logo
página principalHistorias Inspiradoras
Una mujer mayor manejando | Foto: Shutterstock
Una mujer mayor manejando | Foto: Shutterstock

Adolescentes se burlan de anciana en la escuela de manejo hasta que se dan cuenta de que está ahí por su nieto enfermo - Historia del día

Georgimar Coronil
23 ago 2022
03:45

Una abuela de 81 años sorprendió a la gente cuando se presentó en una escuela de manejo para apuntarse a un curso. Sus compañeros se burlaban de ella, afirmando que nunca conseguiría aprobar, hasta que descubrieron la razón por la que se empeñaba en sacarse la licencia.

Publicidad

Laura Hernández era una mujer con una misión. A pesar de las probabilidades en su contra, se inscribió con valentía en un curso de una escuela de manejo, junto a otros aspirantes que eran décadas más jóvenes que ella.

Durante su primer día, sus compañeros de clase, con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años, se preguntaron qué hacía allí una anciana como ella.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

"Hagamos una apuesta", dijo una de sus compañeras a otra. "No pasará el examen escrito". Se rieron al decir esto, lo que provocó que otros intervinieran.

"Está perdiendo su tiempo y su dinero en este curso. Nunca le darán la licencia", dijo otro.

Publicidad

Laura ignoró a sus compañeros y se mantuvo al margen la mayor parte del tiempo. Estaba concentrada en aprobar el curso, así que escuchaba atentamente al instructor.

Después de completar las horas requeridas para el curso teórico, los compañeros de Laura se sorprendieron de que lo aprobara, al igual que el resto. Le entregaron un certificado y se iba a unir al resto para hacer sus exámenes prácticos en el Departamento de Vehículos.

Mientras esperaban su turno, uno de los compañeros de clase de Laura se acercó a ella para aclarar por fin la historia. "Sé que probablemente haya oído todo lo que se dice sobre usted señora", le dijo. "¿Cuál es su historia? ¿Por qué quiere un permiso de conducir a su edad?".

Laura sonrió como si hubiera estado esperando que alguien le preguntara todo este tiempo. Reveló que lo hacía por su nieto enfermo terminal.

"Mi nieto solo tiene un sueño antes de que le pase algo: quiere ir de acampada una semana a un estado cercano. Le prometí que lo llevaría, pero no tengo licencia", reveló. "Solo estamos nosotros dos en casa, y nuestros otros familiares están demasiado ocupados para llevarnos de viaje".

Publicidad

El chico se sintió inmediatamente mal. Se arrepintió de haber participado en la burla a Laura. Se dio cuenta de que no lo hacía por ella, sino por una persona especial en su vida.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

"Es una mujer admirable", no pudo evitar decirle a Laura. "Su nieto tiene suerte de tenerla como abuela".

Laura negó con la cabeza. "Cuando sus padres lo dejaron conmigo, prometí darle una buena vida. No entiendo por qué tuvo que enfermar. Llevarle de acampada es lo menos que podía hacer. Su cumpleaños es dentro de dos semanas, así que tengo que aprobar el examen hoy", le dijo al chico.

El compañero de Laura fue llamado para su examen práctico poco después de que ella dejara de hablar, y la mujer le deseó buena suerte. Antes de dirigirse al instructor, reveló al resto de sus compañeros que Laura estaba haciendo el examen por su nieto enfermo.

Publicidad

Todos se sintieron mal por burlarse de ella y decidieron ayudarla a superar la prueba. La rodearon y le dieron consejos para que aprobara fácilmente y obtuviera su licencia.

Cuando llegó el turno de Laura para el examen, le desearon suerte y la animaron. "¡Estaremos aquí esperando, Laura!", le dijeron. "¡Puedes hacerlo!".

Con esa repentina inyección de confianza de sus compañeros de clase, Laura se presentó al examen con mucha positividad. Así, completó con éxito su prueba sin errores, y el oficial quedó impresionado.

"Para tener 81 años, eres mucho mejor que algunos de tus compañeros que te precedieron", le dijo el funcionario. "¡Gran trabajo, Laura!".

Tras completar la prueba, Laura respiró hondo y agradeció al oficial por su paciencia. "¿Qué tal lo he hecho? Estaba bastante nerviosa", preguntó.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Publicidad

"Lo has hecho bien. Reconozco que tendrás muchas restricciones por tu edad, pero me alegra informarte que has aprobado el examen. Obtendrás tu licencia de conducir", le informó el agente.

Al oír esto, Laura no pudo evitar llorar. Sollozó mientras se sentaba tranquilamente en el auto, recordando a su nieto que la esperaba en casa. "Gracias, agente. No tiene idea de lo mucho que esto significa para mí. Voy a llevar a mi nieto de acampada".

Efectivamente, la semana del cumpleaños de su nieto Pedro, le sorprendió llevándolo de acampada. Alquiló un auto y lo llevó a otro estado para visitar un hermoso parque natural donde acamparon durante una semana.

"Abuela, gracias por hacer realidad mi deseo", dijo Pedro una noche mientras asaban unos malvaviscos junto al fuego. "Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Tengo mucha suerte de ser tu nieto", dijo abrazándola.

Laura volvió a llorar. Le aseguró a Pedro que siempre estaría a su lado y que, aunque estuviera enfermo, haría todo lo posible para que se recuperara y tuviera una buena vida.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Publicidad

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • La edad es solo un número si estás decidido a hacer algo: A pesar de que todas las probabilidades estaban en contra de Laura, ella estaba decidida a completar su curso de conducción y a obtener la licencia. Quería asegurarse de poder llevar a su nieto de acampada, y eso fue precisamente lo que hizo.
  • Los abuelos harían cualquier cosa por sus nietos, aprécialos: Incluso a los 81 años, Laura puso a su nieto por encima de sí misma. Podría haber estado en casa disfrutando de su jubilación, pero eligió desafiarse para cumplir el sueño de su nieto.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares