"¡Es el anillo que mi difunta abuela vendió para alimentarme hace años!", lloré cuando mi esposo me pidió matrimonio - Historia del día

Una joven que creció perdiendo a sus seres queridos tiene miedo de comprometerse con el amor de su vida. Pero cuando él se arrodilla para proponerle matrimonio con un anillo, la brillante joya le recuerda a la mujer que sacrificó todo para criarla. ¿Este gesto la ayudará a decidirse?

Desde hace años, tengo una vieja caja de zapatos llena de fotografías que guardo debajo de mi cama. Si tuviera que elegir una cosa de esta casa para guardarla para siempre y perder el resto, elegiría esta caja en menos de un segundo.

Eso es lo que significa para mí; la caja que me regaló mi abuela la noche en que murieron mis padres, una semana después de mi quinto cumpleaños.

Ella fue la única familia que tuve durante mucho, mucho tiempo después de eso. Mi abuelo había fallecido apenas un año antes de eso, y aunque debe haber destrozado su mundo, perder a sus seres queridos uno por uno, puso todo el amor que tenía en su corazón en el mío.

Su nombre era Clarisa y me enseñó a ser resistente y amable en este mundo. No tenía mucha educación y apenas ganaba lo suficiente para las dos. Pero nunca hubo un día en que me dejara ir a la cama con el estómago vacío.

Esa mujer me ayudó a ir a la escuela y a la universidad. Cuando falleció mientras dormía años después, descubrí que me había dejado sus ahorros para conseguir mi primer apartamento en la ciudad.

Quienes te aman irían hasta los confines de la tierra para verte feliz.

Si no hubiera sido por ella, nunca habría alcanzado el éxito. Si no hubiera sido por su amor por la narración, nunca me habría convertido en una escritora reconocida. Y lo peor de todo, nunca hubiera conocido a Óscar, el amor de mi vida.

Recuerdo el día mágico cuando nos miramos por primera vez en ese café, y pude ver cómo el joven se estaba enamorando de mí, robándome miradas y apartando la mía rápidamente con una sonrisa sonrojada.

No recuerdo a un hombre tan encantador, tan divertido y tan enamorado de mí. Soñaba despierta con nosotros envejeciendo juntos.

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Había amado y perdido a demasiadas personas desde que era una niña, y no podía arriesgarme a amar de nuevo. ¿Y si el destino volviera a jugar su feo juego?

Así que, aunque nos habíamos mudado juntos, descarté con torpeza las sutiles insinuaciones de Óscar de casarnos. Crucé los dedos cada vez que estábamos en un restaurante o él metía la mano en el bolsillo, deseando que no hiciera la pregunta. Porque mi respuesta le rompería el corazón.

Pero lo hizo. E iba a ser la mayor sorpresa de mi vida por más de una razón.

Óscar estaba arrodillado en la playa cuando abrió una pequeña caja de terciopelo que parecía antigua. "Carla, ¿quieres casarte conmigo?".

Por un momento, pensé que estaba soñando. "Ese anillo... pertenecía a... Es el anillo que mi abuela vendió hace años... ¡Para alimentarme!", dije llorando.

Óscar me amaba y sabía cuánto significaba mi abuela para mí. A menudo se sentaba conmigo y con la vieja caja de fotografías, escuchando mis historias y secándome las lágrimas.

Resulta que se conmovió con esta foto, en la que le mostré a mi joven abuela con un hermoso anillo de diamantes rosa. Había llorado contándole la historia de amor de mi abuelo y mi abuela, cuánto la abrazó y la adoró hasta morir en sus brazos.

El mismo anillo con el que Óscar me proponía matrimonio, era lo único que le quedaba a mi abuela de su amado esposo. Pero había tenido que venderlo para pagar mi educación. Eso debe haber roto el corazón de la abuela. Aquella historia se la había contado a mi novio unas semanas antes de la propuesta.

Solo me enteré de esto más tarde, pero Óscar había decidido en ese momento buscar el mismo anillo. Acudió a todos los hombres y mujeres de más edad en el negocio de los empeños, hasta que logró dar con la joya y la compró.

Y ahí estaba el anillo, brillando frente a mí, traído del pasado por el hombre que claramente me amaba con todo su corazón.

"Quería que ella fuera parte de este momento nuestro que cambia nuestras vidas", dijo Óscar. "Y creo que es un milagro y una señal", sonrió.

Ese otoño, nos casamos en la antigua casa de mi abuela, y desde entonces han sido tres años llenos de aventuras, amor y risas con mi Óscar.

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Mirando estas viejas fotos de mi abuelo adulando a mi abuela, me doy cuenta de que encontré su tipo de amor: jovial, satisfactorio y eterno.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Quienes te aman irían hasta los confines de la tierra para verte feliz: Carla tenía sus dudas, pero Óscar demostró su amor al traerle algo que su abuela había sacrificado por ella.
• Nunca olvides a aquellos que se sacrificaron por tu felicidad: Carla siempre llevaba consigo la caja de fotos. Y nunca olvidó cómo su abuela la amaba y se sacrificó por ella todos esos años atrás.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.