Melissa Gilbert vive con un presupuesto ajustado con su tercer esposo: un vistazo a su cabaña de montaña de $98.000

A pesar de haber tenido una exitosa carrera en Hollywood, la actriz siempre deseó la vida del campo. Finalmente, pudo vivir su sueño cuando se casó con su tercer esposo y se mudó a una cabaña de montaña.

Melissa Gilbert saltó a la fama cuando tenía 9 años. En aquel entonces apareció como Laura Ingalls Wilder, la segunda hija mayor de Charles Ingalls (interpretado por Michael Landon), en “Little House on the Prairie”.

La serie de NBC, emitida por primera vez en 1974, mostraba a los Ingalls viviendo en una finca en Plum Creek cerca de Walnut Grove, Minnesota.

Había gallinas y vacas; Laura incluso tenía un caballo llamado Peanuts. Le encantaba el papel y siempre había querido vivir en una finca como su personaje.

Vivía una vida de Hollywood

Décadas más tarde, la vida de Melissa parece haber dado un giro completo, pues vive en una finca y cultiva sus propias verduras. Sin embargo, antes de pasar de ser una chica de ciudad a su vida en el campo, vivió una vida típica de Hollywood.

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La industria ejercía una presión interminable sobre las actrices y los actores para que se mantuvieran jóvenes y valoraba mucho más el exterior que el interior.

Gilbert admitió que había quedado atrapada en un ciclo de tratar de mantenerse joven si quería seguir siendo relevante en el negocio.

Sin embargo, comenzó a darse cuenta de que estaba viviendo una vida indeseable cuando su segundo matrimonio estuvo al borde del colapso.

Después de varios años de tratar de mejorar su apariencia física con botox, rellenos y cabello teñido, decidió que esa no era la vida que quería para ella.

“Finalmente desperté y dije: ‘¿Qué estoy haciendo? Parezco una cabeza de zanahoria y no estoy feliz”, contó.

El primer paso para ser feliz

La única salida para ella era dejar Los Ángeles “para envejecer”, y necesitaba un lugar donde pudiera hacerlo. Afortunadamente, tras el final de su segundo matrimonio con Bruce Boxleitner, conoció a un hombre que estaba detrás de su corazón.

Timothy Busfield también estaba recién divorciado cuando se conocieron, y los dos se llevaron bien. El actor de “Striking Distance” buscaba mudarse a Michigan después de su doloroso divorcio, y los dos decidieron que se mudarían allí juntos.

Fue el primer paso para encontrar la felicidad para los tortolitos, especialmente para Melissa, quien finalmente pudo dejar atrás su vida en Hollywood y encontrar la paz en el campo. Se mudaron a una cabaña en ruinas abandonada por un cazador.

La convirtieron en su hogar

La actriz contó que su esposo había encontrado un lugar en Zillow, un mercado de bienes raíces, que se veía lindo y estaba en la lista a un precio razonablemente bueno. Fueron a mirarlo, y desde afuera se veía “triste”.

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El interior no era mejor. Olía a humedad y estaba lleno de las pertenencias del propietario anterior. Había pastillas de jabón y botellas de champú en la ducha, cajas de cereal en la despensa y cabezas de venado podridas en las paredes.

Pero a pesar de su aspecto, Melissa y Timothy pensaron que tenía el potencial para ser algo especial, por supuesto, después de mucho trabajo. Compraron la propiedad de 5,6 hectáreas en el norte del estado de Nueva York en 2018 por $98.000, y se pusieron a trabajar.

Comenzaron a renovarla, agregando una caldera, un tanque de propano y toda la plomería nueva. La casa ahora cuenta con una chimenea con muchas plantas en macetas en su repisa.

La sala tiene sofás color granate con una estantería en una esquina y una escalera de madera que conduce al piso superior.

Afuera de la puerta hay un porche delantero que cuenta con sillas al aire libre, plantas en macetas y un tramo de escaleras que conducen al suelo exterior.

Melissa, que siempre deseó una vida de finca, ahora puede cultivar verduras libremente en su jardín. Ella también tiene un gallinero donde cría pollos.

Haber abandonado su vida en Hollywood significaba que ya no tenía una carrera en la actuación. A su vez, ya no le llegaba dinero como antes y tenía que vivir frugalmente.

Viven una vida feliz y pacífica, incluso sin salarios

Al haber crecido en Hollywood, Melissa nunca imaginó que llegaría un día en que no tendría una fuente constante de ingresos. Pero renunciar a ese mundo significaba que ya no tendría un salario y, en consecuencia, no tendría dinero para gastar como deseaba.

Desde entonces, ella y su esposo han aprendido a vivir con un presupuesto y subsidian sus gastos cultivando vegetales y frutas en su jardín y criando pollos.

“Es diferente a lo que estuve acostumbrada durante una buena parte de mi vida, donde era imprudente en mis hábitos de gasto porque se suponía que nunca desaparecerían mis ingresos, y luego comenzaron a desaparecer”, contó Gilbert.

Ella y Busfield trabajan por contrato, muy diferente a su tiempo en series de larga duración donde ganaban grandes salarios.

Al contrario de la vida que muchos creen que viven las celebridades, los dos tienen mucho que atender. Con poco o ningún ingreso de dinero, han tenido que presupuestar todo como todos los demás.

“Vivimos con un presupuesto como lo hace la mayoría. Somos trabajadores temporales. Ninguno de nosotros está en una serie de larga duración en este momento. Yo lo estaba hace cincuenta años. No sé adónde cree la gente que se ha ido ese dinero”, agregó.

Cultivan sus alimentos, y Melissa muestra sus abundantes cosechas de vegetales en su Instagram. Siembra muchas verduras y frutas, como fresas, calabacines, pepinos, pimientos verdes y tomates. También cultiva hierbas como menta y orégano.

Se siente muy feliz

A pesar de que vivir en el campo es un medio de sustento menos preferido por muchas celebridades, Gilbert nunca ha sido más feliz. Se siente bien y en paz en su casa de campo y con su vida.

“Me siento muy bien acerca de dónde estoy en mi vida en este momento. He encontrado esta increíble quietud y paz en mi vida, en mi casa al norte del estado y en mí misma”, afirmó Melissa.

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Puede que su vida en la finca no sea lo que ella había imaginado para sí misma, pero finalmente encontró la calma y la felicidad que había estado buscando durante años. Para ella, eso es más importante que vivir la exigente existencia de Hollywood que podría haber sido su vida.