Viudo en duelo visita la tumba de su esposa y ve a un niño allí que dice: "Esta es mi mamá" - Historia del día

Bruno y su esposa, Nancy, nunca tuvieron hijos. Él, incluso, abandonó la idea de ser padre. Una noche, discutieron al respecto, ella salió en su automóvil y nunca regresó. En el camino tuvo un fatal accidente.

Cuando Bruno visitó su tumba unos días después, se conmocionó al ver a un niño pequeño sentado junto al lugar en el que fue sepultada su esposa.

Los últimos días habían sido angustiosos para Bruno. En su interior guardaba mucho arrepentimiento por la discusión que había tenido con su esposa antes del terrible suceso. Respiró hondo y pensó en los últimos años de su vida mientras caminaba por la hierba verde del cementerio.

Bruno y Nancy se casaron cuando tenían 20 años y, durante mucho tiempo, ambos se concentraron en sus carreras. Acababan de salir de la universidad y necesitaban todo el dinero que pudieran conseguir para empezar sus vidas.

Por lo tanto, los niños quedaron en un segundo plano. Pero a medida que pasaba el tiempo, Bruno seguía pensando que procrear sería una pérdida de tiempo y dinero.

Por su parte, Nancy realmente quería tener hijos, por lo que comenzaron a intentar tener un bebé a los 30 años. Pero nada parecía funcionar. Acudieron a un especialista para Nancy, quien la preparó con todo tipo de medicamentos para la fertilidad, pero aun así no funcionaron.

Bruno comenzó a preocuparse de que él pudiera ser el problema en esta situación, pero no quería ver a un especialista para descubrir la verdad.

No se trataba de su orgullo. Cuanto más intentaban y fallaban para tener un bebé, menos lo deseaba. Empezó a leer cosas sobre familias que no tenían hijos y consideró esa opción. Eran ricos y podían hacer lo que quisieran. Un niño sería una molestia para él.

Sin embargo, Nancy quería ser madre más que nada. Se detenía en las tiendas de juguetes y bebés por las que pasaban y le decía: "¿No sería divertido jugar al fútbol en nuestro patio con nuestro hijo?". Y Bruno murmuraba cuando decía cosas así.

Eventualmente, Nancy se cansó de ser ignorada y no volvió a hablar de eso. Bruno pensó que ella finalmente podría haber llegado a aceptar que eran una pareja sin hijos, pero estaba equivocado.

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En algún momento, Nancy comenzó a llegar tarde a casa del trabajo y Bruno empezó a sospechar. Ella nunca había hecho eso, incluso durante los momentos más ocupados de su carrera cuando tenía 20 años.

Estaba asentada en el trabajo y tenía un puesto importante en su empresa. Por lo tanto, Bruno estaba seguro de que ella lo estaba engañando y estaba pensando en dejarlo. Eso fue lo que condujo a la noche más terrible de su vida.

Nancy acababa de llegar a casa esa noche y Bruno estaba decidido a saber la verdad. "¿Dónde demonios has estado?", le gritó tan pronto como ella entró.

Ella se sorprendió por su actitud. "¿Qué quieres decir? Estaba en el trabajo".

"¡Eso es mentira! ¡Dime la verdad!".

"¿Qué? No estoy... mintiendo", dijo Nancy, pero sus ojos se desviaron y Bruno notó su vacilación.

"¿QUÉ ME ESTÁS OCULTANDO?", gritó, haciéndola estremecerse.

"Deja de gritar. No estoy haciendo nada malo", aseguró. Pero Bruno estaba tan enojado que no quería escuchar nada más.

"¡¿CÓMO PUDISTE? ¡HORRIBLE MUJER! ¡NO PUEDO CREER QUE DESPUÉS DE TODOS ESTOS AÑOS BUSCARAS OTRO HOMBRE PARA DARTE HIJOS!".

