Mujer nota que su esposo desaparece en el garaje cada día: se cuela dentro y halla puerta oculta - Historia del día
Margarita no entendía por qué su esposo Jorge pasaba tanto tiempo en el garaje. La mujer nunca invadía su espacio, pero esta situación le parecía extraña.
Un día, hizo que su hija lo distrajera y fue a mirar. Sin embargo, nunca esperó encontrar algo tan sorprendente.
"Voy al garaje, cariño", le dijo Jorge a Margarita, que estaba en la cocina limpiando.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
"Has estado ahí todo el día. ¿Qué estás haciendo?", preguntó ella, secándose las manos con un paño.
"Estoy trabajando en el carro, y me lleva algo de tiempo terminarlo. También arreglo algunas cosas y quiero construir estantes para mis herramientas. Ya sabes, cosas de hombres", expresó.
Margarita se puso las manos en la cintura y contempló la situación. Su hogar era algo tradicional. Ella cocinaba y limpiaba mientras él se ocupaba de la jardinería, las reparaciones y el mantenimiento de la casa. Nunca invadía su espacio, pues creía que todo hombre debía tener su tiempo a solas.
Sin embargo, Jorge llevaba días en el garaje y solo salía para comer. Nunca tenía grasa en las manos, ni ninguna prueba de que estuviera trabajando en sus coches. Le parecía extraño que él hubiera encontrado esta nueva fijación por la mecánica o la construcción de estanterías.
Lee también: Tras muerte de anciano, hijo regresa a su casa y oye sonidos en el garaje abandonado - Historia del día
¿Qué está pasando?, se preguntó, pero no sabía qué hacer. Lo dejó pasar y limpió el resto de la cocina.
***
Unos días más tarde, Margarita estaba harta. Necesitaba entrar en el garaje y descubrir la verdad. Pero Jorge siempre estaba cerca, así que ideó un plan con su hija. Cynthia iba a hacer una videollamada con ellos para mostrarles a su bebé. Eso debería ser suficiente distracción para que ella entrara al garaje y comprobara las cosas rápidamente.
Cuando Cynthia finalmente llamó, Margarita gritó a su marido para que fuera a la cocina. La laptop estaba sobre la mesa. "¡Jorge! ¡Cynthia está llamando! Ven aquí".
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
Jorge salió inmediatamente del garaje y se sentó junto a su mujer para hablar con su hija. Ella les contó todo sobre la bebé y su vida.
"Tengo que irme un momento. Disculpen", dijo Margarita, levantándose de la mesa. "Vuelvo enseguida".
Se alejó de Jorge y verificó que seguía distraído. Luego salió de la casa y se dirigió al garaje.
Sorprendentemente, todo estaba en perfecto orden. No había indicios de que se hubiera hecho una estantería, y el capó del coche estaba en su sitio. Las herramientas estaban idealmente guardadas, y no había ningún desorden. No tenía sentido. Si Jorge había estado trabajando allí todo el día, las cosas estarían tiradas. Tal vez algo de grasa o aceite. Pero no había nada.
De repente, se inclinó hacia la pared y no pudo creer lo que sucedió a continuación. Una puerta secreta se abrió. ¿Qué? ¿Esto es nuevo? ¿Siempre ha estado aquí?, se preguntó mientras entraba.
Estaba completamente oscuro, pero buscó un interruptor de luz y lo encontró rápidamente en un lateral. Dentro había un taburete y algo sorprendente: un caballete.
Vio un lienzo colocado encima y un trabajo en curso. A un lado, observó varias fotografías de su familia pegadas a un tablero de corcho en la pared. Había materiales de pintura en el suelo, incluyendo una paleta y varios pinceles.
"¿Jorge sabe pintar?", expresó.
Una voz la sobresaltó de repente. "¿Qué haces aquí?".
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash
Se dio la vuelta, sujetándose el pecho del susto, y respiró rápidamente. "¡Dios! Me has asustado!".
"Margarita...", la regañó, colocando las manos en su cintura. Pero había una sonrisa en su tono. "¡Quería que esto fuera una sorpresa!".
"¿Qué estás haciendo aquí? Ni siquiera sabía que existía esta habitación", cuestionó ella, mirando a su alrededor. Él le hizo un gesto para que se acercara al lienzo.
"Ha estado aquí desde que nos mudamos. Aunque admito que es difícil encontrar la puerta si no sabes dónde buscar. De todos modos, tomé una clase de pintura cuando era pequeño, pero lo olvidé por completo. Últimamente, he pensado que no tenemos ningún retrato familiar, especialmente con nuestra nieta. Así que estaba pensando en mezclar esta foto nuestra con la que envió Cynthia", explicó, señalando hacia la pared.
"¡Guau! ¡Es una idea tan dulce!", se entusiasmó ella.
"Sí, pero se suponía que era un regalo", replicó él riendo.
"Lo siento mucho, cariño. Me preocupaba que pasaras tanto tiempo aquí".
"La verdad es que he tenido que volver a empezar varias veces, pero esta vez está quedando muy bien", continuó. "También tuve la precaución de limpiarme las manos con un paño para no levantar tus sospechas, pero supongo que de todas formas sospechaste".
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
"Sí, lo hice. Pero esto es genial. Continúa".
Jorge terminó el cuadro unos días después y lo mostró durante una visita de Cynthia. También hicieron una foto de la familia para guardarla para la posteridad. Al cabo de unos años, la pareja decidió mudarse más cerca de Cynthia para poder estar presente en cada momento especial de su nieta.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Es mejor no sacar conclusiones precipitadas cuando tu pareja tiene un secreto: Hay que confiar en el cónyuge y darle el beneficio de la duda.
- La familia es lo más importante: Después del incidente de la pintura, Margarita y Jorge se dieron cuenta de que echaban mucho de menos a su hija y se acercaron a ella.
Comparte esta historia con tus amigos. Puede que les alegre el día y les inspire.
Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.