Nietos rezan y le dan el último adiós a su abuelo en coma: él abre los ojos minutos más tarde

Los médicos se habían dado por vencidos con un paciente que había estado en coma durante varios días. Sus nietos acudieron a despedirse de él y fueron testigos de lo inimaginable: el abuelo abrió los ojos.

El mayor temor de la mayoría de las personas es perder a sus seres queridos. Cuando los ven en su lecho de muerte, oran por un milagro que no siempre ocurre.

El hombre de la historia de hoy estaba al borde de la muerte, y aunque los médicos habían intentado todo por salvarlo, nada funcionaba. Lo que sucedió a continuación conmocionó a todos en el hospital.

Mal presagio

En 2018, el pastor Jim Dumont salió de su casa en Maine, Estados Unidos, para dar un paseo en horas de la noche. Unos minutos después, su esposa Pam comenzó a sentirse incómoda. Podía sentir que su compañero estaba en peligro.

“Era pavor. Era una enorme ansiedad creciente dentro de mi corazón. Sabía que algo andaba mal”, recordó ella.

Preocupada por Jim, Pam salió de la casa para buscarlo. Cuando llegó al final de la entrada, sus temores se hicieron realidad. Vio dos ambulancias y un coche de policía colina abajo y corrió hacia ellos para ver si estaban allí por su esposo.

Cuando se acercó a las ambulancias, vio a Jim, y su piel tenía una tonalidad azulada. Entró en pánico y preguntó a los paramédicos qué había pasado, pero no tenían idea. No respondía a la RCP y el personal médico no podía tomarle el pulso.

Pam no podía creer que su esposo, quien estaba bien hacía unos minutos, estaba luchando por su vida. Antes de que las cosas empeoraran, llamó a un integrante de su iglesia, Paul, y le pidió ayuda. Pensó que esa era la única manera de salvar a su esposo.

“Jim está tirado en el camino. No sabemos si un auto lo atropelló, pero no tiene pulso y necesito que oren”, le dijo a Paul.

Casi sin vida

Paul consoló a Pam y citó un verso de los Salmos: “Él vivirá y no morirá”. Le dijo que Jim sobreviviría, pero ver la condición de su esposo la hacía pensar lo contrario.

Los paramédicos lo trasladaron al Centro Médico Central de Maine después de que lograron sentirle el pulso. Cuando los médicos observaron los signos vitales de Jim y se enteraron de que su corazón se había detenido durante unos 12 a 15 minutos, se preocuparon.

La doctora Michele Guzowski, que estaba de servicio esa noche, explicó que la disminución del flujo sanguíneo podría afectar el cerebro de Jim. Los médicos temían que pudiera tener una lesión cerebral, ya que su corazón había dejado de funcionar durante tanto tiempo.

Lo pusieron en un coma inducido por drogas para recibir tratamiento, esperando que se despertara en 36 horas. No imaginaban que Jim no abriría los ojos durante más días.

Los miembros de la iglesia se reunieron después de enterarse de la condición crítica de Jim. Más de cien personas oraron juntas por su recuperación, y confiaban en que despertaría pronto.

Pocas esperanzas

El hijo de Jim y Pam, Justin, es médico, y estaba en el hospital con su padre, luchando por hacerlo reaccionar. Cuatro días después de que su padre entrara en coma, se sintió preocupado porque eso no era una buena señal.

“Cada día que pasa sin que se despierte, nos preocupamos más y más”, reveló la Dra. Guzowski, según recoge CBN.

Las posibilidades de que Jim despertara se estaban reduciendo, pero los miembros de la iglesia no perdieron la esperanza. Continuaron orando por su pastor, creyendo que Dios lo sanaría milagrosamente. Una estación de radio cristiana también había pedido a sus oyentes que oraran por él.

Después de ver que su padre no había hecho ningún progreso, Justin perdió la esperanza. Le dijo a su esposa e hijos que estuvieran preparados para dar su último adiós. Los médicos le dijeron a Pam que el cerebro de Jim estaba dañado.

“La sexta mañana, a las 7:30, me dijeron: ‘Tiene daño cerebral’”, recordó ella.

Un verdadero milagro

Creyendo que su padre estaba viviendo sus últimos momentos, Justin llevó a sus hijos al hospital para que pudieran ver a Jim por última vez y le dijeran adiós.

Los niños entraron a la habitación, y se acercaron a su abuelito para despedirse. Se quedaron de pie junto a la cama, apoyaron sus manitas sobre él y rezaron.

Lee también: Hombre tuvo que elegir entre salvar la vida de su esposa o la de su hija: "Necesitaba un milagro"

Unos momentos después, una ola de incredulidad flotó en la habitación cuando Jim abrió los ojos. Justin no podía creer que su padre hubiera vuelto a la vida a pesar de estar al borde de la muerte.

Corrió a la sala de espera y le dijo a su madre: “Mamá, tienes que entrar allí. Está cobrando vida, mamá”.

El poder de la oración

El personal médico estaba totalmente sorprendido. Dijeron que no habían presenciado algo así antes. Pronto, el pastor Jim estaba recuperado y listo para irse a casa. Él creía que era gracias a las oraciones de la gente.

“Sabemos lo que sabemos sobre la parte médica de las cosas, pero lo que no sabemos son los factores que están fuera de nuestro control. Y el poder de la fe de las personas es real”, dijo la Dra. Guzowski.

Justin también se sorprendió al ver que Jim estaba haciendo sus tareas diarias de forma independiente, después de haber estado en estado crítico durante días. Dijo que en la mayoría de los casos de daño cerebral, los pacientes no se recuperan.

La experiencia de Jim es bastante impactante e inusual. Su historia nos enseña sobre el poder de la oración y del amor de la familia.

Los miembros de la iglesia no dejaron de orar a pesar de saber que los médicos lo habían desahuciado. Ellos confiaban en que se recuperaría, y lo hizo. Y el amor que los niños tienen por su abuelo también jugó un papel importante en su milagrosa recuperación.

Te puede interesar: Adolescente al borde de la muerte se despierta del coma y dice: "Estaba viendo el rostro de Cristo"