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Hombre sin hogar pidiendo dinero | Foto: Shutterstock
Hombre sin hogar pidiendo dinero | Foto: Shutterstock

Pobre hombre halla bolso con $35.000 y se lo da a la policía: pronto recibe 4 veces más en su cuenta bancaria - Historia del día

Cuando un indigente encontró un bolso de dinero que podría cambiar su vida, decidió hacer lo correcto. No sabía que su integridad le sería retribuida.

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El viento en el exterior siempre era frío en esta época del año. Pero esa no era la razón por la que Luis no podía dormir esa noche. Yacía debajo del mismo banco al que había llamado hogar durante los últimos tres años.

Estaba envuelto en una manta que había encontrado tirada en el suelo la Nochebuena anterior. Tenía un sándwich y algunas papas fritas para cenar, por lo que tampoco era el hambre lo que le molestaba.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

Su única fuente de ansiedad era el bolso que tenía escondido debajo de su cabeza. Luis se las había arreglado para envolverlo en periódicos viejos. No quería que la gente se preguntara cómo un indigente de repente tenía un bolso nuevo.

No había forma de que pudiera dormir esa noche, pues la mochila debajo de su cabeza tenía $35.000 en efectivo.

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Luis tenía que tomar una decisión. Había encontrado ese bolso tirado cerca de un bote de basura fuera de una de las tiendas al otro lado de la carretera.

Al principio, nada parecía fuera de lo común, pues él a menudo encontraba cosas desechadas cerca de los botes de basura.

Si encontraba algún artículo abandonado, a menudo esperaba un rato, y si nadie aparecía al final del día para reclamarlo, lo llevaba a su lugar y buscaba cosas que pudiera usar.

Cuando él abrió este bolso en particular, vio varios paquetes envueltos en coloridas bufandas. Empezó a sospechar un poco, pero nada lo había preparado para los fajos de billetes que vio mientras desataba los paquetes.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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Luis se apresuró en silencio con la mochila a un rincón más apartado del parque para evitar cualquier atención no deseada.

Mientras examinaba los fajos de billetes, pensó: “Es posible que sean falsos”. Pero esa posibilidad no le impedía contar nerviosamente los billetes de $100. Nunca había sentido tal mezcla de miedo y emoción.

Rápidamente cubrió la mochila, la colocó debajo de su banco y se acostó sobre ella. En su mente, esa era la única forma de mantenerla a salvo.

A medida que la noche se oscurecía, Luis pasaba por una gran variedad de emociones. Al principio, imaginó todas las formas en que este dinero podría cambiar su vida.

Podría comprar ropa nueva y conseguir un lugar adecuado para quedarse. Incluso podría enviar la mitad a su nieta. Sería anónimo, por supuesto, dado que ella había cortado todos los lazos con él hacía unos años.

El fantasma de sus viejos malos hábitos lo perseguía. Sí, tenía mucho de lo que arrepentirse, y habían sido sus errores pasados los que lo habían llevado de ser un trabajador próspero a quedarse sin hogar y sin familia.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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Luis sabía que el dinero podría cambiar su vida, pero también temía que lo desviaría. Y luego, cuando llegó la noche, no podía dejar de pensar en cómo había llegado a él ese dinero.

Alguien acaba de perder $35.000. ¿Esa persona debía estar devastada? ¿Se arruinaría su futuro al haber perdido ese dinero?

“Esta cantidad podría pagar una buena universidad a un chico, podría salvar una pequeña empresa o podrían ser los ahorros de toda una vida de una familia pobre”.

Luis seguía pensando en esa persona mientras recordaba el día en que él mismo había perdido todo su dinero y su casa. En ese momento, supo lo que tenía que hacer.

“No puedo quedarme con este dinero, no importa cuánto lo necesite”, pensó el hombre.

A la mañana siguiente fue a la comisaría más cercana y entregó el bolso a las autoridades. Explicó exactamente dónde lo había encontrado y cuánto dinero había. Le pidieron que proporcionara algunos datos personales y lo dejaron ir.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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Las autoridades hicieron un excelente trabajo al ocultar su sorpresa por el incidente. Mientras miraban a Luis irse, no podían entender por qué un hombre que vivía tan pobremente había entregado el dinero que había encontrado milagrosamente.

