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Mujer con bebé en el bus | Foto: Getty Images
Mujer con bebé en el bus | Foto: Getty Images

Chofer de bus echa a pasajeros por gritarle a mamá con bebé lloroso: ella ve que la policía se lo lleva - Historia del día

Georgimar Coronil
14 sept 2022
04:00

Un conductor de autobús se enfureció cuando sus pasajeros empezaron a gritarle a una madre porque su bebé lloraba y los bajó del vehículo.

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"¡Ugh! ¿Puedes calmar a tu bebé? ¡Mis tímpanos están a punto de estallar!".

"Mejor aún, ¡por qué no te bajas! Todavía es muy temprano, y estamos hartos!".

"Oh, lo siento", dijo Sandra disculpándose. "Joel no suele ser así, pero ha estado llorando mucho últimamente. Mira los pajaritos, Joel”.

Sandra intentó todo lo que pudo para calmar a su bebé, pero nada funcionó. Mientras tanto, los pasajeros del autobús se quejaban constantemente, molestos por el llanto del niño. Pero todo cambió cuando el chófer intervino.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Era una hermosa mañana y David conducía su autobús por la ciudad como de costumbre. Era padre de tres hijos y trabajaba como chófer para mantenerlos.

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Para David, su trabajo lo era todo. Ayudaba a los ancianos a subir al autobús y era especialmente cauto cuando conducía con niños. Además, le encantaba saludar a sus pasajeros y, de vez en cuando, charlar con ellos mientras los llevaba.

Un día, una mujer subió al autobús de David con su bebé. "¡Oh, Dios! ¿Tenemos un pequeño viajero con nosotros hoy? Hola, hermoso. Soy el conductor del autobús, David", dijo con su gran sonrisa, y Sandra, le devolvió la sonrisa.

"Este es Joel, David. Joel, saluda..." dijo Sandra, y Joel sonrió a David.

"¡Oh, no! ¡Qué sonrisa tan bonita! Creo que tengo competencia aquí", bromeó, y Joel empezó a reírse.

Sandra ocupó su lugar en el autobús, y cuando este empezó a moverse, meció suavemente a Joel para que se durmiera. Se durmió al cabo de unos minutos, pero en la primera parada, la gente empezó a subir y bajar del autobús, lo que provocó un alboroto, despertando a Joel, que empezó a llorar.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

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"Todo irá bien. Está bien, Joel". Sandra hizo todo lo posible por calmar a su bebé, pero no funcionó.

Enfurecidos por todo el llanto, algunos pasajeros empezaron a gritarle a Sandra.

"¡Ese bebé está llorando mucho! ¡Es desesperante!", dijo una mujer desde el asiento delantero.

Sandra les pidió disculpas. Sin embargo, los pasajeros no estaban dispuestos a dejar de lanzarle insultos.

Mientras tanto, David fue testigo de lo que ocurría a través de su espejo retrovisor y se enfureció con los groseros pasajeros. Frenó bruscamente y ordenó a los maleducados que se bajaran de su autobús.

"¿Por qué se comportan como si no hubieran visto a un niño antes? Si no quieren viajar con un bebé, pueden bajarse".

"¿Pero por qué deberíamos hacerlo? No somos nosotros los que estamos creando el caos aquí", argumentó un hombre. "¡Son ella y su hijo! Por no hablar de que hemos PAGADO nuestro pasaje".

"Bueno, señor", respondió David con severidad. "Ella también lo hizo. Y como no tiene la decencia de mostrar algo de respeto a una mujer con un bebé llorando, baje de mi autobús. Porque si siguen gritando, no me puedo concentrar en el manejo”.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Los pasajeros refunfuñaron, argumentando que merecían estar en el autobús y prometieron quejarse con las autoridades, pero aun así David los echó.

"¡Adiós!", les gritó. Luego se acercó a Sandra y le preguntó si necesitaba ayuda.

"Creo que hay que cambiarle el pañal. Lo siento, soy una madre primeriza. Estoy tratando de aprender. ¿Podrías sostenerlo mientras lo cambio?", preguntó ella, y David asintió. "Claro".

"Puede ser una gran tarea cuidar a estos pequeños", dijo David mientras Sandra se ocupaba de cambiar el pañal. "Yo tengo 3 hijos. Deja que te enseñe cómo se hace".

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David se hizo cargo del cambio de pañales y le mostró a Sandra cómo se hacía. Cuando Joel tuvo su pañal nuevo, dejó de llorar. "Aquí tienes", dijo David.

"Muchas gracias por tu ayuda, David", respondió Sandra agradecida.

Entonces David regresó a su asiento, dispuesto a conducir hasta la siguiente parada.

De repente, se dio cuenta de que un coche de policía se detenía justo delante de su autobús. Un oficial subió a la unidad y le pidió que se bajara.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

"Tiene que acompañarme a la comisaría, señor", le dijo el agente. "Hemos recibido una queja de uno de sus pasajeros de que usted se ha estacionado en lugar indebido y que le ha echado del autobús ilegalmente".

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David miró por la ventana y se dio cuenta de que, efectivamente, había aparcado ilegalmente. Estaba tan molesto por la actitud de sus pasajeros que no se dio cuenta.

"Mire, oficial, puedo explicarlo. No es cierto. Estoy de acuerdo en lo del aparcamiento, pero no les he echado así como así", argumentó, pero sus esfuerzos fueron inútiles.

"Puede explicarlo en el juzgado, señor. Más vale que esté preparado", dijo el policía, poniéndole una multa. "Cierre su autobús, y se viene conmigo". Y se llevó a David en su coche.

¡No te preocupes, David! Yo te ayudaré", gritó Sandra tras él y los siguió en un taxi.

Más tarde, cuando David estaba siendo juzgado, el maleducado pasajero que se había quejado de él apareció en el tribunal.

Pero, por suerte para David, Sandra acudió al tribunal con su padre abogado y este reconoció al hombre como su empleado. Defendió el caso de David y aceptó pagar la multa en su nombre. Luego despidió al sujeto que había ridiculizado a su hija y a su nieto.

Pero ahí no acabaron las cosas buenas para David. El padre de Sandra contrató a David para que trabajara con él con un sueldo mucho mayor del que ganaba como conductor de autobús. "Has protegido a mi hija. Te lo mereces", le dijo.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Mientras tanto, el juez tenía algo importante que decirle al pasajero después de que el caso terminara y que nunca olvidaría. Le dijo:

"La ley está hecha para proteger a los ciudadanos, señor. No podemos que las personas le den un mal uso a las leyes. Espero que esto le sirva de lección. Y no olvidemos que todo ciudadano merece ser tratado con respeto".

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • A ser amables y a ayudar a los demás: David hizo bien en intervenir para ayudar a Sandra cuando los pasajeros estaban siendo malos con ella. Así, los pasajeros maleducados aprendieron una lección sobre cómo no tratar a un compañero de viaje.
  • Si obras mal, no obtendrás un buen resultado: Uno de los pasajeros intentó que David fuera castigado, pero al final prevaleció la justicia.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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