Al escuchar a Bruno pronunciar esas terribles palabras, Nancy finalmente tuvo suficiente. "¡NO TOLERARÉ QUE ME INSULTEN EN MI PROPIA CASA!", gritó ella de vuelta.

"¡Y NO TOLERARÉ A UNA ESPOSA INFIEL!".

Nancy frunció el ceño y salió corriendo de la casa.

"¿A DÓNDE VAS? ¡REGRESA! ¡NO HEMOS TERMINADO!".

"¡Volveré cuando te calmes!", respondió ella, subiendo a su auto y alejándose.

Esa fue la última vez que Bob vio a Nancy con vida. Ella murió en un accidente automovilístico esa noche, y ahora, él estaba visitando su tumba con todos sus remordimientos todavía en su corazón.

Podría haber hecho mucho y ser diferente. No debería haberle lanzado esas acusaciones, pero no tenía otra explicación. Y ahora, él nunca sabría la verdad.

Se acercó a su lápida, pero se detuvo en seco cuando vio a un niño pequeño sentado frente a ella en el césped, hablándole. A unos metros de distancia, vio a dos adultos mirando al niño, esperando que terminara. Bruno no entendía lo que estaba pasando, así que caminó hacia el chiquillo.

El niño levantó la vista cuando notó a alguien más, y Bruno lo saludó vacilante. "Hola, niño. ¿Qué haces aquí?".

El niño frunció los labios por un segundo y volvió a mirar la lápida. "Esta es mi mamá".

Bruno levantó las cejas y casi se cae hacia atrás, pero se compuso y preguntó: "¿En serio? Porque esa es mi esposa y no tuvimos hijos... creo", agregó, tratando de que sus palabras sonaran divertidas.

El niño levantó la vista y continuó: "Bueno, ella dijo que me iba a adoptar pronto. Y me dijo que yo también iba a tener un papá".

Finalmente, Bruno notó que se acercaban los dos adultos que estaban a unos metros de distancia. "Hola, señor. ¿Es usted Bruno Martínez?", preguntó uno de ellos.

"Sí, lo soy", respondió, todavía confundido.

"Hola, señor. Es un placer conocerlo. Trabajamos en el orfanato local. Soy Sara y él es José. Nancy estuvo visitando a Carlos durante varias semanas antes de morir. Nos dijo su intención de adoptarlo, pero ella siempre decía que su esposo aún no estaba convencido", explicó Sara, y finalmente todo encajó para Bruno.

Nancy nunca lo había engañado. Estaba visitando a un niño en el orfanato de su ciudad, buscando adoptarlo. Estaba sorprendido, pero esto era mejor que pensar que ella había sido infiel a su matrimonio. Aun así, debería habérselo dicho.

"No estaba al tanto de lo que estaba haciendo", reveló Bruno, sorprendiendo a los trabajadores del orfanato.

"Oh, ya veo. Bueno, nos enteramos de su muerte, y fue difícil explicarle todo a Carlos, así que lo trajimos aquí. Espero que esté bien", continuó la mujer. "Mi más sentido pésame, señor".

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Bruno le dio las gracias y observó al niño hablando con su esposa. Después de unos minutos, tomó una decisión importante que esperaba honraría a su esposa y compensaría sus acciones el día de su muerte.

Con la ayuda de Sara, él mismo comenzó a visitar a Carlos, y el niño estaba emocionado de contarle todo sobre las visitas de Nancy. Muy pronto, lo aprobaron como padre adoptivo y, años más tarde, adoptó a Carlos oficialmente.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Habla siempre sobre el futuro con tu pareja antes de casarte: Por supuesto, las parejas pueden cambiar de opinión, pero siempre debes hablar con tu pareja sobre asuntos serios como niños, finanzas, metas y otras cosas importantes para asegurarse de que tienen planes de vida compatibles.
• No asumas cosas antes de saber la verdad: Bruno acusó a su esposa de algo terrible y viviría con ese arrepentimiento para siempre.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.