Su acto de honestidad se destacó en el vecindario. Un mes después, en una ceremonia de felicitación destinada a premiar y celebrar a los héroes locales, se le otorgó una placa conmemorativa y $1000 por su integridad.

Luis se sintió profundamente honrado. Pero más que eso, estaba emocionado de ser conocido, aplaudido y sonreído. Nunca se había imaginado recibir un premio por nada en su vida.

Pero pronto, cosas más extrañas comenzaron a suceder. Notó que la gente que iba al parque donde vivía preguntaba por él y le llevaba comida y ropa. Le sorprendía ver a tantos jóvenes que querían pasar tiempo con él y entrevistarlo.

Pronto, se quedó sin espacio para guardar los regalos. Aunque estaba agradecido, no podía evitar preguntarse qué había llevado a esta repentina efusión de amor y apoyo del público.

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Un día, un hombre se le acercó y le preguntó: “¿Sr. Luis Bermúdez? Soy del Banco Proveniencia. Por favor, acompáñeme”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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El hombre acompañó nerviosamente al señor en un viaje en automóvil al banco. Había un miedo inexplicable en su corazón, a pesar de que no había hecho nada malo.

Para su sorpresa, fue cálidamente recibido por el gerente de la institución financiera. Este le pidió que se sentara y le hizo una sorprendente revelación.

“Señor, su cuenta ha sido acreditada con $180.000 esta mañana”.

Luis se sorprendió. Eso era cuatro veces la cantidad que había encontrado y devuelto el otro día.

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“¿Qué? Eso no es posible. Debe haber un error. Se equivocaron de persona”, dijo Luis, tratando de ocultar su sorpresa y preocupación.

“No se preocupe, señor. El monto debía enviarse a su cuenta. Verá, su historia de devolver un bolso con $35.000 fue tan inspiradora que instantáneamente se volvió viral. Eso significa que se volvió ampliamente famoso en las redes sociales”.

“Un hombre abrió una página de GoFundMe para recaudar dinero para que usted comenzara una nueva vida. Mire, déjeme mostrárselo”.

En una pantalla grande en la sala de conferencias, el gerente le mostró a Luis los videos de entrevistas virales y la página de GoFundMe dedicada a él.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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El hombre no podía creer lo que veía. Leyó algunos de los comentarios dejados en las publicaciones y quedó conmovido hasta las lágrimas por tanta amabilidad.

Vio las donaciones que seguían acumulándose, y todavía no podía entender nada.

“Pero... ¡¿quién hizo eso?!”, preguntó. “¿Quién comenzó esta... campaña?”.

“Un tal Sr. Martín Rojas. ¿Lo conoce por casualidad, señor?”.

El nombre y la imagen del hombre le resultaban vagamente familiares a Luis. Pero no podía recordar bien.

Lo que él había olvidado era que Martín fue quien le había entregado la placa conmemorativa. Él era un empresario respetado y había volado desde otra ciudad para asistir al evento.

Lo que nadie sabía sobre este hombre era que él también había sido un indigente antes. Al igual que Luis, Martín se había negado a aceptar dinero robado durante su tiempo en las calles.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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Si no hubiera sido por la amable y generosa donación de un desconocido años atrás, él nunca habría tenido un hogar y no se habría convertido en una persona exitosa.

Y aunque Martín nunca pudo devolver el dinero o incluso localizar a quien se lo había donado, creía que retribuir esa amabilidad era lo mejor que podía hacer.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Cuando haces el bien, eso regresa a ti de una forma inesperada. Luis luchó con la idea de entregar el dinero, pero eligió escuchar a su conciencia. Su honestidad finalmente fue notada, apreciada y recompensada.
  • Retribuye la amabilidad y la ayuda que recibes de otros. La mejor manera de mostrar gratitud por las bendiciones que has recibido es ayudar a alguien más que pueda estar en necesidad, con la misma amabilidad que una vez recibiste.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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