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Madre y su hijo en silla de ruedas | Foto: Shutterstock
Madre y su hijo en silla de ruedas | Foto: Shutterstock

Madre se siente destruida cuando los compañeros de su hijo ignoran su cumpleaños: va a la escuela con pastel al día siguiente - Historia del día

Mayra Pérez
16 nov 2022
14:30

Sabina organizó una fiesta para el cumpleaños de su hijo Jonás y quedó consternada cuando no apareció nadie. Solucionó el problema con una sorpresa especial en la escuela, pero cuando supo por qué los niños habían faltado a la fiesta, fue desgarrador.

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“No te preocupes, cariño. Tus amigos vendrán pronto”, le aseguró Sabina a su hijo, Jonás. Él se veía triste y con los hombros encorvados después de horas de esperar a que alguien apareciera en su fiesta de cumpleaños.

Sabina no tenía idea de lo que estaba pasando. Había entregado las invitaciones semanas atrás para que los padres pudieran hacer los arreglos y hoy era el día señalado.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Se suponía que la fiesta comenzaría a la 1 p.m., y eran las 4 p.m. Su hijo estaba muy triste porque todavía no había llegado nadie. “¿Todos estaban ocupados un domingo?”, se preguntó.

Después de tranquilizar a su hijo, Sabina agarró su teléfono y se alejó para que no la escuchara. Marcó los números de los padres, pero nadie contestó. Llegó a pensar que estaban ignorando sus llamadas a propósito.

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Finalmente, su esposo, Jorge, le quitó suavemente de las manos el teléfono y sacudió la cabeza.

“Cariño, no va a venir nadie. Toma tu bolso. Vamos a llevar a Jonás por un helado para animarlo”, ofreció, y Sabina asintió, conteniendo las lágrimas. Se asegurarían de que su hijo la pasara muy bien.

Por suerte, Jonás era un niño fuerte, aunque deseaba que no tuviera que pasar por situaciones así. Él había sido diagnosticado con una enfermedad rara años atrás y tuvo que comenzar a usar una silla de ruedas en algún momento.

Al principio, el niño pensó que era genial, pero no poder jugar con otros niños de su edad era horrible. Sus padres hicieron todo lo posible para que tuviera una vida normal, pero no fue fácil.

Todavía asistía a la escuela regular, ya que tenía una rampa de acceso, y le iba bien a pesar de sus problemas de movilidad. Al menos, Sabina creyó que la estaba pasando bien y que había hecho amigos. Esto no tenía ningún sentido.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Aun así, ella sonrió y llevó a su hijo a tomar un helado. Aunque estaba triste, Jonás se animó un poco esa noche, gracias a sus padres. Sin embargo, Sabina no podía olvidar lo ocurrido.

Cuando regresaron a casa y acostaron a Jonás, ella llamó a la maestra, la señorita Rogel, quien tampoco podía entender nada.

“Todos los niños aman a Jonás. Juegan con él y no parece que les impactara su silla de ruedas. Esto es muy extraño”, dijo la señorita Rogel, confundida.

“Bueno, eso es lo que pensé, pero nadie vino. Fue muy decepcionante”, dijo Sabina con tristeza.

“¿Qué tal hacer algo en la escuela, señora? Podemos hacer una pequeña fiesta para compensar lo que pasó”, ofreció la maestra, y Sabina creyó que era una gran idea.

Sabina apareció al día siguiente por la escuela con pastel, snacks y globos. Jonás y sus compañeritos estaban encantados. Cantaron el “Feliz Cumpleaños”, disfrutaron la comida y todo fue maravilloso.

La madre de Jonás estaba encantada. Vio cómo los niños disfrutaban y trataban de incluir a su hijo en todo lo que hacían. Eran buenos niños. Entonces, ¿por qué no habían ido a la fiesta?

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Pronto descubriría por qué.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Los padres llegaron a recoger a sus hijos, quienes estaban emocionados y hablaban sin parar de la pequeña fiesta de cumpleaños. La mayoría sonrieron felices antes de llevarse a sus hijos.

Sin embargo, dos de las madres, Marlene y Rebeca, fruncieron el ceño cuando sus hijas les contaron de la celebración y por qué todos los niños estaban tan felices. Miraron raro a Sabina y pidieron hablar con la señorita Rogel fuera del salón de clases.

