logo
Un niño con una bolsa en la calle | Foto: Shutterstock
Un niño con una bolsa en la calle | Foto: Shutterstock

Niño pobre se ofrece a ayudar a anciano a cambio de donas para su mamá, recibe $230.000 en lugar de las donas - Historia del día

Vanessa Guzmán
07 jul 2022
10:00

Un niño pobre necesitaba desesperadamente dinero para comprar alimentos y medicinas para su madre enferma, pero ayudó a un anciano a cambio de donas. Unos días después, encontró una caja llena de dinero con una nota desgarradora en la puerta de su casa.

Publicidad

Las pasadas vacaciones de verano fueron una época de diversión para todos los niños, excepto para Dylan. El niño de 10 años vivía con su madre, Merlina, y un perro como mascota.

Mientras los niños de su edad disfrutaban de su infancia, Dylan tuvo que asumir las responsabilidades de un adulto después de que su padre los abandonó.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Al crecer, Dylan nunca tuvo una infancia color de rosa. Su madre a menudo se enfermaba y apenas podía trabajar. Invirtió sus ganancias en la educación de su hijo porque quería que se convirtiera en médico y sirviera a los necesitados y enfermos.

Ese verano, el niño decidió ayudar a su madre a aliviar su carga buscando dinero en las calles. No sabía que una fortuna que le cambiaría la vida llegaría pronto a su puerta.

Publicidad

“No quiero que mendigues por las calles, hijo”, pidió Merlina. "Quiero que algún día te conviertas en médico... no esto. No quiero que supliques dinero a extraños".

Pero la madre de Dylan pensó mal. El niño no estaba mendigando dinero. Él ayudaba a las personas mayores a llevar sus bolsas del supermercado a cambio de dinero.

"Perderé la esperanza en la vida si no te ayudo, mamá... Déjame hacer esto por ti, por favor", suplicó.

Después de convencer a su madre, se fue al trabajo, llevándose cartulinas viejas con una inscripción que decía: "Te ayudaré a llevar tus compras a casa por $3 o comida para mi madre, mi perro y para mí".

Dylan estaba parado afuera del ajetreado supermercado con el letrero de cartón cerca de sus pies, mirando a los clientes mayores con esperanza y hambre.

El primer día de trabajo del niño fue agotador. Ayudó a seis personas con sus bolsas de compras y ganó $18. Con ese dinero compró jarabe para la tos y otras medicinas para su mamá, dos panes, una docena de huevos y unas velas para iluminar su pequeño altar.

Publicidad

"¡Mamá, mira! ¡Compré esto con mis ganancias de hoy!", exclamó.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Merlina estaba orgullosa de su hijo, pero aún le molestaba que no disfrutara su infancia como sus amigos.

Pasaron varios días y Dylan siempre regresaba a casa con algunas ganancias. En un día similar, estaba buscando clientes cuando un anciano extraño se le acercó con una cálida sonrisa.

"Hijo, gasté todo mi dinero en la tienda, así que no tengo los $ 3 que necesitas", dijo el anciano. "Pero puedo darte algunas donas si me ayudas a llevar mis paquetes".

Aunque las donas sonaron atractivas para Dylan, rechazó la oferta del anciano y decidió ayudarlo de forma gratuita. "Está bien. Te ayudaré gratis", dijo.

Publicidad

El anciano estaba atónito por la amabilidad del niño, pero no quería que el pobre niño trabajara gratis. "¡No! Un trato es un trato", insistió.

"Nunca comprometas tus condiciones de trabajo para favorecer a otra persona. Soy un caballero que te tiene que pagar por tu trabajo. Y tú, hijo mío, debes respetarte a ti mismo y a tu trabajo".

Dylan se sorprendió por las palabras del hombre. Él sonrió y felizmente lo ayudó a llevar las bolsas a su casa. Cuando llegaron allí, el hombre recordó que aún no había comprado las donas que le había prometido al niño.

"Hijo, ¿cuál es tu nombre?", preguntó.

"Dylan", respondió el niño, sonriendo.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Publicidad

"Hijo, perdona a tu abuelo... Me olvidé por completo de comprar tus donas hoy... Acordamos cambiar tus servicios por donas. Soy un hombre de palabra. Entonces, por favor, dame tu dirección".

El hombre le dijo a Dylan que le enviaría las donas en unos días. El niño le dio su dirección al extraño, a regañadientes, y saltó felizmente, satisfecho de servir a un hombre necesitado.

Había pasado una semana desde la última vez que Dylan vio al hombre, y tampoco llegaron donas. Dylan lo dejó pasar porque nunca esperó nada a cambio y asumió que el abuelo lo había olvidado.

Una noche, estaba descansando en el sofá después de un largo día de trabajo cuando escuchó que tocaban la puerta.

"¿Quién es? Un segundo, ya voy..."

Pero cuando Dylan abrió la puerta, no había nadie afuera, excepto una extraña caja en el umbral.

"¿Qué hace esta cosa aquí? ¡Mamá! ¡Ven aquí! Tengo miedo. Hay una caja grande afuera de nuestra casa", gritó.

La mamá de Dylan estaba ocupada adentro y no lo escuchó. Curioso, el niño tomó la caja y la llevó adentro. Esperaba que no fuera una especie de broma pesada de los niños vecinos.

Publicidad

La caja era bastante pesada, lo que lo asustó aún más. Nervioso, lo abrió y se congeló al ver la enorme cantidad de dinero que había dentro.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

"¡Mamá! ¡Ven aquí rápido! ¡Mira esto!... ¡Mamá!... ¡Mamá!".

"¿Qué pasa, cariño?", preguntó Merlina, mientras entraba a la habitación. Se detuvo en seco cuando vio la caja llena de dinero en efectivo.

Dylan tomó una caja más pequeña del interior y, cuando la abrió, sonrió. Era una caja de donas con una nota que decía: "De tu amado abuelo, Benjamín Pirela". Dylan entendió que era del anciano al que había ayudado hace varios días. Contaron el dinero y se sorprendieron cuando sumó $230.000.

Publicidad

"No, hijo, debes encontrarlo y devolver esto... no podemos quitarle tanto dinero a alguien así".

"Sí, mamá... tienes razón", coincidió Dylan. Corrieron a la casa del anciano solo para encontrarla vacía.

"Eso es raro... Estuve aquí hace una semana y me dijo que esta era su casa".

En ese momento, un vecino se acercó al niño.

"¿Cuál es tu nombre, hijo?", preguntó.

"Dylan", respondió el chico.

"Oh, así que eres, Dylan... Espera un segundo... tengo algo para ti".

El hombre volvió con una carta en la mano.

"El Sr. Pirela me dijo que le diera esto a un chico llamado Dylan que vendría a buscarlo".

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Publicidad

Dylan leyó la carta y las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos. Resultó que Benjamín era un exitoso hombre de negocios que se había jubilado después de la muerte de su hijo.

Como no tenía a nadie que heredara su riqueza, eligió a Dylan como su heredero y le dejó una fortuna que cambiaría su vida junto con la carta.

"Sabía que vendrías a devolver el dinero. Pero te aseguro que es todo tuyo. Te lo mereces mejor que nadie. Si quieres hacer algo por tu abuelo, usa este dinero para ayudar a servir a los necesitados".

En ese momento, Dylan se dio cuenta de que la sinceridad y la amabilidad siempre son recompensadas.

Eventualmente, la madre y el hijo honraron el deseo del anciano. Merlina guardó el dinero en una cuenta a la que Dylan tendría acceso cuando cumpliera 18 años. Estaba orgullosa de su hijo, y el incidente generó honestidad y amabilidad en el joven.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • La sinceridad y la amabilidad siempre serán recompensadas: Cuando el anciano necesitó ayuda para llevar sus bolsas del mercado y no tenía dinero para pagar, Dylan se ofreció de forma gratuita. La amabilidad y la sinceridad del niño le dieron una gran recompensa al recibir $230.000.
  • Inspira a tus hijos a ser buenos y hacer el bien siempre: Cuando Merlina vio el dinero que le habían regalado a Dylan, le dijo que no podían aceptar una cantidad tan grande de alguien. Ella lo llevó a la casa del anciano para devolverlo y sembró semillas de honestidad en su pequeño hijo.
Publicidad

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares

Papá de 3 que vive en una carpa le da sus últimos $2 a extraño en gasolinera, se despierta siendo dueño de una gran empresa - Historia del día

22 de abril de 2024

3 historias apasionantes en las que espiar a los cónyuges desveló verdades ocultas

02 de abril de 2024

Indigente conquista el corazón de un hombre rico - Historia del día

18 de junio de 2024

A anciano le prohíben ir a la boda de su nieta cuando sus hijos descubren que trabaja de conserje - Historia del día

13 de mayo de 2024

3 historias sobre herencias familiares que dieron un giro inesperado

13 de marzo de 2024

Hija prohíbe la entrada en su casa a su madre anciana por intentar robarle a su hijo - Historia del día

03 de junio de 2024

"¡Limpia mis zapatos!": El dueño de una tienda escucha a su hijo burlarse de un niño cuya abuela trabaja de conserje - Historia del día

11 de junio de 2024

El día de la boda, el novio se entera de que su esposa borró el nombre de su madre adoptiva de la lista de invitados - Historia del día

08 de junio de 2024

Novia desaparece de boda sin dejar rastro, se reencuentra con novio 5 años después - Historia del día

04 de julio de 2024

Hijo se burla a diario de su pobre madre y encuentra una nota después de que se la lleva la emergencia - Historia del día

12 de junio de 2024

Hijo retira invitación a boda a su madre por negarse a regalarle $8.300 - Historia del día

06 de junio de 2024

Hijos se niegan a mantener a su anciano padre, se enteran de que murió intentando ganar al menos un centavo - Historia del día

20 de mayo de 2024

La examante de mi marido y su hijo vinieron a mi casa - ¿Soy una buena persona después de lo que hice?

21 de mayo de 2024

Mi cuñada menospreció a mi esposa por ser masajista - Mi esposa rió al último cuando el karma le devolvió el golpe

18 de junio de 2024