Padre soltero adopta a niña con necesidades especiales abandonada cerca de iglesia: la madre biológica aparece en su cumpleaños - Historia del día
El mundo de un padre viudo se iluminó después de adoptar a una niña con necesidades especiales abandonada cerca de la iglesia. Cinco años más tarde, quedó conmocionado cuando su madre biológica apareció en su puerta con una demanda extraña.
“Buzo, espera aquí. No vayas a ningún lado... Volveré”, le dijo Daniel a su perro mientras llevaba a su hija de 7 años al interior de la iglesia.
Era el segundo aniversario de la muerte de su querida esposa Sandra, por lo que Daniel y su pequeña Emily visitaron la iglesia para conmemorarlo.
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El aroma de las velas aromáticas llenaba el tranquilo vestíbulo. El salón resonaba con los cánticos de Daniel, mientras Emily jugueteaba con los panfletos de oración en el banco.
“Emily... Junta tus manos en oración. Deja eso en paz”, dijo Daniel. Pero cuando cerró los ojos para continuar orando, los fuertes ladridos de su perro lo sobresaltaron. Sabía que algo andaba mal y salió a comprobar...
“Buzo, tranquilo... ¿Qué pasa, por qué ladras?”.
El perro siguió ladrando muy ansioso. Curioso por saber qué había alterado a su perro, Daniel exploró el área y se sorprendió al llegar a un lugar apartado del patio.
“¿Una niña? Oh, debe estar perdida”, exclamó. “Oye, cariño, ¿dónde está tu madre?”, le preguntó a la pequeña, aparentemente más joven que Emily, que sollozaba en una silla de ruedas.
“Mi mamá me dejó aquí”, gritó la niña. “Dijo que volvería por mí, pero no ha regresado”.
Cuando Daniel se acercó a la niña, encontró una canasta cerca de ella con una nota que decía:
“A quien encuentre a Sofía, por favor llévela a su casa. No puedo criarla. He dejado algunas cosas que le pertenecen. ¡Gracias, que Dios lo bendiga!”.
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“¿Eso es todo? ¿Cómo puede una madre ser tan cruel con su hija, especialmente teniendo necesidades especiales?”, exclamó Daniel enfurecido, volteando la nota para ver si había escrito algo más. No había nada.
A él le había tocado criar a Emily solo, tras la muerte de su esposa. Y ahora, al encontrar a Sofía en total abandono, se debatía entre dejarla allí o llevarla a casa.
“Debería ayudarla”, murmuró Daniel mientras entraba a la iglesia para encontrarse con el sacerdote, quien también era su amigo cercano.
“Buzo, haz guardia. Vuelvo enseguida”.
“... También encontré esta nota, padre Benjamín. No sé qué hacer ahora”, le dijo Daniel al sacerdote.
“Creo que esto es lo que Dios quiere que hagas”, dijo el sacerdote. “Encontraste a esta niña aquí, y posiblemente seas la persona ideal para darle un buen hogar. Llévala contigo, Daniel”.
Daniel tomó el consejo del padre Benjamín. Decidió adoptar a Sofía y recordó que su esposa Sandra siempre había querido darle una hermanita a Emily. Pero un desafortunado accidente se la había llevado y su deseo quedó incumplido.
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Ese recuerdo le llevó a concluir que Sofía era una señal de amor de su difunta esposa.
“¿Se va a quedar con nosotros, papá?”, le preguntó Emily, cuando le presentó a Sofía.
“Confío en que así será, cariño. Ella va a ser tu hermanita. Quiero que juegues y seas amable con ella cuando llegue a casa, ¿de acuerdo?”.
“¡Está bien!”, dijo la niña con una sonrisa.
Cuando Daniel salió de la iglesia con las niñas, la silueta de una mujer desapareció detrás de uno de los pilares. Ella había estado observando todo el tiempo, asegurándose de que Sofía terminara en las manos adecuadas.
Daniel logró adoptar legalmente a Sofía algún tiempo después. La llegada de la niña trajo nuevas esperanzas y responsabilidades, pero estaba encantado de ver a Emily y su nueva hermanita disfrutar de su infancia juntas.
Pasaron cinco años, y la alegría en la casa de Daniel no se desvanecía. Había comenzado un nuevo negocio solo un año después de llevar a Sofía a casa y resultó muy exitoso.
Se mudaron a una casa más grande y acondicionada para la silla de ruedas de Sofía. Respecto a la vida sentimental de Daniel, seguía soltero, no solo porque no podía olvidar a Sandra, sino porque estaba enfocado en la crianza de sus hijas.
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Un día, una pesadilla inesperada llegó a su puerta e interrumpió su alegría durante la celebración del décimo cumpleaños de Sofía en Nochebuena.
“¿Sí, cómo puedo ayudarle?”, le preguntó a la mujer desconocida parada en su puerta.
“Soy la madre de Sofía, Ivonne... y he venido aquí para llevarla conmigo”, dijo la mujer.
“¿La madre de Sofía? ¿Por qué debería creerte? ¿Dónde estuviste durante tanto tiempo?”, exclamó, sobresaltado e internamente muy asustado.
