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Un niño triste en la calle | Foto: Getty Images
Un niño triste en la calle | Foto: Getty Images

Niño llora pidiéndole a mamá que lo saque del campamento de verano hasta que ella irrumpe allí - Historia del día

Mayra Pérez
14 sept 2022
14:00

Una madre se enfurece cuando su hijo la llama desde un campamento de verano y le ruega que lo recoja. Ella irrumpe en el lugar y sorprende a todos.

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“¿Qué pasa, cariño? ¿Por qué lloras?”, preguntó Lucinda. Estaba preocupada por su hijo Aaron, de 10 años, a quien había enviado a un campamento de verano.

Al principio, ella no estaba contenta con la idea del campamento de verano. Pero su hijo había insistido en ir porque todos sus amigos estarían allí, y Lucinda accedió.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Sin embargo, Aaron acababa de llamarla desde el campamento, muy triste y lloroso, queriendo volver a casa, y el corazón de Lucinda se aceleró. Se preguntó qué podía haber pasado para que él quisiera volver a casa.

“Cariño, dime la verdad, ¿qué está pasando?”, preguntó de nuevo. “Tienes que decírmelo”, agregó.

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Pero su hijo seguía llorando y repitiendo: “Sácame de aquí, mamá. ¡Por favor!”.

Semanas atrás, Aaron se había emocionado cuando sus amigos le contaron sobre el campamento de verano. ¡Sería una increíble experiencia de una semana!

Jugarían, harían fogatas y disfrutarían de divertidos momentos. Sin mencionar que habría una competencia deportiva entre equipos de diferentes campamentos, y a Aaron le encantaban los deportes.

Como madre, Lucinda estaba preocupada por él, ya que nunca había estado solo, lejos de ella. El campamento estaba a kilómetros de distancia y, después de todo, solo tenía 10 años, por lo que ella no quería que fuera.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Pero Aaron estaba decidido a asistir al campamento. “¡Todos mis amigos van, mamá! ¡Por favor! ¡Quiero ir!”, insistió.

“Pero cariño”, protestó Lucinda. “Sabes, podríamos hacer algo diferente este verano... ¿Tal vez un viaje familiar? ¿Papá, tú, y yo?”,

“¡No, mamá!”, insistió el niño. “Siempre hacemos eso. ¡Por favor, mamá! ¡Por favor!”.

Al final, Lucinda había cedido y ahora Aaron estaba llorando en el campamento. “Sabía que no era una buena idea. ¡Pero los niños no escuchan!”, se dijo a sí misma.

“¿Vienes, mamá?”, preguntó el chico. “Ya no quiero quedarme aquí”.

“Voy saliendo ahora mismo, cariño”, dijo Lucinda, poniéndose un suéter y agarrando las llaves del auto del tazón en el estante de la sala. “Tardaré un poco, pero llegaré pronto”.

“Te esperaré... No debería haber venido aquí, mamá. Los otros niños son todos mayores que yo y me hacen sentir mal. El entrenador no me dejó participar en la competencia, ¡y todos se están burlando de mí!”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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“¿Qué dices?”. Lucinda se detuvo en seco. “¿Qué pasó exactamente?”.

“Mañana hay una competencia de carrera entre diferentes campamentos. Mamá, sabes que me encanta correr, pero no me permiten participar porque solo tengo diez años”.

“Los otros niños son todos mayores que yo y creen que no puedo competir con ellos. Me siento muy mal, mamá”.

“¿Es por eso que estás triste, hijo?”.

“Sí, mamá. Acabo de regresar a mi tienda y estoy sentado solo. Quiero irme a casa”, agregó con la voz quebrada.

“Está bien, cariño”, dijo Lucinda, caminando hacia su habitación y sacando un archivo de un cajón. “Estaré allí pronto e intentaremos resolverlo juntos, ¿de acuerdo?”.

“Si, mamá. Por favor, ven pronto”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Lucinda colgó el teléfono y condujo directamente al campamento. Le tomó horas llegar allí, especialmente con el tráfico. Tan pronto como llegó, irrumpió en la oficina del director del campamento.

“¿Sí, señora? ¿Cómo puedo ayudarla?”, le preguntó el director, el señor Higuera.

“Me vi obligada a venir aquí por lo que está pasando con mi hijo”, dijo enojada. “Su nombre es Aaron, y yo soy su madre, Lucinda Jirón. Escuché que se negó a dejarlo participar en una competencia porque es más peqieño que los otros niños”.

“Traje a mi hijo aquí porque pensé que sería una buena experiencia para él. ¿Qué le hace decir que no debe competir en algo que le encanta?”.

“Bueno, señora Jirón”, dijo el señor Higuera a la defensiva. “¿No le dijo Aaron que todos en esa competencia tienen 13 años? Su hijo solo tiene diez”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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“Eche un vistazo, señor”. Lucinda le mostró el archivo que había traído con ella. “Mi hijo tiene 10 años, sin embargo, ha ganado siete medallas y ha competido con éxito en varios campeonatos de carreras”.

“Su edad no tiene nada que ver con su habilidad, y su decisión hizo que mi hijo fuera blanco de burlas y se sintiera excluido. Debería reconsiderar su decisión”.

Después de escuchar los argumentos de Lucinda, el señor Higuera aceptó, a regañadientes, cambiar su posición.

“Está bien”, suspiró. “Lo permitiré”.

Al día siguiente, para sorpresa de todos, Aaron ganó el primer lugar en la competencia y estableció un récord. Sorprendió a todos menos a Lucinda, que conocía muy bien el potencial de su hijo.

Al entregarle la medalla, el señor Higuera sonrió y se disculpó con el niño. “Lo siento, Aarón. Tu mamá tenía razón. La edad no tiene nada que ver con la habilidad, y todos tienen el potencial para ganar”, dijo, y todos los niños aplaudieron al ganador.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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¿Qué podemos aprender de la historia?

  • Todos los niños merecen una buena experiencia recreativa en los campamentos. Para Aaron resultó muy frustrante que no le permitieran participar en una competencia deportiva por su corta edad, y fue objeto de burlas por parte de los otros niños. La situación fue mal manejada por la gerencia del centro.
  • Las madres hacen cualquier cosa para proteger a sus hijos. Cuando Lucinda se enteró de que Aaron quería irse del campamento, no lo pensó dos veces antes de conducir durante horas para ayudarlo. Eso es lo que hacen las madres.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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