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Dos niños en un restaurante | Flickr/Phuket@photograper.net (CC BY 2.0)
Dos niños en un restaurante | Flickr/Phuket@photograper.net (CC BY 2.0)

Mellizos invitan a su mamá soltera a una cita a ciegas y usan todo su dinero para organizarle una salida de ensueño - Historia del día

Mayra Pérez
07 sept 2022
20:00

Dos hermanos gastan todo su dinero e invitan a cenar a su madre soltera, ocultándole que en realidad es una cita a ciegas con un hombre. Están más que dispuestos a asumir las consecuencias de sus actos.

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“Mamá, podemos manejarlo, está bien. Por favor, déjanos hacer esto solos”, le pidió Tobías a su madre de 40 años, Alejandra.

“Sí, mamá, ahora somos grandes. Podemos arreglar el garaje”, agregó Sebastián. “Es solo un martillo... no nos romperá las manos. Deja de preocuparte, mamá, relájate”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Pero Alejandra se negó a escuchar. Ella había criado sola a sus dos hijos y nunca los dejaba hacer nada por su cuenta. Era muy sobreprotectora.

Los mellizos Tobías y Sebastián, de 15 años, pensaban que eran lo suficientemente grandes como para manejar las cosas de forma independiente. Además, querían que su madre comenzara a vivir su vida en lugar de estar siempre cuidándolos y diciéndole haz esto o no hagas aquello.

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Un día, a Tobías se le ocurrió la idea de encontrar una pareja para su madre soltera, y su hermano estuvo de acuerdo. Sin importarle las consecuencias, los chicos se embarcaron en una misión secreta para sorprender a su madre con una cita a ciegas...

La vida de Alejandra había sido una montaña rusa. Su esposo Ronaldo la había engañado con otra mujer. Cuando ella lo enfrentó, él la había abandonado con sus entonces recién nacidos, Tobías y Sebastián, y se mudó al extranjero.

Durante los últimos 15 años, Alejandra optó por permanecer soltera y dedicó su tiempo y energía a criar a sus hijos. Quería sembrarle valores y principios, para que fueran hombres de bien.

Tobías y Sebastián amaban y respetaban a su madre, pero les incomodaba que hubiese dejado su vida privada en pausa para criarlos. Comenzaron a considerar que ella aún podía salir con alguien, aunque Alejandra desaprobó severamente su idea.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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“Pero mamá, no eres demasiado vieja... Nadie es ‘demasiado mayor’ para salir con otra persona... por favor di que sí”, argumentó Sebastián.

“Mamá, mírate en el espejo. No eres vieja. Tienes apenas 40 años, y eres muy linda”, añadió Tobías.

Pero nada convenció a Alejandra. No quería volver al mundo de las citas y exponerse a una nueva traición y rechazó la idea. Además, no sentía que era el momento de soltar a sus hijos.

“Salir con alguien no es lo que hacen las madres solteras a los 40. Por favor, no quiero volver a hablar de esto”, dijo sin rodeos, descartando la idea y esperando que sus hijos también lo hicieran.

Varios días después, Tobías y Sebastián regresaron a casa de la escuela, solo para ver a su madre lidiando con la escalera, mientras trataba de pintar la pared. Ella no creía en eso de que algo era ‘trabajo de hombres’.

Lamentablemente, tampoco permitía que sus hijos la ayudaran o aprendieran a ser independientes. La verdad es que temía que se hicieran daño o les pasara algo.

Cansados ​​de la actitud de su madre, Tobías y Sebastián decidieron distraerla y mostrarle una forma diferente de asumir la vida. Inmediatamente, recordaron que su único profesor, el señor Vásquez, estaba en Tinder y tramaron un plan ingenioso.

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Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

“¿Estás seguro de que funcionará?”, preguntó Sebastián, con dudas. “Hermano, ¿y si mamá se entera? Ella se molestará demasiado”.

“No, no lo hará porque solo comenzaremos a enviar mensajes de texto después de que ella duerma”, dijo Tobías mientras instalaba la aplicación de citas en su teléfono y configuraba un perfil para su madre.

Esa noche, Alejandra apagó las luces de su dormitorio y les dio las buenas noches. No tenía idea de que sus hijos estaban despiertos y listos para tocar el corazón en el perfil de Tinder de su maestro.

“¡Listo, hermano! Esperemos y veamos si al señor Vásquez le gusta el perfil de mamá”, susurró Tobías.

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A la mañana siguiente, los chicos se despertaron con una notificación en el teléfono. ¡A su profesor le había gustado el perfil de su madre!”.

