua se negó, no quería ser una carga para la mujer.

Eventualmente, Olivia pudo pasarle el anillo a su nieta como estaba planeado. También se aseguró de contarle la historia de Joshua, el hombre sin hogar que hizo posible que ella le diera la importante reliquia familiar.

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Su nieta, Sarita, se conmovió con la historia. Quería compartirla con todo el mundo y ayudar a Joshua creando una cadena de recaudación de fondos.

Al final, Olivia y Sarita recaudaron $160.000 para Joshua. Lo invitaron a su casa, donde le entregaron un cheque. "Ya no tienes que dormir en la calle", dijo Olivia con una sonrisa.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Joshua tomó el cheque y no podía creer lo que estaba viendo. "¿Cómo... de dónde sacaron todo este dinero?", preguntó.

Sarita le explicó el poder de las redes sociales y cómo lo usó para ayudarlo. Joshua no pudo evitar llorar. Durante mucho tiempo anheló no tener que dormir más sobre el pavimento frío. “Gracias", sollozó. "No sé qué decir".

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Olivia ayudó a Joshua a abrir una cuenta bancaria a su nombre. Se comprometió a usar el dinero sabiamente para no tener que volver a vivir la experiencia de estar sin hogar nunca más.

La primera orden del día para Joshua era asearse. Se dio una ducha caliente en casa de Olivia y lo acompañaron a la barbería para cortarle el pelo y afeitarlo. Sarita también fue a una tienda departamental cercana a comprar ropa limpia.

Cuando Joshua terminó con su cambio de imagen, Olivia se quedó sin palabras. Vio a un apuesto anciano de pie frente a ella, y se enamoró. Detrás del cabello desaliñado de Joshua había un hermoso rostro que brillaba aún más cuando sonreía.

Por primera vez, Joshua tuvo la confianza suficiente para mantener contacto visual con Olivia también. Finalmente, tuvo la confianza para mirar su cara bonita y su cabello rubio bien arreglado.

Olivia y Joshua comenzaron a acercarse poco a poco y al tiempo se casaron. Con la ayuda de Olivia, Joshua inició un nuevo negocio como herrero y comenzó a vender sus diseños.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Lo que se siembra se recoge: El ciclo de bondad continuó para Olivia y Joshua, quienes se ayudaron mutuamente cuando ambos lo necesitaron. Al final, les trajo amor y felicidad. Algo que nunca esperaron experimentar a su edad.
  • Sé amable con los demás, ya que la bondad siempre regresa: Olivia creyó en devolver el favor desde el principio. Entendió lo que era no tener nada y tenerlo todo. Así que ayudó a Joshua simplemente porque podía. Le abrió puertas de oportunidades para él, y finalmente, cambió su vida.

Comparte esta historia con tus seres queridos. Podría inspirarlos y alegrarles el día.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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