Huérfano le pide a su abuelo que participe en concurso escolar: todos se burlan del anciano hasta que gana el premio mayor - Historia del día
Un niño sin padres le pide a su abuelo que participe en el festival escolar. Todos quedaron atónitos cuando el señor mayor se lleva el premio en todos los concursos.
Bruno odiaba su nueva escuela y estaba seguro de que todos sus compañeros lo odiaban. Cambiar de colegio y de casa a los doce años porque sus padres habían muerto era algo horrible para él.
Bruno extrañaba a su mamá y papá. También le hacían mucha falta sus amigos y todo lo de su antigua ciudad. Su abuelo estaba haciendo todo lo posible para hacer sentir cómodo al chico, pero Bruno estaba seguro de que odiaría su nueva realidad para siempre.
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"Bruno", dijo la maestra. "Eres nuevo, por lo que no sabes sobre nuestro Festival Escolar de Primavera. Hacemos una parrillada y tenemos todo tipo de competencias para niños y padres. Es muy divertido, ¡y será una buena oportunidad para que conozcas mejor a todos!".
"No lo creo, maestra", murmuró Bruno. "No creo que pueda venir..."
La maestra frunció el ceño. "¡Tienes que hacerlo, Bruno!", manifestó. "¡Voy a enviar una nota a casa a tus padres!"
"No tengo padres", dijo Bruno. "Solo mi abuelo..."
Los otros niños lo miraban y susurraban entre ellos y él se sentía muy mal. Bajó la cabeza para que no pudieran ver que tenía los ojos llenos de lágrimas.
"¡Está llorando!", dijo uno de los otros niños y abucheó burlonamente. "¡Bebé llorón! ¡Bebé llorón!".
Bruno caminó a casa con la nota de su maestra dentro su mochila. Entró a la cocina y arrojó la nota sobre la mesa. "Mira", dijo. "¡Es una notificación para algún festival tonto al que tenemos que ir!".
"¡El Festival Escolar de Primavera!", dijo el abuelo. "Me había olvidado de eso. ¡Es muy divertido! Hay muchos pasteles, una gran parrillada y muchas competencias".
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"¡Qué divertido!", dijo Bruno con algo de ironía en su tono de voz. "No tengo padres, así que será muy raro".
"Solía competir cuando tu papá tenía tu edad", dijo el abuelo pensativo. "Incluso gané un par de veces".
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"¿Ganaste?", preguntó Bruno, emocionado. "Si pudieras ganar de nuevo este año... ¡Obtendría un gran respeto!".
"Bruno", protestó el abuelo. "Era mucho más joven en ese entonces. ¡No sé si todavía puedo hacerlo!".
"¡Tú puedes, abuelo!", expresó Bruno. "¡Sé que puedes!".
El abuelo vio que Bruno se había emocionado. Era la primera vez que lo veía así desde que se había mudado con él. Entonces el hombre mayor se decidió. Iba a competir y dar lo mejor de sí para ganar el premio al Padre del Año.
Para ganar, le explicó a Bruno, tendría que participar en tantos concursos como pudiera y ganar tres desafíos.
"¿Cuáles, abuelo?", preguntó.
El abuelo recogió la lista y tarareó. "Veamos: horneado de pasteles, zurcido de calcetines, carrera de huevos..."
"¡ABUELO!", interrumpió Bruno. "¡Esos son ABURRIDOS!".
"... y tiro con arco", concluyó el abuelo. "Debería ser capaz de ganar tres de esos".
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Bruno pensó que TODO sonaba tonto. Sabía que sus compañeros de clase se reirían. ¿Por qué su abuelo no podía ser genial? Con gran pesar en el corazón, el chico partió hacia el Festival Escolar de Primavera.
Bruno se encogió cuando su abuelo se inscribió en los desafíos de zurcir calcetines y hornear pasteles y la hermosa mamá que anotaba nombres se rio. "¿Está seguro, señor?", preguntó ella.
"¡Muy seguro, jovencita!", dijo el abuelo alegremente, y se fue a la carrera de huevos y al campo de tiro con arco. La gente miraba al abuelo y sonreía. Bruno estaba seguro de que se estaban burlando de él.
Las sonrisas se desvanecieron cuando el abuelo horneó un delicioso pastel de arándanos, manzana y nueces con cobertura de merengue. Los jueces quedaron encantados y las mamás se miraron muy mal cuando ganó el abuelo.
No subestimes las habilidades y la sabiduría de los ancianos.
¡El zurcido de calcetines fue otro triunfo! El abuelo vació su canasta de calcetines más rápido que cualquiera de las damas, y sus zurcidos quedaron PERFECTOS. "¿CÓMO?", preguntó una de las madres.
El abuelo sonrió. "Estuve en la Marina, un submarinista", explicó. "Estuvimos meses bajo el agua. ¡Aprendí a zurcir mis calcetines y los de los demás!".
Corrió la carrera de huevos como un profesional y cruzó la línea de meta centímetros por delante de la mamá más rápida.
El único desafío que quedaba era por el que ahora Bruno estaba nervioso. Todos los papás que participaron en el concurso de tiro con arco eran JÓVENES, corpulentos y musculosos.
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¿Sería el abuelo con sus brazos flacos capaz de siquiera accionar el arco?
Uno de los papás se burló. "¿Estás seguro de que puedes hacer esto, abuelo?", preguntó. "¡Cuidado con la artritis!".
Pero el abuelo era genial. Cogió el arco, tiró de la cuerda hasta su barbilla con un poderoso movimiento, y Bruno vio que sus brazos estaban nervudos por los músculos.
La flecha salió disparada y Bruno escuchó un grito de sorpresa de los espectadores. ¡La flecha del abuelo dio en el centro de la diana! En ese concurso, el abuelo venció a todos los papás y ganó el trofeo de tiro con arco.
"Con CUATRO VICTORIAS, el ganador de Padre del Año es para... ¡El Sr. García!", dijo el director de la escuela. "La mayoría de ustedes son demasiado jóvenes para recordar, ¡pero el Sr. García es CINCO VECES campeón del Festival Escolar de Primavera”.
¡Bruno casi explota de orgullo cuando el abuelo recibió el premio! Los otros niños lo miraban con respeto. "Hola, Bruno", dijo uno de ellos. "¿Tu abuelo te enseñó a hacer pasteles? Tal vez podrías brindarnos uno”.
"Sí... Es genial. ¿Crees que nos enseñaría a disparar el arco?", preguntó otro chico.
"¡Por supuesto!", dijo Bruno sonriendo. "¡Ven mañana después de la escuela y le preguntaré!".
"Claro que sí", dijo el abuelo de Bruno, poniendo una mano gentil sobre su hombro. "¡Vengan, muchachos, incluso hornearé un poco de pastel de manzana para todos ustedes!".
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- El cambio es una de las cosas más difíciles de aceptar: Bruno no estaba contento porque perdió a sus padres y tuvo que mudarse de ciudad con su abuelo, pero aprendió a hacer nuevos amigos.
- No subestimes las habilidades y la sabiduría de los ancianos: Bruno se sorprendió al descubrir que su abuelo tenía muchos talentos y era un hombre genial.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.