Algunos niños todavía corrían por el salón y eran muy ruidosos. Sabina se acercó a la puerta y se quedó escondida para tratar de escuchar lo que esas madres le estaban diciendo a la maestra.

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“Señorita Rogel, esto es muy inesperado. Creo que los padres deberían ser informados de estas cosas con anticipación. No queremos que nuestros hijos coman pasteles extraños y golosinas como esa”, se quejó Marlene.

Sabina frunció el ceño. ¡Es solo un pastel! ¡Son niños!

“Sí, señorita Rogel. Deberíamos haber sido notificados. Esto no puede suceder así. Además, interrumpe las lecciones y demás”, intervino Rebeca.

“Les aseguro que no interrumpió nada. Un descanso como este es realmente beneficioso para los niños. Además, Jonás estaba triste porque nadie fue a su fiesta ayer. Pensé era una una buena idea, y por eso se lo sugerí a la señora”, explicó la señorita Rogel.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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“¿No consideró que eso había sido deliberado? Ninguno de los padres quiere que sus hijos se junten con un niño así. Es demasiado. Son muy chicos. ¿Qué pasa si se encariñan con él y quieren ser sus amigos, y él muere? Eso no está bien”, argumentó Marlene.

Las palabras de estas mujeres le rompían el corazón a Sabina. Lo que decían era horrible.

“Sí, los niños así deberían estar en clases de necesidades especiales o lo que sea. No con nuestros niños sanos”, agregó Rebeca, con total indolencia.

“¿Ustedes dos hablan en serio?”, preguntó la señorita Rogel indignada y alzando la voz.

Sabina no quería escuchar más, así que se fue antes de escuchar lo que diría la señorita Rogel. Buscó a Jonás, se fueron a casa, y ella le contó a su esposo sobre el incidente.

Ambos comenzaron a hablar sobre la educación en el hogar o la transferencia de su hijo a una escuela privada con mejores valores. Cuando le contaron a la señorita Rogel y al director de sus planes, ellos le aseguraron que era innecesario.

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Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Decidieron convocar una reunión de padres y maestros, y darles una charla sobre lo ocurrido, apelando a su conciencia y a la empatía hacia el prójimo. Y así fue como algunos se enteraron de que habían sido engañados por Marlene y Rebeca.

Ellas habían corrido la voz de que la fiesta había sido cancelada, pero el resto de los padres no tenían ningún problema con que Jonás y sus hijos fueran amigos.

“Irónicamente, sus hijas aman a Jonás incondicionalmente”, les dijo a Marlene y Rebeca. “Son sus mayores apoyos, lo que me hace pensar que crecerán y se convertirán en mujeres increíbles”. Esas palabras avergonzaron a las dos mujeres.

El resto de los padres se disculpó con Sabina y le prometieron que nunca más volvería a pasar algo así. No querían tener nada que ver con la actitud de Marlene y Rebeca. Querían que sus hijos aprendieran sobre Jonás y fueran amigos de él.

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“Nuestros hijos necesitan aprender que todos somos seres únicos y maravillosos y que nadie es mejor o peor. Solo somos diferentes y eso es lo increíble de la creación”, dijo uno de los padres en la reunión. “Eso les permitirá crecer como personas empáticas y tolerantes”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Tras la reunión, Jonás pudo quedarse en su clase con sus amigos, quienes realmente lo apreciaban. Nunca más tuvieron un problema de discriminación.

Pensando en este incidente años más tarde, Sabina aún sé maravillaba de que los niños fueran abiertos, sinceros y sin miedo a las diferencias, a pesar de tener padres de mente estrecha.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

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  • Los niños nacen sin prejuicios: Los niños nacen inocentes y libres de prejuicios. Los padres deben esforzarse mucho para cultivar eso y no sembrar ideas prejuiciosas en sus mentes.
  • Los padres harán lo mejor para sus hijos, incluso si eso significa cambiar sus vidas: Sabina casi saca a su hijo de la escuela para protegerlo. Afortunadamente, otros realmente lo querían allí, y se lo hicieron saber.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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