“Claro que soy su madre”, dijo Ivonne, mostrando una vieja fotografía que se había tomado con Sofía cuando era más pequeña.
Daniel estaba impactado. Durante los siguientes segundos, siguió sudando, pensando en cómo su pequeño mundo se volvería vacío sin Sofía.
“Puedes preguntarle si tienes dudas. ¡Debe recordarme porque tenía cinco años cuando la dejé cerca de la iglesia!”, espetó la mujer.
Con vagas esperanzas de que Ivonne estuviera mintiendo, Daniel le preguntó a Sofía si la mujer de la fotografía era su madre.
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“Sí, la recuerdo... ella es mi madre”, dijo la niña, sacudiendo a Daniel como nunca antes. “Ella fue la que me dejó sola cerca de la iglesia ese día”.
“¿Me reconoció?”, dijo Ivonne con un dejo burlón. “Ahora, me llevo a mi hija... y necesito $150.000. O si quieres quedártela, ¡tendrás que casarte conmigo!”.
“¡¿$150.000?! ¿Y casarme contigo? Nada de eso van a suceder. ¡Y la chica no va contigo!”. Daniel enfureció, y de inmediato se puso en contacto con el Padre Benjamín.
“Me das el dinero y la niña o te casas conmigo y te quedas con ella. Si no, te denunciaré. Haré que te arresten por haber secuestrado a mi hija”, amenazó la mujer.
Daniel no tenía ni idea de cómo manejar este giro repentino. Momentos después, llegó el padre Benjamín. Para su sorpresa, él sabía quién era Ivonne y el tipo de persona que era.
“¿Ivonne? ¿Qué haces aquí?”, exclamó el sacerdote después de reconocer a la mujer.
“¿Padre Benjamín?”, preguntó Ivonne, sorprendida.
“¿La conoce?”, quiso saber Daniel, desconcertado.
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“Sí, Daniel, conozco a esta mujer. ¿No eres Ivonne Salcedo, a quien mi amigo Tomás adoptó hace 30 años? Él y su esposa te criaron como a su hija. Pero les robaste y te fugaste en tu cumpleaños número 18. ¿Qué fue lo que te pasó?”.
Resultó que Ivonne comenzó a vivir de forma independiente después de fugarse con el dinero de Tomás y las joyas de su esposa la noche después de su fiesta de cumpleaños número 18.
Estaba en una relación con un chico y quedó embarazada. Su novio la abandonó casi enseguida. Ella dio a luz a Sofía, que nació con problemas de salud. Intentó criarla sola durante cinco años, pero conoció a un hombre y decidió deshacerse de ella.
“Ese hombre me prometió matrimonio. Viví con él cinco años, pero me dejó con muchas deudas. Estaba sola, y ahí fue cuando pensé en mi hija. Busqué a Daniel, pero se había mudado. Finalmente lo localicé”.
“Cuando descubrí que era rico y viudo, pensé que podría aprovechar esta oportunidad para ganar dinero y sentar cabeza”, reveló Ivonne.
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El giro impactante los dejó sin palabras. Con el corazón apesadumbrado, Daniel se acercó a Sofía y le pidió que tomara una decisión.
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“Cariño, ahora tienes 10 años y creo que tienes la edad suficiente para tomar una decisión”, dijo Daniel, con lágrimas en los ojos. “¿Quieres ir con tu madre?”.
“Qué pregunta tan tonta. Ella vendrá conmigo. ¿Cierto, Sofía? Y quiero dinero, o llamaré a la policía”, intervino Ivonne, segura de la decisión de Sofía.
Pero la respuesta de la pequeña la tomó completamente por sorpresa.
“Papá, ¿por qué lo preguntas? Por supuesto que no. No voy a ir con ella. Es mi madre, pero me abandonó cuando me convertí en un estorbo. Aquí me siento segura y querida. No me iré con ella”.
“¿Sofía? ¿Qué estás diciendo? ¡Soy tu madre!”, gritó Ivonne, indignada.
“¿No escuchaste a la chica? ¡Vete o llamo a la policía!”, dijo furioso el padre Benjamín.
Frustrada y molesta, Ivonne salió y amenazó con verlos en la corte. Pero no tuvo oportunidad porque Sofía había sido adoptada legalmente y se negó a ir con Ivonne cuando el juez se lo preguntó.
La tormenta inesperada en la vida de Daniel cesó. Vendió su casa y voló al extranjero con sus hijas porque no quería que estuvieran en peligro. En cuanto a Ivonne, comenzó a salir con un hombre rico, ¡y solo el tiempo dirá qué le depara el destino!
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Cuando tenga la oportunidad de ayudar, especialmente a un niño, hazlo. Tu amabilidad puede transformar su mundo. Cuando Daniel encontró a una niña en silla de ruedas abandonada, no la ignoró. La adoptó y la crio como una hija, cambiando su mundo.
- No utilices a tus hijos para alimentar tus deseos materiales o monetarios. Ivonne se enteró de la riqueza de Daniel y regresó cinco años después para llevarse a Sofía. También le exigió dinero y amenazó con denunciarlo si se negaba.
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