Aunque Tobías y Sebastián estaban emocionados, una extraña sensación de miedo se apoderó de ellos. Por un momento, se preguntaron si iban por buen camino. Confiaron en sus instintos y siguieron adelante.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Durante las siguientes noches, enviaron mensajes fingiendo ser su madre, sin saber dónde terminaría eso.

“Hermano, ¿viste al señor Vásquez? Hoy era todo sonrisas... Supongo que se siente atraído por mamá. Pero, ¿y si se entera?”. Sebastián estaba preocupado.

Esa misma noche, se asustaron cuando el señor Vásquez dijo que quería encontrarse con Alejandra en su restaurante favorito durante el fin de semana. En ese momento, los hermanos se dieron cuenta de que ya no podían mentir y decidieron darle un giro dramático a su plan.

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Reunieron sus ahorros combinados de su mesada y reservaron una mesa en el restaurante en el que el señor Vásquez quería conocer a su madre.

“Mamá, date prisa. Se está haciendo tarde. Tenemos que llegar a tiempo”, dijo Tobías. Alejandra creyó las palabras de sus hijos cuando le dijeron que la llevarían a cenar, así que se veía lo mejor posible, asumiendo que solo serían ellos tres.

Pero después de llegar al lugar, se confundió cuando sus hijos la acompañaron a una mesa que ya estaba ocupada por un hombre bien vestido y guapo.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pixabay

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“Chicos, ¿por qué estamos en esta mesa? Ya está ocupada”, se quejó. Los mellizos se miraron entre sí, tratando de decidir cómo explicarle a su madre lo que estaba pasando.

Antes de que pudiera actuar, el señor Vásquez se levantó para ayudarla con la silla.

“¿Tobías? ¿Sebastián? ¿Qué están haciendo aquí, muchachos?”, exclamó mientras arrastraba una silla para que Alejandra se sentara.

“Señor Vásquez, conozca a nuestra madre”, dijeron tímidamente mientras Alejandra parecía aún más perpleja.

“¡Gracias! Chicos, ¿qué está pasando? ¿Quién es él y de que se conocen?”, susurró su madre.

Tobías y Sebastián decidieron confesar la verdad y comenzaron con una disculpa.

“Mamá, señor Vásquez, ¡sentimos haberles tendido una trampa!”, admitieron. Los rostros de Alejandra y de su profesor mostraban su gran sorpresa.

“¿¿¿Una trampa???”, exclamó la mamá. “¿Qué quieren decir con eso?”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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“Lo siento, mamá, pero queríamos que supieras que no eres demasiado mayor para comenzar a vivir tu vida. Así que creamos un perfil para ti en Tinder y te emparejamos con nuestro profesor favorito, el señor Andrés Vásquez, que también es soltero”, confesó Tobías.

“Sí, mamá... Le enviamos un mensaje en tu nombre... señor Vásquez, lo sentimos, pero pensamos que sería una buena pareja para nuestra madre”, agregó Sebastián.

Alejandra y Andrés estaban conmocionados y avergonzados.

“Señor Vásquez, por favor, discúlpanos por todo esto. Nos agradas y sigues soltero…”, explicó Tobías.

Después de pensarlo un poco, el docente sonrió e indirectamente aprobó su gesto. Tobías y Sebastián miraron a su madre, quien sonrió tímidamente después de momentos de silencio.

“Gracias, amores... Creo que tienen razón... ¡Debo comenzar a vivir mi vida y permitirles ser más independientes!”, dijo, levantando un brindis para honrar la conmovedora sorpresa de los chicos.

Disfrutaron de su cena, riéndose y bromeando sobre lo ocurrido. Poco a poco, Alejandra y Andrés se hicieron buenos amigos y comenzaron a salir con bastante frecuencia.

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¡Tobías y Sebastián estaban felices de ver a su madre disfrutar de su vida y nunca se arrepintieron de lo que hicieron!

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Los hijos deben honrar los sacrificios de sus padres: Tobías y Sebastián sabían cómo su madre soltera se esforzaba por criarlos. Pero deseaban su felicidad y querían que volviera a enamorarse.
  • Nunca es demasiado tarde para empezar algo nuevo si estás decidido a hacerlo: A pesar de la insistencia de sus hijos, Alejandra sentía que era demasiado mayor para tener citas. Ellos la sorprendieron con una cita a ciegas con su profesor, y se dio cuenta de que era hora de retomar su vida sentimental.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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